Yo me sentía defraudado de la capacidad que tiene el actual gobierno, que apoyo porque yo lo elegí, por inventar cosas tan estúpidas como esa imitación de tiras cómicas que presentan en TV y en las redes de dos personajes de historietas de los años 50 del siglo pasado, cómo son SuperBigote y SuperCilita, ridiculizando al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela y a su Primera Combatiente. ¿A quién, se le habrá ocurrido semejante estupidez, me preguntaba yo cada vez que aparecían dichos personajes ante mis ojos?
A mi se me había olvidado que la profesión de Jorge Rodríguez, actual Presidente de la Asamblea Nacional, es la Psiquiatría y que por ende se ha especializado en el manejo de la mente y conducta humana y sabe cuáles son los resortes, que motivan y conducen las Acciones, para la satisfacción de las necesidades primarias y secundarias, que los humanos presentamos en el quehacer diario de nuestra existencia en el plano terrenal.
Yo pienso que Jorge habrá pensado, ¿Si yo y mi padre nacimos y crecimos creyendo y adorando a Superman, a Batman y Robín, a la Batichica, al Ratón Mickey, a Donald y la Pata Daysi, a Tarzan y la mona Chita, a Trucutú, a Pedro Pica Piedra, al Rico MacPato, a Spiderman, el Hombre Araña, y cientos de personajes más, creados por Hollywood y por los cuales muchos venezolanos todavía sueñan por ir a ver a Dysnelandia y con esa estrategia, lograron que la mayoría de nosotros, no seamos capaces de ver al imperio gringo como nuestros verdaderos enemigos, causante de nuestra actual desgracia; entonces vamos a crearles unos personajes odiosos, para que nos demos cuenta de la manipulación mental de que fuimos objeto y reaccionemos sacando a todos esos superhéroes de nuestro inconsciente,
Yo recuerdo que en mi pre adolescencia coleccionaba, intercambiaba y comercializaba suplementos, los cuales me servían para obtener dinero para comprar la merienda y brindar a las chicas. Ese era mi pasatiempo favorito dentro de la casa, Mi hermano menor que yo le gustaba era la calle y por eso recibió la paliza que jode. Yo era de los que asistíamos a las funciones de cine en matinée de las 3 p.m y nos parábamos emocionados a aplaudir, cuando viendo las películas de vaqueros norteamericanas, aparecía en la pantalla la caballería gringa masacrando a los indios y quemándoles sus chozas. Fueron 100 años de acondicionamiento mental que vivimos las grandes masas en todo el continente y para eso una de las medicinas que podría resultar es la ridiculización de los héroes que nos impusieron y Superbigote y SuperCilita podrían ser uno de ellos.
Es debido a lo anterior que encuentro explicación al porque nos quedamos quietos cuando vemos imágenes de los buenos soldados de Israel masacrando a los malos palestinos; a los buenos gobiernos europeos que no aceptan inmigrantes malos de sus antiguas colonias y los dejan morir ahogados en sus costas; a los buenos milicos chilenos y argentinos matando a los pocos aborígenes que todavía les quedan y las intervenciones de los gringos en el continente para castigar a los desagradecidos que gritan: ¡!Gringos Go home.!!
¿Me imagino a Jorge y a su equipo de trabajo analizando como los verdaderos héroes que existieron de verdad, tales como Francisco Miranda, José Leonardo Chirino, ¿Simón Bolívar, ¿Pedro Camejo, Juana La Avanzadora, ¿Manuela Sáenz, ¿Sucre, ¿Piar, Fidel, ¿El Che, ¿Allende, Mandela, entre otros no obtienen la misma admiración que esos personajes ficticios creados por la industria de la manipulación mediática que el imperio utiliza para dominarnos? Entonces a alguien se le habrá ocurrido crear unos personajes odiosos para que la gente aburriera a los que tenía adentro y los vomitara sacándolos de su inconsciente. Algo así como un purgante para sacar los parásitos. Esa es la explicación que yo encuentro. Y si eso es así, los felicito, pues es una magnifica idea. Síganla desarrollando hasta que toda la población descubra la forma tan sutil y siniestra de manipulación mental de la que hemos sido objeto durante los últimos 100 años, por el Imperio más cruel y sanguinario que ha conocido la humanidad. Más dañino que el Imperio Romano y con eso lo digo todo.
