"a la hojarasca la habían enseñado a ser impaciente;
no creer en el pasado ni en el futuro. La habían
enseñado a creer en el momento actual y a saciar en
él la voracidad de sus apetitos".
"La Hojarasca". Gabriel García Márquez.
Hace dos o tres días, se prendió por las redes, específicamente por twitter un candente debate, no ajeno a las bajezas que suelen anidar y desparramarse en algunas personas, por unas declaraciones de María Alejandra Díaz, del año 2015, cuando era diputada por el Psuv y asidua acompañante de Mario Silva en el programa La Hojilla. En esas declaraciones hizo serías críticas, expresadas más o menos en los siguientes términos. Cito de memoria:
"¿Cómo se le puede hacer contraloría a unos funcionarios, si los supuestos encargados de hacerla son ellos mismos. Dado que son quienes controlan el partido".
Quienes salieron "contra", las comillas porque eso fue lo fundamental, María Alejandra Díaz, pasaron por alto que el video difundido fue grabado en el 2015, cuando estaba en el PSUV y gozaba del aprecio y respaldo de Mario Silva.
Y, en ese entonces, habló de algo acerca de lo que, quien esto escribe, ha venido planteando desde hace mucho tiempo, desde el mismo momento que nació el Psuv. Revisando mi archivo y dado que a ese tema le he dedicado particular atención, puesto que está íntimamente relacionado con los habituales y contínuos errores de quienes gobiernan y particularmente de la pandemia de corrupción, encontré este trabajo digno de reponer, con la intención o disposición que nunca olvido, de llamar a la revisión y corregir lo que sea menester.
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Uno no se cansa de asombrarse, como diariamente y a lo largo de cada día, leer a quienes aparecen haciendo análisis políticos, sobreponiendo sus deseos, buenos y hasta malos sentimientos, ante la realidad.
Lo que De las tantas explicaciones que se dan acerca de las causas por las cuales estamos como estamos, una muy persistente es que Maduro y sus acompañantes, "no atendieron" al llamado de "golpe de timón", hecho por Chávez en el 2012. El gobierno se defiende diciendo, en eso ha puesto empeño, tanto como darle por demás pertinencia al asunto de las "comunas y el gobierno comunal".
Quien esto escribe, ya lo he dicho varias veces y por distintos medios, no soy lo que comúnmente se llama un político o un militante "religioso". Uno de esos tipos de disciplina, dispuesto a asumir y volverme portavoz de la línea de partido y proceder del partido o su dirigencia, pese no la comparta, no esté convencido de su validez, ni ganado para darme golpes de pecho, someterme a los demandas de la iglesia, sus sacerdotes y salir de inmediato a pecar. Por eso, en mis años de militancia, siempre se me mantuvo al margen, con desconfianza y nunca, como suelo decir, "he sido candidato a nada". Pero también eso me consuela para no sentirme herido y para que no tomen como enemigo.
Voy a contar dos anécdotas, a manera de ejemplo, como ha sido mi conducta militante. Cuando por decisión de Chávez o Luis Miquilena, se designó al capitán Dávila, un desconocido en la zona, para asumir el rol de Secretario General del MVR en Anzoátegui, protesté aquella decisión cupular y me mantuve alejado, tanto que esa dirección, formada de manera convencional me ignoró por completo. No fue una decisión personal contra el designado sino por el procedimiento. Antes, en una reunión de un grupo del cual formaba parte a manera de Comando Municipal, en Asamblea, se me nombró para que fuese ante Miquilena a plantearle un problema con el fin que lo resolviese; me negué, por dos razones. La primera, como alegué, eso no era competencia de Miquilena, sino de nosotros y segundo que, pese ese señor fuese el secretario general del MVR, y Chávez lo llamase "mi padre", yo por saber bien quién era, me negué siempre a aceptarlo, y dije, eso lo escribí hace años antes que sucediese, que él sería de los primeros en apartarse de Chávez.
Mi archivo revela mis usuales discrepancias con Chávez, en sus mayores momentos de gloria y pese, el Comandante gozaba y goza de mi apoyo y respeto, por su persona, concepciones e indiscutible buena fe y por aquella bella iniciativa de intentar unir las fuerzas de América Latina en una propuesta común que es hoy, y hasta que se logre, nuestro objetivo primordial. Pues no me ha animado el deseo se me tome en cuenta para alcanzar posiciones, sino una necesidad profunda, muy internalizada, de decir lo que percibo y lo hago porque siento necesidad de ayudar y no "ayudarme". Por algo fui formado en la escuela de quienes quieren escribir la historia y esta es como es y no como a uno le interesa.
Por esto mismo, digo, como analista e historiador, que no me satisface la prédica según la cual, estamos como estamos, porque Maduro se negó a atender al llamado de "Golpe de Timón", hecho por Chávez en el 2012. Pues, como en anteriores oportunidades lo he dicho, no es extraño hallar al comandante contradiciendo su discurso con lo hecho por él mismo o dejando que sus subalternos continuasen su tarea.
Hay quienes suelen, en muchos casos, refocilarse elogiando al comandante y ofreciendo acerca de él una narrativa poco realista para ganar prebendas y hay, de un bando y otro, como competencia, acerca de quién de ellos es más papista que el papa. Seguro estoy que al comandante, eso no sería de su agrado.
Además, una cosa es una demanda general, difusa, teórica y en veces abstracta y otra los planes y acciones concretos.
Hay quienes eso explican, bastante me lo han dicho, en las presiones a las que se veía sometido; respuesta a la que poco valor le ha dado por el fuerte y personal carácter de su liderazgo.
Es necesario intentar ser "más curioso". Soy más dado a creer que, por las características como contingentes de aquel proceso, la improvisación, las opiniones y presiones de última hora y la diversidad de pensamiento entre quienes le rodeaban, muchas veces hasta contradictorios, prevalecían, tanto que no se percataron, Chávez ni nadie, que "la hojarasca es impaciente" y no cree "en el pasado ni en el futuro". O como suelo decir, pasaron dos trenes en direcciones contrarias, en uno de ellos iba la "hojarasca", y abordamos el otro o nos quedamos parados en el andén esperando el siguiente y se hizo tarde.
Es decir, la explicación sería más amplia. Como que había, lo que ya aludí, de serias contradicciones entre quienes le rodeaban y ejercían el control organizativo; mientras el comandante mantenía su liderazgo en las masas, impedidas estas de influir en el "Cambio de Timón", circunstancias que no permitieron percibir el paso fugaz de la hojarasca. "Después de ella sólo quedaba un domingo en los escombros de un pueblo, y el eterno trapisondista electoral en la última noche de Macondo…."*. Y ahora nos damos cuenta que "Todo lo había traído la hojarasca y todo se lo había llevado"**. *-**"La hojarasca".
Hay casos, vamos a llamarlos emblemáticos, más para dejar la marca o llamar la atención que por otra cosa, que otras veces he mencionado. Un domingo, en "Aló presidente", escuché y aplaudí un mensaje o discurso del comandante, condenando la práctica impuesta en el Psuv, de tener de dirigentes del partido a quienes al mismo tiempo dirigían el gobierno, ministros, Gobernadores, Alcaldes, pero el lunes siguiente, el mismo personaje que hizo aquella condena, anunció el nombramiento de Rafael Ramírez, que de paso estoy absolutamente seguro, de eso nada sabe, me refiero a lo de un partido ganado para el cambio, vicepresidente del Psuv para oriente. Y, esta práctica se impuso y generalizó, siendo él, el comandante en vida. Lo de ahora es una continuación de aquello.
Es más, los hechos parecen haber dejado suficientemente claro que, si algo había que cambiar en aquel momento, era la estrategia petrolera y en eso no hubo ningún cambio, tanto que hasta Ramírez siguió siendo el "Rey Midas" o el "Zar de las finanzas".
La realidad, la vida de un instante, en mayor medida está determinada e influida por el inmediato pasado. Los cambios en la sociedad toda, nunca llegan, porque no pueden serlo, tan radicales. El hoy es distinto al ayer y el mañana, hablo de 24 horas, es cierto, es lo dialéctico, se mire el mundo como Marx o Hegel, pero los cambios son sutiles. Maduro asume el poder bajo unos preceptos, una forma de liderazgo y una visión del mismo establecidos por su antecesor o mejor por la contingencia de los hechos pasados. Esta forma de liderazgo fue la impuesta de la impronta que significó el nacimiento del liderazgo de Chávez, que no surgió por la militancia y lucha más menos larga dentro de un partido y los movimientos sociales y formando parte de una vanguardia experimentada y homogénea que le acompañó, sin dejar de debatir y hasta confrontar, sino de unos hechos y relaciones emergidos como de una explosión y por lo tanto inmediatos e improvisados.
Por eso, el liderazgo de Chávez fue y es por demás muy "personal", su relación o vinculación fue establecida directamente con la multitud y con una fuerte carga emocional y contingente, dentro de un modelo electoral. No hubo entre él y los cuadros dirigentes del MVR y luego el Psuv una relación coherente con eso que llaman la dirección colectiva, no había una organización con autoridad y disposición para influir en el proceso. Él, el presidente Chávez, por el carácter de su liderazgo, relación emocional directamente con la multitud, no se sentía obligado a prestar mayor atención a la dirigencia subalterna. Al contrario, esta se le rindió ante su magia y poder. Aunque no es subjetivo decir, hubo muchos quienes sin discurso, callados, con la contundencia de sus hechos, dejaban claramente establecidas sus diferencias con el comandante. Muchas de esos casos, oficialmente pasaban desapercibidos; en otras circunstancias, los "infractores", aunque no les hayan agarrado con las en la masa o para evitar que eso sucediese, armaron sus maletas y se fueron a EEUU. Pero otros no, hubo casos como el del general Müller Rojas, que discrepo directamente con el comandante en asuntos sustanciales como el de la relación de los militares con el proceso y optó por marginarse.
Lo que sigue, es un correo enviado a alguien que ha sido portavoz de esa versión según la cual Maduro, por su propia iniciativa y la de su grupo, ignoró el llamado "Golpe de timón", que no pensaba divulgar, cambié de opinión y opté sin nombrarle, hacer esta reflexión pública.
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Ayer cumplió años el discurso de Chávez, sobre el "Golpe de Timón". Tú has escrito sobre eso y algo he leído. Ahorita mismo he leído por enésima vez el tan famoso discurso. Qué si bien pareciera poner énfasis en lo de las comunas, uno se siente obligado a pensar que los asuntos y temas no son aislados. No puedes llamar a cambio de rumbo en un sentido, en un sólo aspecto, sobre todo cuando las concepciones que manejas sobre otros asuntos sustanciales y de los cuales va depender el éxito de lo que te propongas, como las comunas, siguen inalterables. habiendo razones para revisarlas y ajustarlas.
Mi consulta está envuelta en esta pregunta: ¿Consciente o no, en verdad, Chávez fue coherente con ese discurso?
Yo tengo un defecto, el mismo que no me permitió, pese mi larga militancia y participación desde 1957, en legalidad o no, en lo electoral o no, aparecer de candidato a nada, porque nunca, eso que llaman "disciplina de partido", no pudo sobreponerse en mí a los dictados de mi conciencia, libertad y de mis análisis, fundamentados en los rústicos instrumentos científicos que manejo. Dicho de otra manera, puedo vivir equivocándome, y seguro que ha sido así ha sido, pero nunca me presté ni me presto para mentir o vender como verdadera una narrativa porque es la coherente con la línea y el hacer del partido y por "cumplir" con ella. Tampoco tengo por costumbre o práctica, por razones políticas, decir lo que no es y menos inventar para afectar a ayudar a alguien
Por esto mismo, te digo que observo en cierta izquierda, la tendencia o "manía", de usar ese discurso de Chávez, el del "golpe de timón", contra Maduro, y su gestión, acusándole de no haber cumplido esa tarea y no ven, ni por asomo que, hay una continuidad que yo percibo como sustancial. Claro, el desastre que abate a la economía venezolana y la vida de los trabajadores, digo así porque llamarle crisis es poca cosa, que es la resultante de un proceso que tiene sus raíces muy complejas, extendidas y más atrás, lo cual hay también que revisar con detenimiento, basta con recordar a Ramírez y sus garrafales "errores", también dicho así para no herir a nadie, en materia estratégica en el área petrolera, como lo han demostrado técnicos del área amigos y militantes de la izquierda, ha hecho que los gringos y Fedecámaras, hayan terminado poniendo a Maduro, no contra las cuerdas y disposición de buscar acuerdos, lo que no es malo, me refiero a lo de buscar acuerdos, sino en demasiada desventaja por el tiempo y todo lo acontecido.
Es obvio que las amistades con China, Rusia, etc., no han servido para remontar este desastre; quizás sí para evitar que la caída haya sido más estrepitosa. Y tú sabes bien por qué. El capitalismo no da limosnas si no está seguro ¿cuánto hay pa` eso?, aparte de otras circunstancias de diferente carácter.
No soy experto en economía, sólo soy un modesto profesor de historia que maneja los valores económicos, estructurales, en el análisis del hecho histórico, algo así como formado en "Historia de la Economía", donde quienes saben de economía me son de indispensable ayuda y, además, soy aficionado a la narrativa. Pero si me considero, en cierto modo, perdona la inmodestia, un conocedor del tema relativo a la concepción de partido y por supuesto el liderazgo. Ese fue mi trabajo por años, desde que en 1957 ingresé a la AD clandestina y luego en el MIR, tuve un excelente maestro en mi entrañable amigo y compañero Moisés Moleiro, de quién bastante discrepé, en sus tres etapas, la primera legal, luego la clandestina y de nuevo la legal. Es decir, pude trabajar y estudiar el tema en distintas circunstancias, no me formé solamente en el libro por alguien escrito con limitada experiencia, sólo en una etapa o circunstancia, como aconteció con Kléber Ramírez, quien para alguien muy respetable, fue el mentor de Chávez en ese asunto.
Cuando se tiene, como lo tuvo Chávez, hasta su muerte, un concepto de partido vertical, autoritario, donde las bases sólo deben limitarse a cumplir tareas, electorales o de otra naturaleza, aunado esto a su formación militar, pese el discurso diga otra cosa, y por supuesto, peor cuando se trata de quienes están afuera, también es esa la concepción del Estado y del modelo que se quiere implementar. El concepto de partido que hasta ahora ha prevalecido, no sólo en el Psuv, sino en todos los partidos, de la derecha extrema hasta la izquierda, incluyendo al PCV, nada tiene que ver con lo "protagónico y participativo" que está estampado en la constitución.
Siempre he dicho y seguiré diciendo hasta que me muera, que las comunas, como un ensayo para introducir modelos nuevos en la sociedad capitalista, con la buena intención crezcan y se multipliquen, no puede ser producto de una ley. Es decir, no es la ley primero, sino los ensayos, impulsos, hacer que el pueblo las asuma como deben ser y hasta les de su emoción, forma y contenido, fundamentalmente como centros de producción y bajo relaciones de propiedad distintas, que el Estado no las atrape. La ley debería llegar después para recoger y normar lo sembrado y cosechado, tal como lo dictó la democracia, creatividad popular y la realidad.
Poner a las comunas bajo el control del partido o como formando parte de él y ambos bajo el control del Estado, no es dar un golpe de timón y esto emergió y se mantuvo con Chávez. Por eso acontece lo que sabemos. Es más o menos lo mismo que expropiar una empresa del capital privado cuando ello esté justificado o llegado el momento preciso, para ponerla bajo el control del Estado e ignorar a los trabajadores, quienes seguirán bajos las mismas relaciones, obreros de un patrón para el cual producen bajo unas relaciones capitalistas.
Pero que yo sepa, después que Chávez habló de "El golpe de Timón", en el año 2012, por lo menos no percibí, ni percibo, que esa decisión siquiera comenzase a operar. Al contrario, el partido se hizo más vertical, tanto que gobernadores y alcaldes, puestos a dedo o por decisión de la maquinaria grupal que controlaba al partido, como la de Aristóbulo en Anzoátegui, eran de hecho, mecánica o burocráticamente, convertidos en jefes del mismo en su jurisdicción. Fue como un repartimiento feudal y Chávez estaba vivo y nada se sabía de su enfermedad. Es más, comenzó a operarse un proceso que, al parecer, la mayoría de la gente no pareció percibir; me cansé de hablar y escribir como loco, que el Psuv empezó como a "federarse" o mejor enfeudarse. Es decir, ciertos estados o entidades federales se asignaban como parcelas feudales a determinados grupos o personajes. Por ejemplo, Anzoátegui, que antes fue de Ramírez, se le otorgó a Aristóbulo.
Eso que he descrito y tú lo sabes mejor que yo, tiene su repercusión en el manejo del Estado todo, la economía y el modelo social y por eso vimos que, pese ese discurso, todo siguió como venía.
Lo expongo de esa manera por mi formación docente y aficionado a la narrativa. No intento exculpar o justificar a Maduro pero tampoco hacerme portavoz de una narrativa convencional y premeditada.
Maduro y Cabello no hicieron más que heredar las concepciones que les dejó Chávez, lo que impulsó y apoyó en la práctica, lo concreto, pese el discurso; y por ellas se han guiado, hasta con fidelidad. Te digo esto porque creo llegada la hora de desenrollar la madeja y no sigamos con narrativas convencionales, en favor de un grupo u otro; todo lo contrario, estamos obligados a reponer la verdad. Pues como dice el venezolano y esto creo me viene "de perla", quien vive de ilusiones, muere decepcionado".
Ya este tema lo traté con otros amigos y hoy voy a seguir en lo mismo; hasta ahora, hemos coincidido. Ahora que te lo planteo, espero tu respuesta, pues me será muy útil, para lo que me propongo hacer y mi aprendizaje.
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Pero ahora agrego una nota. Quienes hacen críticas a Maduro y al gobierno por sus burocráticas y hasta arbitrarias maneras de manejar al partido y la relación de este con el gobierno, aplauden, elogian y admiten por ejemplo, cuando eso mismo proceder opera en Cuba y ellos, en sus partidos, nuevos o viejos, siguen haciendo lo mismo.