Hace 40 años jugar pelota era una vocación y una habilidad incontrovertible que había que apoyar a los hijos que la poseían. Lo natural era que todos estudiáramos para ser "alguien en la vida", ingeniero, médico, enfermera, maestra; pensar en la educación, no en el béisbol, que es (y era), como con la música, triunfar a base de habilidades innatas. Pero llegó el mercado del béisbol profesional, con sus escuelas, enseñando sus secretos y trucos, para formar la mano de obra del negocio.
Como ese mercado promete mucho dinero, en un país menguado en todos los sentidos (y de todos los sentidos, somos un país de ciegos), ahora son hordas las que buscan "aplicar" para que sus hijos sean firmados por una organización de grandes ligas. Pero como en todo mercado donde la oferta es mayor que la demanda, la mercancía se deprecia, y ¡ya verán sus padres qué hacer con sus hijos a medio educar!, sin el chivo de los dólares y sin el mecate de la educación, cuando sus hijos no pasen la prueba. Una sociedad sin el estímulo de la educación, sin el estímulo del trabajo, una sociedad que pasó de ser un modelo de igualdad y de esperanzas a ser la más desigual, desesperanzada y triste del planeta, ahora busca la salvación, empeñando el futuro de sus hijos en el béisbol profesional.
Los estadios de béisbol inaugurados para esta serie del Caribe 2023 son el ícono que define al gobierno de Maduro, a su carácter adeco: Dos "pinga" de estadios de béisbol, y los dos muy cerca el carapacho de un edificio que iba a ser un hospital cardiológico, abandonado por Maduro, hace bastantes años, sumado al abandono de todo el sistema de salud pública. Ahora se prometen unos carnavales fastuosos y los maestros comiendo basura. Se organiza una Feria de los "logros del gobierno", donde cada Stand costó una millonada en bolívares (pagados en dólares) y los trabajadores de la salud pública apenas si te atienden en los hospitales. Este gobierno se recordará tristemente en el futuro como el de "los dos estadios de beisbol".
Por eso es que las excusas de las sanciones y el bloqueo no sirven, con ese dinero han podido terminar de construir el hospital cardiológico de Caracas y el oncológico. Con el dinero dado a los empresarios "honestos" se han podido completar las obras de las líneas del Metro de Caracas, del Tren hacia el centro del país, mejorar y mantener las infraestructuras públicas, hospitales, escuelas… "Pero ¿Para qué?", uno se pregunta, "¿…si la idea era "privatizar todo lo que deba ser privatizado "", como diría Maduro parafraseando "ingeniosamente" a Fidel, eso le gusta?
No es casual que Maduro apoye tanto al béisbol, está bien asesorado. No hay en este país mejor manera de distraer a la gente del hambre, la miseria y el engaña, y distraerlo de sus deberes sociales, para con sus semejante, que con otro engaño, ofreciendo momentos de felicidad y triunfo en el fanatismo ridículo del béisbol profesional; primero está El Magallanes que el vecino, o el país, primero Los Leones del Caracas que Caracas la ciudad, que el amigo enfermo, ¡mejor si es magallanero!, o de los Tigres. El efecto idiotizante que produce el campeonato de béisbol profesional en este país justifica las inversiones de Maduro en los dos estadios, no hay nada más efectivo para sobrellevar una crisis social como esta, para distraer a la masa, que con el béisbol profesional; más adelante, cuando pase la serie del Caribe, veremos que circo o conspiración se inventan.
Jorge Rodríguez declara en una entrevista: "Viene un proceso de recuperación paulatina, pero persistente, del ingreso de los venezolanos" (recuerda "el paso a paso pero sin aminorar el ritmo" de Chávez en el Plan de la patria, pero versión "reformista") ¿Qué entenderá Jorge Rodríguez por persistente? Cualquiera creería que el gobierno ha persistido mucho en nivelar los sueldos al ritmo de la inflación. Mienten. Ellos saben que ¡son los sueldos bajos la base económica de su plan de inversiones!, la base de su "nuevo modelo económico" neoliberal. Sin sueldos bajos, respetando la Constitución y la ley del trabajo no hay inversiones, se les van los colonizadores para otra parte. La declaración de Rodríguez evoca más bien al "estamos mal pero vamos bien" de Teodoro Petkkoff…
Pero, no se ha terminado la Serie del Caribe y ya Maduro habla de conspiraciones de ex ministros.
El estilo, con el cual Rodríguez trata de parafrasear a Chávez –y los deseos de Maduro sobre la esperanza de "la gente de a pie" – no es suficiente para convencer al pueblo pobre de que el problema de los sueldos resuelve el de la injusticia social o el de la economía social. La gente "de a pié" perdió la esperanza con este gobierno, el cual "persiste", pero en mantener el viejo sistema de injusticia social, los privilegios, mantener en el control de la economía a Fedecámaras, a capitalistas, (porque ellos ni siquiera saben organizar un capitalismo verdadero). Los chicos del gobierno, ¡los nuevos "teodoristas", los grandes "reformistas", sustitutos de adecos, copeyanos y Teodoro Petkoff (con su "estamos mal pero vamos bien"), persisten en el diálogo con los empresarios y con E.U., se olvidaron hace rato (sobre todo Jorge Rodríguez y Maduro) del socialismo,.
El béisbol profesional necesitaba un buen estadio, pero financiado y construido por ellos, por los capitalistas del deporte, no por el Estado. El Estado actual debe resolver las necesidades fundamentales de la sociedad; un buen estadio después de asegurar la alimentación y la salud, la educación, trabajo y tiempo libre, la economía social y nacional; primero la gente, la economía humana, al servicio de los seres humanos no para llenar los bolsillos de unos cuantos. Sin embargo, justo porque no lo ha hecho (y no lo va hacer), la yunta "gobierno-capitalistas" nos regalan un estadio, o dos estadios de beisbol, yacusis y ferias incluidas (faltaron los casinos), ¡Pan y Circo!, al mejor estilo adeco-copeyano, mientras venden el país detrás de las cortinas del diálogo.
¡CHÁVEZ: PATRIA SOCIALISTA O MUERTE!