No hay golpe de Estado. No hay sublevación militar ni rebelión. Lo que ha sucedido en la Federación Rusa es un motín por parte de un superior con actividades específicas para repeler ataques de grupos neo—terroristas provenientes desde Ucrania. Su tarea era repeler a fuerzas entrenadas por las OTAN dedicadas a hostigar a los rusos.
La guerra no se ha extendido geográficamente, pero si se mantiene en varios focos. En esta situación luce aquella máxima que en guerra todo se vale y un grupo de combatientes que se voltee no es raro en muchos enfrentamientos.
Todo se ha precipitado con los recientes hechos catalogados como de fracaso militar en la región de Kiev acaecidos después de la primera semana de junio (2023). Allí se demostró el desequilibrio militar ucraniano. La contraofensiva militar rusa ha quebrado como una galleta todas las líneas ofensivas y sometido al ridículo militar mundial a unas tropas que reunían a lo "mejorcito" de la OTAN. Son el hazmerreír militar de la región en este momento y su empresa para controlar en un supuesto liderazgo único en contra de Rusia acaba de derrumbarse.
Las misiones de buenos oficios provenientes desde China y de la Unión Africana han sido puestas en el congelador. Rusia que se había esmerado porque estos buenos enviados hicieran un trabajo de buenos oficios donde se entendiese por parte de todo el grupo militar extranjero que seguir abriendo la hipérbole de la guerra solo va a traer consecuencias peores que lo vivido con la anterior Guerra Fría y que ahora el planeta va a quedar enfrentando una fina y débil línea nuclear la cual ha sido rota. Ante esto la respuesta de Ucrania ha sido la aprobación de una ley la cual prohíbe cualquier intento o acuerdo de paz.
Todas las negociaciones se han venido abajo. La prensa mundial tapa como un gato y maúlla los errores militares sobre el terreno ucraniano de los cuales nadie es responsable. Lo del 8 de junio del 2023 es resuelto con declaraciones de una supuesta contraofensiva que nunca existió. Todo es imaginación de la OTAN ante el apoyo que dan a los terroristas.
Desde febrero de 2022 muchos mercenarios se han puesto a la orden de ambos bandos pues el llamado a incorporarse a una cruzada mundial ha sido vasto, notorio y muy público por parte de la OTAN y el actual mandatario ucraniano. Inmediatamente Prigozhin captó a muchos de ellos y construyó una extensa brigada la cual dio resultados conteniendo a los mercenarios del otro bando.
En el campo de batalla pudiesen estar bajo su mando cincuenta mil de ellos. Pero tomando en cuenta la extensión de Rusia superior a diecisiete millones de kilómetros cuadrados y a más de ciento cincuenta y cinco millones de habitantes esa cantidad de hombres en armas no es nada y si están muy armados apenas tienen dos brazos para desenfundar sus armamentos.
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En Siria los mercenarios superaron los noventa mil hombres provenientes de noventa países con una basta logística militar. Su población es apenas diecinueve millones de habitantes y militarmente no pudieron, ahora bajo las condiciones rusas es impensable un triunfo y el sueño histórico de marchar sobre la capital Moscú vuelve a esfumarse de nuevo para seguir en su táctica de sumarse militarmente a otros que han tenido que unirse para declararse una sola súper potencia.
Las fuerzas impostoras han recibido una dosis de su misma medicina con Prigozhin quien ahora se encuentra "detenido" en uno de los principales aliados del Kremlin, Bielorrusia. En esa zona no está de huésped, está inmovilizado mientras Rusia se encarga de sus mercenarios.
Bielorrusia es sin dudas un gran aliado de Moscú. En este país ya hay alojada armas nucleares y esta forma parte de la línea de defensa más extensa que ha pedido Putin sobre su territorio la cual cada vez lo hace más intocable.
Casos como estos hay muchos a lo largo de todas las guerras desarrolladas amplia y descaradamente a lo largo del siglo pasado por las viejas potencias. Unos se suman a un bando o se pasan a otro.
Todo indica que estos grupos ahora bajo las órdenes de otro caimán atacarán, aunque en sus filas muchos estén pensando que lo mejor es detenerse pues la respuesta rusa está lista como un cerillo a una caja de fósforos. Ya sintieron la primera embestida, otra los destruiría.
Como es de esperarse por parte de Europa agazapada en la OTAN es el recrudecimiento del conflicto en un área que geográficamente no le pertenece a ninguno de los involucrados. Seguir en la guerra es un claro negocio el cual hasta hoy nadie está en capacidad de detenerse pues como una manada sus decisiones, valoraciones o advertencias están sumidas por EE.UU. y sus títeres militares. El conflicto se va a extender y lo va a hacer de una manera mucho más violenta y peligrosa. El terreno está rendido para las ojivas nucleares.
Hasta más pronto…
Miguel A. Jaimes N.
Director del Diplomado Internacional en Geopolítica del Petróleo y Energías — Venezuela.
26 junio 2023A
Dr. Miguel A. Jaimes N.
Hasta más pronto...