Ningún venezolano ignora que esta Administración Pública continuó con la política Devaluacionista iniciada por Raúl Leoni y seguida por Luis Herrera C. El primero acabó con el poco respaldo argentoso de nuestra moneda, aunque siguió respaldándola con níquel, y el segundo dio luz verde a la revalorización del dólar, aunque con monedas febles como las que ahora tenemos confeccionadas a punta de aluminio y zinc. un proceso revalorativo que Chávez ha sostenido en términos relativos, es decir modificando hacia abajo la paridad Bs. /dólar.
Pero lo que con una solemnidad digna de comiquitas anunció recientemente la Directiva en pleno del cuestionado Banco Central de Venezuela, es nada más y nada menos que una MACRODEVALUACIÓN, o devaluación absoluta.
Las devaluaciones absolutas, no sólo e implícitamente refuerzan el valor de la divisa referencial (el dólar), sino que minimizan, contraen, desvalorizan, confiscan , o socializan de un plumazo 99,9% (noventa y nueve, coma, nueve por ciento) de toda la riqueza del pueblo. Esto involucra inventarios comercioindustriales, ahorros, patrimonio de enseres domésticos, tierras e inmuebles varios, pinacotecas, bibliotecas, filatelia, bicicletas, autos de pobres, yates, avionetas, barcos y barquitos, Copyright, sueldos, salarios, becas, comidas, mercancía seca o húmeda, perecederos e imperecederos, fungibles y de uso, es decir, toda la riqueza nacional, salvedad hecha de los activos en DÓLARES.
Tal fenómeno político podríamos denominarlo: Socialismo del presente siglo o Devaluación absoluta del bolívar