La Casa Blanca en Estados Unidos es la mansión presidencial y en la última década ha estado colmada de escándalos más allá de lo habitual. Ahora hasta el servicio secreto ha abierto una investigación judicial sobre una pequeña bolsa repleta de cocaína hallada dentro de este recinto "sagrado".
Inmediatamente la excusa ha sido que en esa oficina circulan desde personal interno hasta periodistas y público en general quienes acceden bajo programas de visitas guiadas. Aun cuando nadie del servicio interno de requisas considera haber fallado va cobrando fuerza el nivel de consumo de drogas entre funcionarios de muy alto rango los cuales tienen la anuencia de consumir "moderadamente" estupefacientes.
Es imposible que la casa presidencial más custodiada del planeta donde se ensayan sofisticados estándares de seguridad sea un centro de consumo de drogas obviando un desafío tan mayúsculo como el relatado a través del canal de noticias NBC. Esta vez no lo dicen los enemigos de Joe Biden, ahora lo dicen las mismas cadenas noticiosas que le han apoyado.
Esto no será más que un escándalo, ahora les toca tapar el caso y que el mismo quede oficialmente cerrado sin que nadie sea responsable. Pero una acción de esta naturaleza aun no va a representar el quiebre de un mandatario tan corporativo como el actual, donde jamás el poder asociado al presidente estuvo tan acorde a los grupos empresariales de grandes firmas.
Todo se da en medio de desacertadas decisiones con un mandatario declarado en demencia física el cual se cae en actos públicos y confunde nombres de mandatarios en medio de salones oficiales. A veces nadie encuentra la forma de callarlo.
Incluso la absurda práctica de saquear campos petroleros en Siria mientras se enmascara una intervención armada injustificada desde el principio ha sido el comienzo de cuestionamientos internos tras perder en territorio norteamericano ciudades enteras que contenían millones de barriles de petróleo en reservas las cuales tras ser liberadas no han dado al menos un resultado positivo. Pero todo sale dentro de este locuaz recinto y lo van justificando como el dominio en la zona Norte de Iraq donde a través del cruce fronterizo con Siria transportan crudo robado y ponen a sus militares a proteger lo sustraído.
Esto sucede en medio de un escenario donde esta banda fronteriza conformada por caravanas de ciento veinte vehículos incluyendo cisternas de combustible se pierden entre puntos ilegales cubiertos por militares estadounidenses transportando equipos bélicos, contenedores y minerales escondidos, riquezas naturales de Siria, todo lo sacan rumbo a Washington.
Un bandolerismo mundial incluido lo de Ucrania y los tres mil reservistas recientemente aprobados para ir a la locura de una guerra que ya tienen pérdida como las ocurridas en el Golfo Pérsico las cuales son decididas en la casa de los escándalos, como piratas y bandidos justifican cualquier hecho. Bárbaros de estos tiempos.
En Siria el saqueo supera los ciento once mil millones de dólares. En cuanto a su petróleo esta nación apenas produce ochenta mil barriles diarios los cuales sesenta y seis mil se lo roba Washington. Cuando la guerra comenzó esta nación producía diariamente trescientos ochenta mil barriles.
La Casa Blanca es un centro de espionaje mundial y desde allí mismo ordenaron el asesinato del presidente haitiano, país al que ahora van a invadir. Estos espacios son los sitios donde diseñan políticas militares. Pruebas de fracturas muy delicadas en el Pentágono.
Otro hecho no tan inusual y el cual pone en evidencia el quiebre y agotamiento de relaciones diplomáticas es el originado contra China al enviar descabelladamente una nave del tipo Poseidon P—8 de la Marina estadounidense la cual se encontraba espiando espacios aéreos que no son de su incumbencia a lo cual China lanzó una dura advertencia; "Dé marcha atrás inmediatamente o será interceptado".
La respuesta estadounidense no pudo haber sido más aterradora al decir que estas "operaban con la debida consideración en el espacio aéreo internacional". Luego prosiguieron con sus errores cuando su "Séptima Flota expuso en un comunicado que su aeronave estaba operando de acuerdo al derecho internacional en el marco de la misión de Washington de defender los derechos y libertades de navegación de todas las naciones".
El problema está en el tránsito de aeronaves militares de EE.UU. por el medio del estrecho de Taiwán lo cual sin dudas es un punto de estrangulamiento mundial que reafirma el compromiso a la fuerza en la ruta Indo—Pacifico. Esto, China no está dispuesta a tolerarlo y pone aún más tenso el rompimiento de la Tolerancia Geopolítica pues el día del incidente —13 julio 2023— se unieron varios de los veintiséis aviones de combate desplegados contra Pekín quien está dispuesta a tolerar en el desespero por la guerra y agresiones los desórdenes de la Casa Blanca.
Hasta más pronto…