Cuando las inhabilitaciones recaen en uno sí y en otros no, se dudará de la institucionalidad. Este tipo de situaciones serán vistas como la reedición de un instrumento tan retrógradamente perverso como lo fue la Santa Inquisición.
Observamos en la práctica la antinatura en lo que se convirtió la Contraloría General de la República. Sus decisiones parecieran estar guiadas por instintos primitivos.
La Contraloría no existe, es un fraude para todo un país con incontables escándalos de corrupción sin determinación de responsabilidades administrativas.
Un país en donde miles de inhabilitables están habilitados para seguir robando el dinero del pueblo, pese a las impecables actuaciones que en algún momento hicieron los órganos de control fiscal. Todo se puede tapar porque a un sector le da la gana de evitar determinadas inhabilitaciones.
Una situación que hace a mártires a los inhabilitados del sector opositor por el pobre desempeño del Contralor. El pésimo funcionamiento de la Administración Pública por la ausencia de mecanismos de control es culpa del Contralor, quien se inhabilitó así mismo para ejercer las funciones propias de su cargo.
Debate y Primarias
El reciente debate de los precandidatos de la oposición permitió observar los distintos planteamientos de los aspirantes en un proceso atípico, marcado por contradicciones. Una buena parte de los venezolanos, independientemente de la afinidad política, está en busca de una opción o alternativa.
Es lógico que los inhabilitados apuesten a las primarias como mecanismo legitimador para impulsar que se levanten las inhabilitaciones, mientras ellos proponen, el poder hegemónico constituido dispone. Por otra parte, hay una alta probabilidad de que no se realicen las primarias.
Lo atípico está en que el juego está trancado, con las inhabilitaciones y una eventual suspensión de las primarias, como algunos actores llevan tiempo vaticinando. En consecuencia, los precandidatos actúan sin querer queriendo como una especie de pescadores en río revuelto.
El debate dejó claro de esa dualidad de posturas, se seguirá debatiendo sobre si es "hasta el final", o si se impone la denominada "línea sucesoral".
Diría Cantinflas, "¡Allí está el detalle!", eso si se mantienen las inhabilitaciones y/o se suspenden las primarias.
¿Qué hará la oposición? ¿Se unirán?
Creo que pasará lo que repetía Carlos Andrés Pérez, "ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario".
Cualquier cosa puede ocurrir en Venezuela, los próximos acontecimientos posiblemente pudieran propiciar mayores rupturas en la oposición como también en el gobierno.
Del debate observé flojo a todos los candidatos ante la pregunta donde se les invitaba a brindar un mensaje a los familiares de los presos políticos, pues le preguntaron, en concreto, ¿Qué harían ellos por los presos políticos "para ayer" como decimos en "criollito" y no para después del 22 de octubre o el 5 de enero del 2025? Los moderadores plantearon situaciones de enfermedad crónica, se habló de tortura.
Simplemente, ninguno de los derechos de palabra, respondió en concreto la pregunta. Como que necesitaron que le echaran una ayudaita como a María Bolívar. Quizás una Nitu Pérez Osuna, les hubiera dicho en su espacio de entrevista tajantemente: "no te pregunté eso".
Si bien se habló del tema sin deslucir, lo califico flojo porque no se llegó a nada. Es cierto que en manos de los precandidatos no está la liberación de presos.
Sin embargo, pudieron plantearse suscribir un acuerdo entre todos como precandidatos con acciones concretas en la lucha de los derechos humanos de los presos políticos y de los dirigentes sindicales. Una de esas acciones pudo haber sido dirigirse al Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas o acompañar a los gremios ante la Organización Internacional del Trabajo.
Las intervenciones no se salieron de nombrar casos emblemáticos, el que yo hice esto, como dando a entender gracias a mí y no podía faltar, luego de que gane firmaré el esperado decreto.
Qué esperanza tienen esos presos políticos y su familia. Les mandaron a decir que se esperen hasta el 5 de enero del 2025, nada más y nada menos que 1 años, 5 meses y 21 días, o lo que es igual a 543 días.
No hay moral para inhabilitaciones políticas
Con qué moral se inhabilita a los adversarios políticos, así se tenga de elementos, mientras que, por otro lado, los panas desfalcan alegremente a la nación.
El legado del Contralor está siendo su propia inobservancia y omisión ante la recurrente falta de transparencia y de eficiencia en el manejo de los recursos del Estado. O es que las Alcaldías, Gobernaciones, Ministerios, Universidades, Empresas del Estado, Servicios Autónomos y Fundaciones Públicas son un modelo de gestión administrativa para América Latina y del Mundo.
En este país, lo único que falta es que el peculado de uso tenga rango constitucional porque cada día lo vemos a diario. Eso pasa porque el contralor está controlado, precisamente para no controlar lo que no conviene controlar. Valga la redundancia.
Lo ideal sería, que el fin de un ciclo debería cerrarse sin traumas con una elección presidencial, pero todo este incierto panorama dilatará una posible recuperación económica, tan urgente para el país y que no debería postergarse por temas políticos - electorales.
En lo que se refiere a las inhabilitaciones, se deben acompañar si se ajustan a derecho, previa demostración de responsabilidades, respetándose el debido proceso. Y siempre y cuando recaigan en los verdaderos responsables de daño patrimonial, sean del color que sean.
Por eso estamos, como estamos, muchos festines sin ningún tipo de control desde hace muchísimo tiempo.
Como decía el Dr. Arturo Uslar Pietri, "Venezuela debió ser la envidia de América Latina, con tantos recursos" y miren como estamos. Ya después de 24 años y con todo ese poder, no se le puede echar la culpa a la IV República.
La reinstitucionalización de la Contraloría General de la República se ve lejana, pero urge que se haga con un funcionariado que no responda a los intereses de ninguna parcialidad partidistas.
Una Salida Política y Electoral
Sin duda se perdió la seriedad, lo más salomónico es que se realicen las primarias opositoras, sin inhabilitados.
Ya el expresidente de Uruguay, José "Pepe" Mujica lo había asomado en febrero del año 2019, de una salida a lo Nelson Mandela. Dijo que era necesario que la Organización de las Naciones Unidas "dé garantías de un proceso electoral de renovación".
Mujica opinó que es necesario:
Garantizar elecciones libres donde se presenten todos, absolutamente todos".
"Porque es sabido que hay un chavismo antimadurista, es sabido que en la oposición existen corrientes, y nada mejor que el juego democrático trate de equilibrar y que no exista una pasión aplastante. (...) Si no salimos a lo Mandela, hay guerra".
Ojalá también el chavismo hiciera unas primarias sin ventajismo, en la que pudieran participar todos los que quieran hacerlo dentro de sus corrientes de izquierda.
Si así lo quisieran, no sería descabellado que personalidades como Mary Pili Hernández, Rafael Lacava, Héctor Rodríguez, Julio León Heredia, María Alejandra Díaz, entre otros, se postularán a unas primarias oficialistas. Y sobre todo debatirán civilizadamente.
Lo anterior, no está planteado. Pero de algo sí estoy convencido, es que ganarían las partes (Gobierno - Oposición) y ganaría el país por muchas razones.
El próximo periodo constitucional será determinante para el futuro del Estado - Nación. En caso de resultar, una combinación de estancamiento y deterioro sería terriblemente, sobre todo, profundamente perjudicial. Aunque no existen recetas mágicas, este país tiene todo lo necesario para recuperarse, tiene los recursos y tiene el talento humano.
Se puede reformular nuestro Proyecto Nacional a través de la concertación, el consenso entre todos los sectores de la vida nacional. De lo contrario vendrían tiempos difíciles.
Ante los escenarios más probables, se concluye que nadie la tiene fácil. Esperar que el agua llegue al cuello es un error, no es descartable que bajo ese escenario se posibilite una negociación.
Ojalá ya no sea tarde.