"Los políticos deberían escuchar, de manera prioritaria, las cosas que más puedan incomodarles"
Al cerrar el año escolar, correspondiente al período 2022 – 2023…ha sucedido una situación administrativa extremadamente lamentable y bochornosa, cuando el personal docente en Venezuela, está esperando desde el 15 de julio del 2022, que les depositen a sus cuentas personales, los 105 días que les corresponden por el bono vacacional para el personal activo y el bono recreacional para las y los profesores jubilados…lo cual está consagrado en la contratación colectiva y sin embargo, "hasta ahora" no han pagado ni un bolívar…y que se ha convertido "en un baño de agua fría" y una sorpresa muy desagradable, por no recibir lo que ha sido un derecho adquirido y un irrespeto a lo señalado como la verdadera progresividad constitucional, que señala la permanente aplicación de las normas que más beneficien a las y los trabajadores venezolanos…
Y ¿cuál es la situación en estos momentos?...que luego de supuestamente resolverse el salario integral que debe utilizarse para el cálculo de los bonos vacacionales y recreacionales…surgió una muy mala noticia, ya que no será abonado "en un solo pago", ya que las autoridades competentes decidieron por unas razones, la cual deberían informarla y explicarla públicamente…sobre el porqué de ese cronograma de pago, que de manera insólita e increíble, quieren pagar 30 días éste año 2022 y pagar 75 días el próximo año 2023…
Y como es natural, la indignación generalizada por parte de las profesoras universitarias y profesores universitarios, no se ha hecho esperar…hay mucha rabia e impotencia, y se hace tantas preguntas ¿por qué castigan tanto al personal docente?... ¿por qué devengan un salario de hambre?... ¿porque no pueden pagar en un solo monto el bono vacacional y recreacional?...
Y ¿Qué está ocurriendo?...es vergonzoso decirlo, pero a todas y todos los docentes que manifiestan su inconformidad por esa humillante "fórmula de pago"…los están acusando de traidores, opositores, escuálidos, derechistas y cualquier otra cantidad de epítetos negativos que son impublicables, por lo tanto, no parece lógico que se quiera satanizar a la justa crítica justa de las y los docentes, por defender sus derechos…
