Nota: Hago un paréntesis en las publicaciones de mi trabajo sobre las causas de la corrupción y las contradicciones de Chávez, para colocar este, dada la cercanía del 1º de mayo y la trascendencia inmediata del tema salarial.
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De Jorge Roig, nunca he sabido gran cosa, por no decir nada, pues los radicalismos no suelen ser de mi gusto. Más preferiría, aparte de lo que ya dije, manifestar como los cumaneses de mi tiempo cuando les preguntaban por alguien de quien poco sabía, "ahí, ahí, más o menos".
Ahora, desde mayo o junio del año pasado, se ha convertido en el vocero del asunto salarial por Fedecámaras, pero al mismo tiempo, como por omisión, de los representantes respectivos del gobierno y particularmente de la dirigencia sindical. Al hablar de esto, es digno de reconocimiento, como, para bien o para mal, según la percepción de cada quien, Roig ha jugado un rol para los opositores al gobierno desde los valores de la economía, empezando por los capitales estadounidenses, muy relevante, más si tomamos en cuenta el elevado costo en todos los sentidos que significó la larga y fracasada "aventura" de los golpistas, huelguistas sin obreros, guarimberos, partidarios de "La salida" y las invasiones.
Para ser justo, el personaje de quien hablamos, pese los "distanciamientos" derivados de eso que solemos llamar "intereses de clase" y las dificultades inherentes a lo mismo, pareciera haberse convertido en el punto de encuentro de los intereses en pugna. Ha sido algo así como "la joya de la corona".
Roig, pareciera haberse convertido en la figura política, bajo el ropaje de empresario, más importante de la derecha. Tanto que, las gestiones de ahora, en este instante, promueve Gustavo Petro ante Biden, no sin dejar de darle cierto valor a lo que pudiéramos llamar un tanto arbitrariamente azaroso o sin aparente vínculo, engarzan con las de Roig.
Para escribir esto, me metí con esta máquina en los espacios donde pudiese hallar algo sobre Roig que me sirviese de apoyo y poco hallé, pese haber jorungado con cierta insistencia; aparte de sus repetitivas alusiones a las que ya hice mención, como es usuario de Instagram, allí donde muchos se regodean poniendo fotografías. De donde, sin haber leído sus persistentes declaraciones de ahora, como vocero salarial, tema que a miles y millones tiene en ascuas, nadie sabría nada, o como escribí antes sobre el radicalismo, sólo "ahí, ahí".
En lo que a mí respecta, apenas tengo un viejo recuerdo, como que fue un pequeño empresario, uno de esos del "emergente Proyecto Frankenstein"*, quien tuvo vínculos con el MAS, coherente con eso del susodicho proyecto y particularmente muy buenas relaciones con Teodoro Petkof.
*https://www.aporrea.org/actualidad/a34583.html
En mi búsqueda de ahora, logré averiguar, después de tanto jorungar, que fue presidente de Fedecámaras entre 2012-13. Una época mala para el organismo que venía padeciendo los efectos de las derrotas políticas que la debilitaron y dejaron muy mal parada ante la opinión pública, en los tiempos del golpe militar de "Pipino El Breve", o Carmona Estanga y los posteriores líderes de la huelga general empresarial, pero con portones cerrados y el paro petrolero, sin obreros.
Era entonces Fedecámaras, cuando Roig, la misma entidad parasitaria de siempre, pero callada, no la mandona desde los tiempos del Puntofijismo hasta que Chávez la derrotó y la puso contra el piso y a pedir los mismos créditos blandos de siempre pero de rodillas, la boca cerrada y el rabo entre las piernas. Si algún cambio hubo fue que en ese período, el Proyecto Frankenstein*, de origen adeco, de "empresarios revolucionarios", tomó auge, ahora entre gente que hablaba un lenguaje distinto.
* https://www.aporrea.org/actualidad/a34583.html
Por esa poca locuacidad y pérdida peso de entonces de Fedecámaras, pasaba agachada y agarraba mangos bajitos, pero agarraba, Roig pasó por la presidencia del organismo empresarial como un fantasma, un cuerpo opaco y una voz inaudible. Hasta Marcel Granier, el otrora personaje que solía desafiar abiertamente al presidente Lusinchi fue vergonzosamente derrotado, pero pegó gritos.
De lo poco nuevo que supe, aparte de su afiliación a Instagram, es que es un "empresario metalúrgico", pues la nota, demasiado escueta, como que si no existiese, no dice más nada. No logré saber cuáles metales trabaja o usa. Aunque por sus gestiones políticas, uno pudiera decir, usando un lugar común, que se mueve como pez en el agua, pero siendo metalúrgico, pese la rigidez de su mundo, pareciera una espada filosa, esas que entran y salen sin dejar huellas.
De lo que sí hallé fue de sus persistentes y abundantes declaraciones acerca de la materia salarial, pese no es ahora ni siquiera presidente de Fedecámaras, sino una especie de representante de ese organismo en las relaciones de lo que llaman la "Tripartita", más la OIT. Donde no hay representación de los trabajadores, sólo lo hay de los patronos. El del ente empresarial privado, los del patrón estatal, que incluye a sindicalistas muy comedidos, domesticados y la OIT que juega para el mismo equipo a escala planetaria.
Con la debacle del poder del Estado para controlar el ingreso y manejo de las divisas y su capacidad para manejar ese mercado, entre otras cosas por el derrumbe del negocio petrolero que inició Rafael Ramírez, Fedecámaras, con sus recursos y la ayuda de sus socios externos, tomó en eso el mando, disposición para pulverizar el bolívar y la capacidad adquisitiva del venezolano y con ello retomó el vocerío y la mandonería que alcanzó después de caído Pérez Jiménez.
Cuando Caldera, siendo ministro de Planificación Teodoro Petkof, que como he leído, fue amigo de Roig, Fedecámaras logró se modificase la LOT, de manera que las prestaciones sociales de los trabajadores no se pagasen en base al último salario. Recuerdo al "catire", como le decían a Teodoro, diciéndoles a sus amigos de la izquierda y al país todo que, logrado eso, los aumentos salariales se harían cuantiosos y cada vez más frecuentes. Fue aquella, no una bella canción o historia romántica, sino un "cuento chino" o un simple embarque. Tales aumentos nunca se dieron, por lo menos ni en la cantidad y frecuencia ofrecidas. Sólo se dio que Fedecámaras hizo de nuevo un gran negocio.
El 1º de mayo del 2022, cuando los trabajadores esperaban un nuevo aumento, el presidente nada dijo y, en los días posteriores, pese las persistentes manifestaciones de protestas de los afectados, siguió haciéndose sordo y mudo. Pero aconteció algo que, por delicadeza, vamos a llamar inusual, a esa conducta se sumaron los dirigentes laborales de todas las tendencias. En el frente magisterial, donde se avanzaba en la discusión de un nuevo contrato, el vocero patronal unilateralmente dio por suspendidas las conversaciones y los representantes docentes se mordieron la lengua hasta el día de hoy. Es a todas luces un contubernio que, para hacerlo aparentemente honorable, pensando que los trabajadores son idiotas, se trajeron a un agente sin confiabilidad y nada honorable como la OIT.
Es obvio, pese haya quien no quiera creerlo que, la meta del empresariado, una vez que retomó la fuerza perdida en los tiempos de Chávez y habiendo asumido el rol opositor y el derecho de hacer de intermediario entre el gobierno venezolano y el de EEUU, dada la vergonzosa derrota de la oposición política por los garrafales y excesivos errores de la ultraderecha, es lograr la modificación de la LOT. Eso tiene mucho que ver con las corridas del dólar, dado como ya dijimos, la poca capacidad oficial de contenerla. Por eso cuando se habla desde el gobierno, como días atrás lo dijo Freddy Bernal y ahora Roig, de "un aumento salarial sostenible en el tiempo", que no se lo trague la subida del dólar y la inflación, también se insiste que los trabajadores, obligados por la fuerza del Estado, aflojen algo, lo relativo "al recálculo de las prestaciones" como dice Roig particularmente.
Este escenario ha servido para que, Jorge Roig, emerja de las sombras y de Instagram, pues la metalurgia no lo hace destacar mucho o como desearía, a posicionarse como figura descollante. Tanto que, para quien esto escribe, si ahora me preguntaran quién es el presidente de Fedecámaras, no sabría decirlo, "lo juro por estas cruces".
Declaraciones más recientes de Jorge Roig:
I
"Habrá un aumento salarial en las próximas semanas, pero no puedo adelantar de cuánto será porque es parte de un proceso de discusión donde tenemos el compromiso de no divulgar; "muchas empresas quisieran aumentar cada mes, pero por el recálculo de las prestaciones sociales no pueden hacerlo".
II
"Va a haber un aumento salarial en las próximas semanas. No puedo adelantar cuánto, porque eso es parte de un proceso de discusión y tenemos un compromiso de no divulgarlo", aclaró el integrante del Consejo de la Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en una entrevista para Circuito Éxitos.
https://correodelcaroni.com/laboral-economia/jorge-roig-asoma-aumento-salarial-en-pocas-semanas/
III
«Estoy convencido de que habrá un aumento salarial en las próximas semanas. No puedo adelantar de cuánto, porque es parte de un proceso de discusión actual»,
"Mañana se puede aumentar el salario mensual a 200 dólares, pero pasado mañana ya no es nada, debido a que en la actualidad no hay protección y cualquier aumento salarial sería absurdo".
Roig en sus declaraciones al hablar del aumento salarial, de manera directa, sin ocultamientos, en algún caso habla del "recalculo de las prestaciones sociales"; es decir pone énfasis en la modificación de la LOT. Y en otros, se vuelve más sutil, pero sentencioso o amenazante cuando dice que se podría aumentar el salario hasta 200 dólares, "pero pasado mañana ya no es nada". Y alega que "no hay protección".
¿A cuál protección se refiere? A la de los empresarios y lo relativo al cálculo de las prestaciones sociales por el último salario dado que, como sabemos, en tiempos de Chávez, se volvió a la vieja fórmula, la cual se cambió por gestiones de Teodoro Petkof. Pero tampoco la hay para el salario, dado que, quienes pueden, y Roig bien sabe quiénes, pueden hacer como por arte de magia y no por aumentos salariales, el dólar despegue de la pista o mejor se mueva a su saber y gusto.
Pero es digno de llamar la atención a los lectores que, de este asunto, del salario, sólo habla Fedecámaras por boca de Roig. Pero no en defensa de los trabajadores sino de los empresarios, mientras gobierno y los sindicalistas callan: La estrategia parece simple y hasta generosa, pero realmente es tenebrosa. Los venados corren tras los perros, los caballos, tras las carretas. Fedecámaras con Roig, pareciera estar defendiendo el salario y sólo trata de convencer a los trabajadores que acepten el "cambalache", aumento salarial pero a cambio de rebajar de las prestaciones. Y lo hace porque, a su sector, conviene y corresponde, sería su ganancia y por demás abundante. Sindicalistas y gobierno callan a espera que la idea se imponga sin salir responsables de la batalla perdida. Que los trapos sucios los lave Fedecámaras y Roig, quienes serían preferencialmente, los ganadores de dinero abundante.
