Derogar el decreto de Obama y la recepción de Maduro en la Casa Blanca

Los dos eventos que siguen:

Como los Acuerdos firmados en México por los funcionarios del gobierno venezolano y los líderes políticos de la oposición golpista, no son de fácil digestión y están creando serios malestares dentro del chavismo; voy a tratar de explicar lo que yo pienso está pasando, utilizando el lenguaje sindical. En mis tiempos que me tocó ser obrero, activista y formador de sindicalistas, la practica era la siguiente: El Sindicato solo existía para que los trabajadores cumplieran su jornada de trabajo apegados a las normas que ordenaba la empresa a través de los supervisores y gerentes. Trabajador que no respetara o violara las instrucciones que emitía la gerencia, era despedido y el sindicato lo más que podía hacer era conseguir que le pagaran las prestaciones sociales contempladas en la Ley del Trabajo. Eso era asi, en aquellos tiempos, como se batía el guarapo.

La etapa más difícil en la vida de los sindicatos es durante la discusión y firma de un contrato colectivo de trabajo, pues de esa actividad depende la vida de esa organización y el mantenimiento de sus líderes y dirigentes, si la empresa cierra por no producir suficiente ganancias a sus dueños, entonces todos pierden sus puestos de trabajo, por lo tanto hay que negociar bien fino para que nadie salga perjudicado. Es por eso que la actual situación del país con las conversaciones que se están realizando en México entre negociadores que actúan por el gobierno y las oposición, se parecen a los dos grupos encargados de negociar las contratación colectiva de cualquier empresa capitalista. Además la visión que tiene el Capitalismo mundial y por ende el Imperio Norteamericano, es que cada país del planeta es una fábrica, sucursal de una transnacional que recibe instrucciones y quien no las cumpla debe ser despedido.

La situación la podemos describir mas o menos de la siguiente manera: El Patrón o dueño de la Empresa Venezuela es el gobierno norteamericano, cuyo Presidente reside en la Casa Blanca, Washington D.C. Esa Empresa tiene un Sindicato cuyo dirigente máximo es el súper bigote venezolano, el cual reside en Miraflores, Caracas. El problema principal surgió, cuando el Patrono se dio cuenta que el Jefe del Sindicato y sus líderes comenzaron a actuar por su propia cuenta y no obedecían a las instrucciones de la Casa Matriz y viendo que ése comportamiento podía ser contagioso, emitió un Decreto durante la presidencia del Afro Obama, calificando a ése Sindicato como ¨un peligro inusual a la seguridad interna¨ de todo el complejo empresarial que manejan en el mundo y comenzó a tomar medidas coercitivas para impedir el desarrollo de ese mal; una de ellas fue la de designar a un nuevo jefe del sindicato con el cargo de INTERINO, para poner el orden y reestablecer las buenas relaciones que durante más de 100 habían sostenido en paz y con buenas ganancias.

Viendo el Patrono que el Jefe Sindical electo por los trabajadores no podía ser sometido y el Interino no tenía suficiente guáramo ni apoyo, el Patrón tuvo que ordenar a su departamento de Recursos Humanos a sentarse en la mesa de negociaciones a discutir un Nuevo Contrato Colectivo con los Jefes del Sindicato venezolano, pues las empresas que tiene en otros países comenzaron a tener problemas y la materia prima, que se produce en Venezuela, es de vital importancia para la vida misma de todas las empresas que manejan en el mundo. Después de muchos intentos y forcejeos lograron firmar un primer acuerdo en la ciudad de México donde se logra que una pequeña parte del dinero retenido por el patrón sea devuelta al sindicato para que éste pueda funcionar y prestarles los servicios básicos a sus afiliados.

Este primer Acuerdo ha traído mucho revuelo, pues dentro de los afiliados al Sindicato hay quienes sostienen que eso es nada, ante el sacrificio y penurias que han estado pasando durante los últimos siete años y que eso se puede considerar un triunfo pírrico y otros consideran que éste es el primer paso para poder continuar luchando para obtener mejores condiciones de trabajo a mediano y largo plazo y que peor es nada.

Hago esta explicación utilizando un símil con lo que sucede en la vida de los sindicatos y las relaciones obreros ‘patronales, debido a que desde el lenguaje de la politología o ciencias políticas no encuentro forma de justificar lo que ha sucedido y además es la práctica que viví durante mis años de obrero sindicalista desde 1959 a 1967. Yo recuerdo que lograr sentar a las partes para discutir un Contrato Colectivo de Trabajo era una odisea y había que presionar mucho para hacer que El Patrono acudiera a la Inspectoría del Trabajo a sentarse y discutir con la representación Sindical, esto a veces costaba años y sangre para lograrlo.

Siguiendo esta ruta encuentro que El Patrono ha reconocido al Sindicato de Nicolás Maduro como la otra parte para sentarse a discutir el Contrato de Trabajo que regirá las relaciones obreras patronales hasta el 2024, fecha en la cual El Sindicato hará sus elecciones internas, de donde puede surgir un nuevo Presidente o continúe el mismo que ahora está. Como se puede observar El Contrato tiene un periodo de vigencia que será muy corto y por lo tanto será muy difícil aprobar clausulas estables, pues para ello es necesario tener la seguridad que los nuevos actores estarán dispuestos y jurídicamente válidos para darles cumplimiento. De allí que por la desconfianza mutua que se tienen y la inseguridad en la permanencia, las partes han acudido a un tercero o sea a la ONU, para que sirva de sostén a los acuerdos logrados.

Además, hasta no lograrse que el Gobierno Norteamericano, Derogue el Decreto emitido durante el Gobierno del Afro Obama y ratificado después por Trump y Bidem, cualquier cosa que se apruebe está guindando en el limbo y más si el Jefe del Sindicato no es recibido en la Casa Blanca y recibe su palmadita en el trasero como fue recibido el Interino Juanito Alimaña. De allí que pido a los verdaderos chavistas que no se desesperen, que el Jefe de nuestro Sindicato sabe lo que está haciendo y su cargo depende de que consiga buenas cláusulas que beneficien a los afiliados al Sindicato.



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Juan Veroes


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