Los presidentes Nicolás Maduro y Gustavo Petro acordaron abrir la frontera colombo-venezolana y reanudar vuelos comerciales, como estrategias para el fortalecimiento de las relaciones comerciales y el reencuentro de dos países hermanos, luego de 16 años de relaciones diplomáticas conflictivas y una frontera cerrada al paso vehicular por siete años.
Es un paso importante para ambas economías, hay muchas expectativas positivas que tanto colombianos como venezolanos debemos aplaudir con fuerza. Pero, hay que estar atento a los muchos detractores de esas decisiones históricas.
No obstante, veamos ¿Qué fenómenos económicos pudieran ocurrir una vez que se abra la frontera de 2219 kilómetros que conecta a 43 ciudades a la vez?
1. En las primeras semanas, me imagino largas colas de venezolanos en el punto de migración fronteriza queriendo pasar a Colombia y viceversa, colombianos queriendo pasar a Venezuela, esto con fines comerciales importador, de turismo, visitar a familiares, o para explorar nuevas inversiones.
2. Evidentemente, que eso Impulsará una sobredemanda de dólares, que podría de nuevo forzar al alza el tipo de cambio en Venezuela, a menos que el Gobierno y el BCV tomen sus previsiones.
3. Los colombianos, con una moneda más fuerte que el bolívar, de seguro se estimularan en venir con fines turísticos, de compras, a visitar a familiares o para explorar nuevas inversiones. Eso también podría impulsar una mayor demanda de dólares en Colombia, pero en menor medida que en Venezuela, porque en nuestra frontera desde Sinamaica en el estado Zulia hasta Maroa en el estado Amazonas, aceptan pesos colombianos como medio de pago para el intercambio comercial. Por lo tanto, si en Colombia ocurre una sobredemanda de dólares será en menor proporción que en Venezuela.
4. Da manera evidente, los precios de los bienes y servicios podrían incrementarse más rápido en Venezuela que en Colombia.
5. La situación empeoraría, si los productos importados desde Colombia son comprados con dólares del mercado paralelo, teniendo un impacto mayor en la inflación venezolana.
Como vemos, ambos Gobiernos deberán tomar las previsiones cambiarías e inyectar más dólares a sus mercados para garantizar que la demanda con fines comerciales o turísticos no afecten el mercado de bienes y servicios de ambos países, incidiendo en sus niveles de inflación, y por tanto, en el poder adquisitivo de sus trabajadores.
En el caso de Venezuela, debería aprovecharse el momento estelar y estandarizar el modelo de intercambio comercial adoptado desde hace años de manera no oficial por la población y comerciantes de los estados Táchira, Apure, Zulia, Amazonas, Mérida y Barinas, entre otros, de aceptar el peso colombiano como moneda de intercambio en nuestro territorio nacional. Esto con la finalidad, que cualquiera que quiera viajar a Colombia pueda comprar pesos colombianos en cualquier parte del país, sin la necesidad de primero comprar (demandar) dólares y luego comprar pesos colombianos.
Ante esa situación insisto, que para contener el avance del dólar paralelo es necesario la implantación de un sistema cambiario complementario, que se base en la libre oferta y circulación de divisas de manera proporcional con base en el comercio exterior venezolano.
Eso significa, que el que quiera viajar a Colombia compre pesos colombianos a cualquier agente de cambio oficial sin tener que comprar dólares primero, el que quiera viajar a China, que compre los yuanes de manera directa; el que quiera viajar a Europa, que compre los euros, y a Disney Word compre sus dólares, así sucesivamente.
¡Esa es la vía más rápida de acabar con la presión social de la demanda de dólares que no se tienen y sobretodo con el dólar paralelo que tanto daño a la economía¡ ¡Porque todos queremos un sistema cambiario normal y estable en Venezuela!
