Fiesta al estilo Halloween

Con la Fiesta de Caracas, como la denominaron sus promotores, amenizada por narco corridos, pretendió, la ultra derecha venezolana, montar en Venezuela, una masacre, a propósito, de la celebración de nuestras fechas patrias, orquestada por los Estados Unidos, y Colombia, con uno de sus autores intelectuales, cómodamente instalado y protegido por el gobierno de España.

Pero la Fiesta, de no haber actuado a tiempo, la inteligencia del Estado venezolano, con la bandera y el espíritu indomable del Gran Cacique Guaicaipuro, pudo haberse convertido en un verdadero aquelarre sangriento, porque tenía como propósito la celebración por adelantado, de un Magnicidio.

Esta Fiesta al estilo Hallowen, fue organizada por personajes que han venido desde hace cierto tiempo generando zozobra a la población venezolana, escudándose como supuestos defensores de la Democracia y promocionándose como adalides de los Derechos Humanos, pero lo cierto, es, que a quien verdaderamente representan, es a los intereses imperiales que tratan de imponerse en nuestra región, recibiendo ellos, la promesa de atornillarlos en el gobierno, utilizando para ello, cualquier procedimiento maléfico.

Estos personajes, dignos, de ser buscados por los propios Caza Fantasmas, recurren a cualquier artimaña, se arropan con las cobijas más sucias que puedan encontrar y se alían con los individuos más siniestros que pueden conseguir, para intentar lograr sus propósitos.

Poco les importa que sus andanzas lleven al sufrimiento a millones de personas que son supuestamente sus compatriotas, pero eso no les interesa. Su ambición es detentar el poder, cueste lo que cueste.

En el caso de Venezuela, y las pruebas están a la vista, se alían con el hampa común, buscan aliados en el exterior, especialistas en el uso de los medios criminales más perversos para consolidar sus negocios, no les importa financiarse con dinero sucio obtenido por la venta de drogas a millones de personas que resultan esclavizados por este consumo aditivo.

La telaraña que decoró la fiesta fue laboriosamente diseñada por los fantasmas del norte, que son duchos es la materia, y ejecutada por una especies de "zombis", en lo que han convertido a gobernantes neogranadinos, para poder ejecutar sus planes, pero cuidándose sus espaldas, para luego, a pesar de que están embarrados, presentar supuestos apoyos para las investigaciones. Un verdadero arte de Magia, de la prestidigitación; meten la mano y la esconden, actúan pero no dan la cara; están en todos los guisos pero se lavan las manos como Pilatos.

A la fiesta caraqueña, estilo Halloween, no podían faltar invitados, especialistas en actos verdaderamente macabros, dispuesto a ejecutarlos cuando el gran inquisidor, que curioso, protegido por la rancia ultraderecha y el gobierno español así lo decidiera. Eran los paramilitares formados en tierras neogranadinas, bajo la tutela y protección de su regional oligarquía, especialistas en usar sierras eléctrica para desguazar mujeres embarazadas, empalar a militantes de izquierda y apilar falsos positivos, inocentes llevados a fosas comunes y como pago, los ejecutores de estos desmanes, reciben condecoraciones, ascensos y dinero extra.

La paila estaba montada y avivada la candela, habían hecho los conjuros respectivos, la presa estaba Madura y si caían otras, bienvenidas serían. YA SE FROTABAN LAS MANOS. Pero no contaban con un ingrediente criollo, que se les atravesó en sus avatares brujeriles: El Tiro por la Culata. Sí, todo lo organizado, el terreno preparado, las armas aceitadas, los pertrechos importados, los amuletos, los titulares de prensa montados en la olla, los aceites, pócimas, y cuanto sahumerio y artilugios tenían para la Fiesta, se la desmontó, la inteligencia social, policial y militar, que como verdaderos Caza Fantasmas, los sorprendieron. Fue tan sorpresivamente organizado y ejecutado el operativo anti-halloween, que ni siquiera, los especialistas en bulos a través de la Redes infectadas, tuvieron tiempo de crear sus falsos positivos noticiosos, para acusar a los Caza Fantasmas de agresores y violadores de los Derechos Humanos. No contaban con la astucia criolla, que develó sus intenciones, los hizo a correr y dispersarse, guarecerse en embajadas,poniendo al desnudo las maquinaciones y los oscuros planes ocultos de sus organizadores.



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Jesús Sotillo Bolívar

Docente en la UCV

 jesussotillo45@gmail.com

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