En el año 2011, en un encuentro con los escritores que asistían a la XX edición de la Feria Internacional, Fidel Castro preguntó a los escritores: ¿cuál creen ustedes es el problema más serio que tenemos hoy? En este tiempo presente algunas personas responderían que la guerra Rusia-Ucrania, o la visita de Pelosi a Taiwán, el incremento de la pobreza, el cambio climático, los desafíos de la comunicación y las tecnologías, el negocio de las armas y las guerras, la pandemia del COVID19 y la amenaza de una nueva epidemia mundial inoculada por el imperio. Ante estas réplicas Fidel hoy, igual que ayer, diría: "hay un problema que, si no se resuelve sobre todo lo demás, sería más catastrófico. Lo más importante es valorar cómo vamos a preservar la vida, porque una importante especie biológica está en peligro de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: La especie humana está en peligro de extinción, debemos hacer un esfuerzo para que esto no ocurra, hay que salvarla hoy. Durante más de medio siglo el ser humano no ha hecho otra cosa que desbordar lo irracional". Locos como Hitler y Truman intentaron acabar con la humanidad, así como los orates del Nuevo Orden Mundial (NOM) que hoy auspician las crisis alimentarias, económicas-financieras y sanitarias para exterminarla; o los psicópatas gobernantes del imperio que provocan las guerras en el mundo, son la punta del iceberg de los ensayos que ha hecho el poder oscuro para aniquilar a la humanidad y que aún sigue pretendiendo, apostando para ello cualquier escenario sin límites.

Según un estudio realizado por la periodista Elizabeth Kolbert, asegura que las especies están desapareciendo a un ritmo alarmante y los humanos estamos a punto de vivir la sexta Gran Extinción, después de haber estado al borde de la desaparición al menos cinco veces por causas diversas, con la diferencia de que esta vez la culpa es únicamente nuestra. En una publicación de la revista Science Advances señala que el ritmo de extinción actual podría ser más de cien veces superior al normal. Estamos en una época en que la tasa de extinción es elevadísima del orden que podríamos observar durante una extinción masiva, aunque ésta puede demorar muchos miles de años en desarrollarse. Somos nosotros los que apretamos el gatillo para avivar esta extinción: el humano ha importado especies invasoras, ha cambiado de clima extremadamente rápido según el estándar geológico, alterando la composición química de los océanos, cambiando la superficie del planeta, plantando monocultivos, sobreexplotación pesquera, depredando a la madre tierra en búsqueda de recursos minerales, para estas acciones ha bastado una pequeña distorsión de la consciencia del humano que es alterar todo el equilibrio para extinguir a su propia especie. Se queda corta Kolbert, el más pérfido de este desequilibrio es el sometimiento del NOM, de la Tríada del Poder Oscuro (capitalismo, religión y esclavitud), de los grandes grupos poderosos económicos del mundo, de los medios de comunicación masivos que incentivan a la degradación del ser, hacia la nueva generación que se está creando, los jóvenes que luchan por algo novedoso: "la inclusión del género".

Hasta las luchas de la humanidad han sufrido una gran metamorfosis en este siglo: De luchar por los distintos controles de la reducción de la población que aplica el NOM, los dominios mentales hacia el ser, la esclavitudes y creencias mediante el poder oscuro religioso, las nuevas tendencias de las TIC; así como los nuevos estilos musicales que maltratan y denigran al ser humano para estar en contra del sistema sin saber las causas reales para lo cual está siendo manipulado, y la más peligrosa de estas luchas, es el juego macabro que hace el capitalismo contra el Ser, con su género, vale decir, contra su propio origen de su naturaleza humana. Esta postura como la de la mayoría de los humanos no tiene que ver con homofobia ni con discriminación. Nuestros antepasados, mártires de una lucha de clases que se impusieron contra un sistema que destruyó su economía social o contra el establishment establecido y contra la ideología de clases, no de género, lucharon por el poder político y por la instauración de la dictadura del proletariado para emancipar de la explotación a la clase obrera y a toda la sociedad, la cual subyace hoy porque esta es y será la eterna lucha de este sistema; lo demás, como el caso de la ideología de género, serán una de las formas más aberrantes para entretener a un sector de la población y esta lo ignora porque está siendo usada para el verdadero propósito de la Tríada, si ésta no da resultado expondrán otras hasta que logren la extinción de la raza humana. Todo Ser al venir a este mundo tiene dos maneras naturales de identificación: hombre o mujer, quien durante su desarrollo o al nacer (según algunas teorías), puede tener una tendencia distinta y tomar conductas sexuales diferentes a su origen, actitudes que son entendibles y respetables. Sin embargo, en otros casos, cuando un ser humano al crecer manifiesta que no se define ni como varón ni como hembra, el problema más que de género es un enigma cuyos padres o ese Ser deben resolver a través de ayuda psicoterapeuta, revisar los patrones de conducta de la familia, vigilar qué traumas psicológicos vivió o está viviendo ese Ser que afectan o están afectando su condición de percepción, o investigar si su comportamiento está siendo incitado por un "influencer" o artista que forman parte de esta red del poder oscuro para imponer una moda. En este último caso, se cree que las tendencias concebidas como "ideología de género" (hetero, homo, bisexual, pansexual, demisexual, lithsexual, autosexual, antrosexual, polisexual, asexual y el no binario) es una moda, donde la mayoría de los jóvenes se identifican, y luchan por los "derechos humanos" de ellos.

El escritor argentino Agustín Lage define la ideología de género como un conjunto de ideas anticientíficas que con propósitos políticos autoritarios desarraigan de la sexualidad humana su naturaleza y la explican de acuerdo a su cultura. La idea medular de la ideología de género es que sexualmente hemos sido construidos por nuestro entorno y en consecuencia estamos llamados a deconstruirnos. Esta ideología es diametralmente opuesta a las distintas ramas científicas, pero además sirven para catalizar a dos grupos específicos, las feministas radicales y los movimientos LGBT. Lage asegura que esto no es lo más grave, sino que esto representa un peligroso ataque a nuestras libertades individuales. La I.G. no se sostiene sin el apoyo del Estado, no hay ideología de género sin estatismo, y ésta se daría a expensa de la libertad individual de sus ciudadanos. Cada día surgen más nuevas formas de protección y/o normas para estos grupos; pero paralelo a ello se vulneran más los derechos individuales a los otros ciudadanos con multas exorbitantes (dinero que ni siquiera va para estos grupos), porque el Estado te norma cómo pensar y cómo hablar. Es parte de la guerra cognitiva para hacer creer que defienden a esta población, cuando en realidad no defiende ni a unos ni a otros, sino a sus amos del oscurantismo. Esto no significa que se deben vulnerar sus derechos como individuos; pero éstos no pueden estar sobre los de las demás individualidades, para promover hasta términos ofensivos como "persona menstruante" por mujer, como si la hembra que no menstrua no es mujer. Si a la vida, si a la familia, no a la desaparición del origen humano por naturaleza, no al sistema perverso que pretende aniquilar la concepción de la familia, no a la desaparición de la especie humana que promueve la Tríada para controlar tu consciencia que se une a los grupos poderosos mundiales para exterminar a la especie humana y seguir navegando en la ignorancia. Es el tiempo, es la hora, de cambiar nuestra consciencia hacia un nuevo nivel de consciencia.