Mientras el imperio y el gobierno estén coincidiendo, aplicando el Plan de la Patria de Chávez alreves, estaremos más lejos del socialismo.
En uno de mis casi mil artículos escritos en esta página web, sostuve que la profesión de Politólogo era una de las más inútiles del mundo, debido a que toda persona independientemente de su grado de instrucción, sabia más de políticas públicas, que los que habíamos pasado 5 años al menos, jurungando textos teóricos y haciendo investigaciones estadísticas sobre esta materia. Es tan cierta esta afirmación que todos los políticos aseguran que la voz del pueblo es la voz de Dios y lo que el pueblo decide en esta área de la actividad humana es la correcta, por lo tanto, si es el pueblo quien toma las decisiones correctas y lógicas sobre políticas públicas ¿Para qué se necesitan politólogos? No es el caso, por ejemplo, de la Salud Publica, donde son los médicos y especialistas sanitaristas quienes toman las decisiones y el pueblo no se atreve ni a opinar.
Dadas las anteriores afirmaciones y queriéndome curar en salud, voy a tratar de fundamentar el título del presente escrito, que a lo mejor se extiende más de las dos cuartillas a las cuales están acostumbrados mis escasos lectores. Si tenemos alguna vaga idea del Plan de la Patria que nos legó El Comandante Eterno, veremos que los 5 Objetivos Históricos que allí están plasmado parten de lo Micro a lo Macro, o sea desde Defender la Independencia Nacional de la Patria venezolana, lograda durante los últimos 200 años, hasta Salvar a la Especie Humana y El Planeta Tierra. Para lograr esto El Comandante Eterno deja escrito, con su puño y letra cuales son los 26 objetivos Nacionales, los 168 objetivos Estratégicos y los 374 Objetivos Generales que deben ser alcanzados. Esta obra maestra de planificación puede ser usada por cualquier gobierno o pueblos del mundo contemporáneo.
Cuando estudié Ciencias Políticas en la ULA (1990-1995) y le preguntábamos al Profesor Sudafricano Franz T. Lee que era eso del Socialismo, él nos respondía que investigáramos que era El Capitalismo y que lo contrario era El Socialismo. Así de sencillo. Era el método dialectico de los opuestos. Si logras saber que es El Negro, sabrás definir que es El Blanco. Es por eso que si logramos conocer, cual es el Plan de la Patria, lograremos saber cuál es El Plan del Imperio, o sea su opuesto. ¿Es difícil entender lo que nos está sucediendo desde que El Comandante Chávez presentó este Plan como su Programa de Gobierno y el pueblo venezolano le dio su aprobación reeligiéndolo como Presidente de la República Bolivarianas de Venezuela? ¿Es que alguien con cuatro dedos de frente puede pensar que el Imperio más poderoso que ha conocido la humanidad, iba a permitir sin hacer nada, que uno de sus más fieles perros falderos le mordiera la mano, que según él ha alimentado, durante más de 100 años, sin recibir su castigo? .
Ante esa mordida de mano, lo primero que hace el amo de un perro es sospechar que tiene mal de rabia y como el pueblo dice “Que muerto el perro, se acaba la rabia”, el Imperio lo que hizo fue matar al perro para acabar con la rabia que le había atacado. Y lo más barato era meterle una bala en la cabeza o envenenarlo, antes que buscarle tratamiento sanitario y vacunarlo.
Hecha esta larga introducción pasare a justificar el título del articulo que hoy amablemente mis lectores tienen ante sus ojos. Para eso les pido hagan una aspiración y expiración de aire y ubíquense en un ring de boxeo donde uno de los contendores es el Presidente Obrero, enfrentado a el otro contrincante denominado Imperio, el cual lo tiene contra las cuerdas dándole hasta con el tobo. Para hacerlo más actualizado figúrense un combate entre Superman y Superbigote.
Hay que tenerlas bien puestas y capacidad de resistencia ante todas las presiones realizadas, para obligar al Presidente a aceptar que es El Capitalismo, el único camino que debemos transitar y que no hay otra salida y además que todo el sacrificio que ha tenido que hacer la humanidad en los últimos tres milenios han sido en vano.
El Presidente Obrero, haciendo de Patrono, intuyó cuál es su papel histórico en este proceso y actuó como le correspondía hacer a cualquier Patrón Capitalista, o sea negarse a aumentar los salarios a sus trabajadores, pues si estos ganan demasiado no van a tener incentivos para venir a trabajarles en sus empresas y se pueden convertir en competidores. La Mano de Obras es una mercancía más que se compra o se vende de acuerdo a las leyes del mercado.
Maduro aprendió que El Sindicalista justifica su existencia, es luchando por mejores reivindicaciones Sociales y Salariales para sus compañeros de Clase y que no le corresponde al Jefe de Gobierno sustituirlos, es por ello que deja en manos de sus antiguos camaradas la responsabilidad de lograr los objetivos salariales a través de las contrataciones colectivas.
El Presidente Obrero también ha aprendido, que todas aquellas medidas de protección a la población más vulnerable deben surgir de las necesidades percibidas y captadas por las bases del Partido y grupos sociales que le acompañan para que sean debatidas en los cuerpos deliberantes y es ahí donde deben surgir las medidas revolucionarias que El Estado debe implementar.
Reconocer que su gestión como Jefe de Gobierno, es y se ha desarrollado como cualquier gobierno capitalista corrupto y depredador, además de tener la valentía de recuperar algo de lo que ya ha sido depredado y que la pelea defensiva contra El Imperio le ha impedido tomar medidas a tiempo, nos dice que estamos frente a un hombre valiente que asume, como lo hizo Chávez, su responsabilidad y está dispuesto a sufrir las consecuencias de los hechos ocurridos.
Ayer 1ro. De mayo del 2023, se realizó el round, el cual en mi artículo anterior definí como decisorio para el futuro del Presidente Obrero. Todos los golpes que Superman les había suministrado al Estomago de Superbigote, hacían suponer que este doblaría las piernas y que en su esquina tirarían la toalla. El público rugía: ¡Salario!, Salario! ¡Salario! Y Superbigote, sacando fuerzas, de no se sabe dónde, gritó: ¡Bonos, Cestatickes, Macollas de pozos!! Y todo el mundo quedó como petrificado. Y comenzaron las maldiciones. En ese momento recuperé mi admiración por la decisión que tomó Chávez de dejarlo como su heredero político.
Mi hijo menor, que es un antichavista furibundo, cuando le hice leer el párrafo anterior, lo que hizo fue exclamar, ¡Ahora si padre, que te volviste loco! Y yo le respondí: Hijo, si Maduro no hubiera tomado las decisiones que tomó me sentiría defraudado y frustrado y prefiero ser considerado loco, pues eso me hace más humano y me eleva espiritualmente.
En mi próximo escrito trataré sobre los posibles escenarios en los cuales se moverá el Presidente Obrero, oficialmente El Superbigote en su combate contra El Imperio Superman.
Cualquier alusión o recordatorio sobre mi querida madre, les recuerdo que hace 48 años que no está conmigo físicamente.
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