La juventud e izquierda adecas consideraron al gobierno de Betancourt solidario de los grandes consorcios.
La izquierda consideró al gobierno de Betancourt, solidario con los intereses de los grupos económicos nacionales e internacionales; años más tarde, Domingo Alberto Rangel (DAR), la figura más descollante de aquel sector, diría: "Para Mendoza o Vollmer, los años de Betancourt y Leoni significaron casi siglos por la amplitud de las acumulaciones de capital que el Estado permitió".16-17
Estas circunstancias explican la salida del sector izquierdista de AD para fundar el MIR. El proceso de rompimiento llegó a su culminación cuando se pasó al Tribunal Disciplinario del partido blanco a Domingo Alberto Rangel, acusado de agredir a la dirección sindical al calificar de anti- obrero el contrato que FEDEPETROL (Organización sindical de los obreros petroleros), controlada por AD, había firmado con las compañías petroleras extranjeras y, a Américo Martín, a causa de publicar un artículo en la prensa caraqueña titulado "La división del APRA, una advertencia".16
Américo, en su artículo, advirtió sobre lo ocurrido con el APRA, partido peruano de Raúl Haya de La Torre, dentro del cual, en octubre de 1958, durante la VI Convención, un grupo de dirigentes juveniles, liderado por Luis de la Puente Uceda, reclamó el retorno al programa original, antiimperialista, revolucionario y popular, del partido, por entonces embarcado en una alianza con el presidente Manuel Prado Ugarteche.
Como resultado de aquella manifestación de inconformidad fueron expulsados un gran número de dirigentes apristas de izquierda, quienes constituyeron el APRA Rebelde. En 1962, la organización cambió de nombre a Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de corte marxista, y, en 1965, bajo este rótulo, inició una lucha armada.
Por cierto, si comparamos lo narrado anteriormente con respecto al APRA y su sector izquierdista, sus reclamos y decisiones posteriores, como el nombre del nuevo partido y su opción por la lucha armada, hallaremos bastante similitud con lo que aquí pasó en AD, con pocos meses de anticipación. Por algo se dijo que AD y el APRA fueron como partidos hermanos.
Similar proceso se cumplió en URD, donde convivían tendencias de índole distinta, desde el punto de vista cultural y de la moral política. La encabezada por Jóvito Villalba, pragmática] y oportunista, susceptible de inclinarse hacia aquel sector de la cúpula que más presionase o mayor fuerza mostrase; otra que podría calificarse como muy nacionalista, formada por hombres como el ya nombrado Ignacio Luis Arcaya y José Vicente Rangel y la izquierda, encabezada por José Herrera Oropeza, quien llegó a emitir juicios como éste, que nos sirve para demostrar lo que sobre él hemos dicho:
"Una cosa es cierta; el régimen democrático representativo de Venezuela ha sido objeto de varios cuestionamientos en los últimos tiempos, precisamente por la conducta sumisa ante el cartel Internacional del Petróleo".[1]
En la misma obra que estamos utilizando, agrega más adelante:
"Mientras otras áreas de la tierra con profundos problemas sociales, económicos, religiosos y de razas, siguen su ascendente camino hacia el socialismo, buscan y encuentran instrumentos idóneos para el control de sus riquezas como el mejor medio de asegurar los principios esenciales de la soberanía, el régimen de Venezuela retrocede en cuestiones fundamentales como la relacionada con las concesiones petroleras".[2]
Observemos que por lo expuesto, quien fuera un dirigente destacado de URD, reclamaba del gobierno venezolano una actitud diferente en materia petrolera y le acusó de mantener "una conducta sumisa frente al Cartel Internacional del Petróleo"[3]. Y además pareciera que deseaba de nuestro gobierno una conducta favorable al socialismo.
Estas circunstancias influyeron para que AD y COPEI pasasen a dominar la escena política venezolana, después de la presencia fugaz del caudal electoral de Larrazábal, capitalizado hábilmente con posterioridad por Jorge Dáger y su FDP[4] y la participación incolora, en el gobierno de "Amplia Base", de Arturo Uslar Pietri y su partido de la campana. Después del gobierno de Leoni, comenzó el movimiento pendular, un quinquenio para AD y otro para COPEI.
Pero por encima de lo formal, esté AD o COPEI en el gobierno, lo importante y lo que define al modelo democrático nuestro, es que ambos partidos dominan el escenario y de manera específica y concreta los órganos del Estado y las palancas que impulsan a éste. Hasta las clases que manejan la economía dividen sus preferencias entre AD y COPEI.
Los efectos de la lucha armada en la década del 60.
La conducta de la izquierda en la década del 60, que se caracterizó por la participación de ese sector político en la aventura que casi todos hoy califican de errónea, en el menor de los casos, se admite que terminó en una derrota, también aportó su concurso para consolidar el bipartidismo.
Alfredo Maneiro, ex comandante guerrillero y uno de los primeros en abrazar esa forma de lucha, comentó que:
"Los jóvenes revolucionarios venezolanos con fe, se incorporaron a una aventura…..en la prédica o en la práctica, casi toda América latina vivió un boom guerrillero después de la Revolución cubana".[5]
Y se llegó a eso, según Maneiro, por la presencia de "una situación revolucionaria ascensional con ocasiones potencialmente insurreccionales".[6] Para agregar de seguidas, "era la hora de Cuba y toda la magia guerrillera tan magistralmente acreditada por ese fresco ejemplo de iniciativa revolucionaria…"[7]
La lucha armada para asirse del poder político y militar significó para la izquierda el abandono de todos los frentes de lucha de masas y su virtual ausencia del medio urbano. Seis o siete años después de iniciada aquella aventura, la izquierda quedó reducida, y así emergió a la legalidad, a pequeños grupos y alejada de todos los órganos de poder, tanto del Estado como de los frentes de masas.
Al efecto dice Maneiro:
"Lo cierto es que la lucha popular contra el gobierno de Betancourt, que a la altura de 1961 y 1962 interesaba, entusiasmaba y podía incorporar a un porcentaje elevado y, en todo caso, mayoritario de los pobladores de Caracas, que es el centro decisivo de la sociedad venezolana, para el año 64 ya provocaba resistencia y desconfianza. Devino en un asunto nada más que activistas de izquierda. Desde entonces se hizo visible, y adquirió velocidad el proceso de desgaste político, material y organizativo".[8]
Todo quedó en manos de AD y COPEI, porque partidos como URD, el Frente Democrático Nacional (PDN), de Uslar y Fuerza Democrática Popular (FDP) de Jorge Dáger y el contralmirante Larrazábal, no tuvieron aliento y estímulo necesarios para mantener los respaldos que una vez disfrutaron y murieron de inanición.
Desde el momento mismo que Betancourt se convirtió en presidente, según los voceros de la izquierda, se planteó que, para consolidar la democracia representativa, como se ha dicho ya, había que aplicar una política que tranquilizara a los sectores de presión del sector conservador y capitalista y también al capital internacional. Para los políticos del orden por establecerse, según el querer de Betancourt y Caldera, era cuestión de proceder con cautela y asegurar primero la estabilidad democrática. Eso explica que en los últimos años, desde algunos sectores de AD, no sin timidez, se agiten consignas acerca de la necesidad de darle un contenido social más profundo a la democracia.
Por lograr esa estabilidad se tomaron las medidas ya comentadas, incluyendo la marginación del PCV[9]. La división más reciente, que dio origen al MEP (Movimiento Electoral del Pueblo)[10] y tuvo como detonante las elecciones primarias para escoger el candidato a la presidencia por el partido, también se le inscribe en esa estrategia de Betancourt para garantizarle mayor estabilidad a su proyecto político.
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[1]0 El MEP, es el partido nacido de la división de AD a causa
10 El MEP, es el partido nacido de la división de AS a causa de las discrepancias surgidas a raíz del triunfo
en las elecciones primarias internas, ganadas por la tendencia que postulaba la
candidatura presidencial del Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa
[1] Herrera Oropeza, José
[2] Ídem.
[3] Ídem.
[4] FDP (Fuerza Democrática Popular), partido fundado por Jorge Dáger, exmiembro de la Junta Patriótica que dirigió las luchas civiles contra Pérez Jiménez; organismo que presidió desde la clandestinidad el urredista Fabricio Ojeda.
[5] Maneiro, Alfredo: cita textual
[6] Ídem.
[7] Ídem.
[8] Ídem.
[9] Muchas veces se comentó entre círculos confiables que Betancourt apresuró la división de su partido y la expulsión del sector izquierdista para darle una imagen de más confianza a sectores que eran de mayor interés para él.