Sindicalismo y sindicalerismo

Por estos días las guacamayas andan full de escandalosas y no es precisamente por la pronta visita de una misión de la OIT a Venezuela, sino por la llegada de las lluvias y el inicio oficial de la temporada, según INAMEH. Las relaciones de Venezuela con la OIT, se han mantenido en un clima de cordialidad aún en los años de mayor presión de Washington para que dicho organismo multilateral, como parte de la ONU, intentara dañar los intereses de la República Bolivariana de Venezuela, haciéndose eco de sanciones o medidas coercitivas unilaterales. Por ello, se quedarán con sus ganas de procurarle más daños al país los supuestos pseudo líderes sindicales, que desde ya anuncian tuitazos y todo tipo de campañas propagandísticas, en el claro objetivo de procurar dañar la imagen del país, en un nuevo intento de crear la supuesta imagen de «dictadura» en la que ya llevan más de 21 años de fracaso en fracaso. Lo real y concreto, es que ni sus propios afiliados y afiliadas, les creen y sus organizaciones sindicales las han llevado por un desfiladero que cuando les convocan, a sus bases, la soledad es la nota característica de dichas actividades. Se trata, en definitiva, de las mismas organizaciones sindicales que, en 2019, brincaban en una sola pata por la autoproclamación de Narco Guaidó como supuesto presidente de la república por la gracia divina de Donald Trump. Son, las mismas organizaciones sindicales de derecha, que tiempo después, aplaudían a rabiar cada vez que el narco Juan Guaidó pedía sanciones y más sanciones a su amo del norte imperial. Sí, se trata de las mismas organizaciones sindicales que tiempo después, se quejaban de los salarios de hambre, producto de las sanciones que solicitaron en conchupancia con su supuesto presidente, el narco Juan Guaidó. Son, las mismas organizaciones sindicales, que solicitaban al Presidente Constitucional Nicolás Maduro, aumentos de salarios y nueva contratación colectiva. Sí, se trata de las mismas organizaciones sindicales, que desconocieron la vigencia de la Constitución Bolivariana de 1999 y hoy reclaman su vigencia, y se refugian en ella, en reclamo de protección a sus derechos laborales. ¡Mayor incongruencia! Pero bueno, así es la oposición fascista venezolana que, por desgracia, le ha tocado padecer al pueblo venezolano.

Sindicalismo o defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, no es lo mismo que sindicalerismo o delincuencia sindical. Ésta última actitud, ha sido la vigente en los sindicatos de la derecha fascista que pretendiendo sustituir a los partidos políticos de oposición de derecha aún, al día de hoy, no reconocen la Presidencia del Trabajador, Nicolás Maduro, por ende a la misma Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En definitiva, se trata de las mismas organizaciones sindicales que, en su desencanto porque no les llegaron las migajas –en dólares- que les ofreciera el Narco Juan Guaidó por cumplirle con su apoyo a su política de robo de los ahorros nacionales, ahora pretenden venderse al gobierno imperialista de los Estados Unidos como sustitutos y esperan que éste, les retribuya –en dólares- por favores recibidos. Solo una acotación, ya lo que tenía Venezuela a disposición del imperialismo, el Narco Guaidó se lo apropió en beneficio de su familia para montar negocios fuera de Venezuela y vivir a comodidad, full lujos, por lo que olvídense que el gobierno imperialista de los Estados Unidos, les va a soltar alguna migaja –en dólares- para su resuelve, ese tiempo ya les pasó.

La OIT, no viene a Venezuela a ejecutar lo que los gobiernos de Obama, Trump y Biden no pudieron concretar, léase: el cambio de régimen, ya que fueron derrotados por este bravío y glorioso pueblo, el mismo pueblo que hoy les pasa factura cada vez que esos –sindicaleros- les convocan a marchar contra el Gobierno Bolivariano, éstos les abandonan y los dejan en la más absoluta soledad, como síntoma que la conciencia de la Clase Trabajadora se elevó a tal nivel, que ustedes -como organizaciones sindicaleras de derecha- no merecen la más mínima confianza. Y no la merecen porque no creen en la Constitución de 1999, no reconocen el Estado Social de Derecho y de Justicia que ustedes ayudaron a demoler y que hoy, con sobrado esfuerzo, nuestro pueblo y su Presidente, Nicolás Maduro, han venido reconstruyendo con mucha claridad y gallardía. Olvídense, que la OIT viene a Venezuela a inmiscuirse en política interna, hacer injerencismo pues de la misma manera como llegaron al país se irían, como muestra que Venezuela no solo se le respeta sino que se hace respetar, pues es un país libre y soberano.

Nuestra exhortación a los sindicaleros de todo mogote es, dejar a un lado sus pretensiones de querer sustituir a los partidos políticos de oposición, regenerados gracias a las políticas de diálogo constructivo impulsadas por el Presidente Nicolás Maduro. Que asuman la vigencia de la Constitución de 1999 y vayan al reencuentro con la nueva realidad que vive el país de reconstrucción nacional y prosperidad. Recuerden, que de ese camino no les vamos a permitir que se descarrilen. Una Venezuela profundamente democrática y participativa, en que los trabajadores y trabajadoras de la Patria están convocados a jugar un rol de protagonistas los volvería a encarrilar nuevamente. Ser honestos no cuesta nada y muchos beneficios da para todas y todos…

Caracas, 23-04-2022



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Henry Escalante


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