Cuando lo cotidiano es revolución

La revolución que muchos de nosotros concebimos e incluso que coadyuvamos a visualizar, estaba llena de cosas sencillas, es decir de lo cotidiano; recuerdo entonces que desde la JCV y luego desde los primeros alientos de la propuesta Socialista del MAS, que genero mucha esperanza en el sentido que si era factible cambiar prácticas o conductas negadoras de la necesidad de vivir en armonía entre nosotros mismos como comunidad.

Retrotraigo ahora experiencias de lo sencillo, de eso que conocemos como lo cotidiano, lo que se realiza día a día en la geografía humana, en lo que tiene que ver con el hecho cultural, deportivo y por qué no calificarle en lo social, donde ese puñado de militantes adultos o jóvenes rebeldes reconocíamos y admirábamos a los dinosaurios que desde la clandestinidad habían mantenido la banderas de la propuesta revolucionaria dignamente en alto, frente a la traición que significaron los llamados partidos del status , que hábilmente los habían domesticado el gobierno de los Estado Unidos, es decir, la ideología capitalista.

A mediados de la década de los años sesenta del siglo XX hasta en las comunidades más pequeñas de Venezuela ahí estaban las células del partido, llevando entre gallos y maitines la hoja volante, el papelito o el grafiti en muros que en tono rebelde gritaba la denuncia de la injusticia acometida por el gobierno de turno y seguramente en un viejo garaje la biblioteca, la batea o el multígrafo Roneo, las mesitas de ajedrez y adheridos a las paredes afiches con el rostro de Bolívar, El Ché o Camilo Torres y la presencia semanal de Tribuna Popular o de Punto, Revista Reventón, donde nos enteramos en el último tercio de ese a decenio de la derrota del movimiento guerrillero y la inminente división del PCV que daría aparición a otras organizaciones como Movimiento Al Socialismo (MAS) y CAUSA/R de Maneiro. De igual manera andaba en la brega La Liga Socialista de Jorge Rodríguez y/o la propia Ruptura donde en algún tiempo mucho después nos enteramos que militaba el joven Hugo Chávez; organizaciones que lograron vincularse con su trabajo político/ cultural e incluso teológico por aquello del movimiento de la Teología de la Liberación impulsada por Matha Sosa y el Filoso Otto Maduro, a través de periódicos y consigas, o el propio esfuerzo que realizo el cantor del pueblo Alí Primera, quien recorrió el país con su poesía rebelde hecha canción. (*)

Organizaciones de izquierda en resistencia entre otras que mantuvieron su vinculación al tejido social a través del hecho cultural como obras de teatro de calle, escuelas de pintura, redacción y publicación de Periódicos de denuncias y Revistas literarias, festivales de música campesina o popular, exposiciones itinérante de obras de arte popular, en muchas ocasiones al aire libre, en cualquier cuadra de cualquier calle, ya que no necesariamente tenía que ser una galería. etc.

Igualmente, en el campo deportivo se realizaban campeonatos de ajedrez, competencias de ciclismo de montaña, maratones, jornadas de futbol ya que el partido contaba con su equipo en especialidad de primera e infantil, lo que permitía estar involucrado en eso que hemos denominado La Cotidianidad de los pueblos, es decir hallarse inmerso en la geografía humana que en aquellos tiempos llamábamos tejido social. Pero además la disciplina de militancia hacía que religiosamente cada mes se hiciera el aporte para cubrir algunos gastos del partido y aquello era sagrado y de orgullo por saberse que la pequeña cotización serviría para mucho. En cambio, ahora con escasas excepciones casi nadie hace su aporte a la organización.

Esto permitió a las organizaciones de izquierda ser percibidas y aceptadas como parte de las comunidades, al extremo que se llegó a penetrar las ligas deportivas que históricamente habían estado dominadas por la dirigencia de los partidos de derecha.

Los periódicos u hojas volantes locales, servían de comunicación con diferentes sectores de la ciudad y el campo, que se fueron familiarizando a los mensajes y denuncias desde esa trinchera escritas, se publicaban semanal o mensualmente. Trabajo de base que no requería de un presupuesto gubernamental, pero sí de mucha conciencia y voluntarismo.

En el caso particular de las bibliotecas, fueron medio de lectura colectiva o individual que permitía al simpatizantes, militante o dirigente, exponer al menos resúmenes del contenido de obras leídas de manera escrita o verbal, ello, indudablemente estimulo la lectura e intercambio de opiniones y textos que enriquecieron el conocimiento de quienes compartimos aquellos momentos un tanto difícil para hacer trabajo político desde la óptica de izquierda; es decir, fue nuestro aprender haciendo; de allí salimos comunicadores, poetas irreverentes, promotores culturales y dirigentes deportivos, y más que ello, conscientes de que la propuesta revolucionaria del modelo Socialista no se hallaba al voltear de la esquina y todo eso, lo hicimos por convencimiento, repito de manera voluntaria , sin esperar pago o prebenda de nada o de nadie; siempre estuvimos claridad meridiana que la lucha es de largo aliento, de perseverancia y que el enemigo a vencer no era nada fácil, ya que necesario era crear mucha conciencia en el pueblo que fuera capaz de desarraigar ideas colonizadoras que el sistema imperante había instalado en la mente de las grandes mayorías y para ello, el arte y la cultura popular había que rescatarla y ponerla al servicio en la formación de nuevos valores, que superaran el estado de alienación que la clase y cultura dominante había y han impuesto por siglos al conglomerado humano que conforman la pirámide odiosa de la sociedad.

En aquellos días no se hablaba de Cabildos abiertos, sin embargo, se convocaba a foros sobre temas referidos tales como el agua, o sobre las pésimas gestiones de los gobiernos locales, siempre había como los siguen existiendo hoy temas sentidos por la gente que permitieron visualizar el discurso y la perseverancia de las organizaciones de izquierda.

Como se puede entender hoy, o por lo menos desde hace tiempo, esa manera de hacer política de lo cotidiano, se diseminó, y el partido realmente se convirtió en una maquinaria solo para ganar o perder campañas electorales, y ello, le ha hecho mucho daño al proceso, ya que se ha desatendido del rol que en verdad debe jugar un partido en tanto colectivo conformado por gente que coincide con una plataforma ideológica y programática , que no es otro que ir construyendo un modo que cambien las cosas y conductas que haya que cambiar; de manera que el concepto de líderes sociales en la actual coyuntura debe tomar relevancia y en la praxis el rol que ha de jugar los y las líderes de calles, así como jefaturas de comunidad en tanto que son parte del pueblo y viven las mismas vicisitudes de sus comunidades, obligadas están las instancias de gobierno a escucharles e incluso a consultarles, partiendo del hecho – "que si al gobierno le va bien, igualmente le va bien al partido y si fuese lo contrario, igualmente quien saldría con las tablas en la cabeza sin duda alguna es el partido" – esto porque al fin y al cabo se cuenta con instancias de gobierno por la voluntad manifiesta del pueblo, lo que hace imprescindible oír lo que dice el pueblo, como lo acaba de expresar el Líder Chino Xi Jinping – "Hemos de permitir verdaderamente que el pueblo evalúe nuestro trabajo. Los que conocen el desacierto de la política son los pueblos. El porvenir y destino de todo partido político depende al fin y a la postre de si la voluntad del pueblo va a su favor o en contra".

Y como el partido se redujo tan solo a la acción electoral cada vez que ha tocado enfrentar diferentes procesos, las instancias superiores de gobierno se vieron en la necesidad de crear estructuras paralelas al Partido como Frente Francisco de Miranda, que por cierto cuando se les bajó la línea de inscribirse en el PSUV hubo resistencia, en razón que en lo ideológico les había creado la concesión "anti partido" o algunas de las propias Misiones como José Gregorio Hernández o ésta última de Somos Venezuela, que cumple roles que son propios para ser asumidos y ejecutados por partido que es el padre putativo del gobierno chavista. En otras palabras un funcionariado realiza por la vía de las misiones, lo que ha debido y debe hacer cotidianamente el Partido, y entiéndase Partido a todas las personas que lo conformamos y que decimos ser simpatizantes, militantes o dirigentes del PSUV; ya que casi siempre se considera o se confunde el Partido con las direcciones que desde Caracas, capitales de Estados o Municipio, dirigen el Partido; que no es otro que ese conglomerado de hombres y mujeres que simpatizan o militan en el partido que creo Chávez, para hacer cotidianamente la Revolución Bolivariana, bajo el pensamiento originario de lo que él, bautizo como las tres raíces del proceso que postulo al mundo como Socialismo del Siglo XXI.

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(*) Hoy lamentablemente la actividad cultural monopolizada bajo control de los respectivos Ministerios, al igual que la deportiva se burocratizo, y se quedó en la capital de la República y en capitales de los Estados, Los grupos de cantores que cabalgan sobre el estilo de Alí, ahora no andan por los rincones de La Patria, solo en raras excepciones y en tiempo de elecciones les contratan para que se presenten en provincias.



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Macario Sandoval

Equipo PSUV-Táchira.

 macariosandoval@hotmail.com

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