Caos motorizado

  • El caos motorizado se extiende de Caracas al interior del país, generando malestar ciudadano, provocando accidentes graves con muertos, lesionados e incapacitados de por vida y las medidas para controlarlo brillan por su ausencia.

  • Hasta portadas de revistas internacionales tuvieron que ver con impecables ordenanzas de transito que existían en Venezuela, figura emblemática el Fiscal, Apascacio Mata, en el centro de la ciudad. Hoy el caos se apodera de la ciudad.

Y nadie le pone un parao. Muchos pensaban que caos vial que generan los llamados motorizados, era sólo una situación vivida en la Capital, Caracas, pero por los reportes de presa y amigos que viajan con frecuencia al interior de Venezuela, se ha extendido en todo el país.

Ya forma parte del paisaje por lo menos en Caracas, las escenas de motorizados retorciéndose en las vías, mientras que la moto encuentra debajo de carros y camiones. Ud. en su carro recorre la ciudad para realizar algunas diligencias y probable que vea hasta tres y más accidentes con motorizados o discusiones porque por imprudencia situaciones de riesgo con otros vehículos.

Luego del accidente, y esto observamos con frecuencia, independientemente de si han tenido o no responsabilidad por lo ocurrido, acuden, los demás como enjambre de abejas a rodear a los conductores de los vehículos involucrados en forma amenazante e intimidatoria, lo que ocasiona también frecuentes pelea y barullos que impiden el tránsito automotor normal.

En varias oportunidades en lo personal he sido víctima de estos atropellos y conozco de otros amigos que les ha sucedido el mismo. En plenas vías de circulación cuando realizan sus atrevidas maniobras para pasar los vehículos, llevándose por delante los canales de circulación, rayan los carros o rompen los retrovisores y ni siquiera se detienen para pedir disculpas por el daño, sino, que evaden a toda velocidad el lugar donde han cometido la infracción. Se atraviesan entre los canales sin mediar ninguna consideración y si por casualidad Ud. con su vehículo está a punto de rozarlos por la maniobra irresponsable que están haciendo, entonces, lo increpan y lo llenan de improperios, aunque Ud. vaya con su familia, haya menores de edad de ambos sexos.

Y el problema no es sólo en las vías de tránsito, donde no respetan ninguna normativa, sino, que Ud. no está a salvo ni siquiera transitando por las aceras, porque ellos, en su alocada carrera se suben a las aceras atropellando en muchas oportunidades a transeúntes, que no pueden imaginarse que un su transitar por una acera, se le aparezca por detrás o por delante un motorizado, maniobrando para llegar a su destino, sin importarle atropellar a cualquiera.

Da grima ver la falta de regulación sobre este tópico y se existe alguna normativa específica, no se ve ningún funcionario público que la haga cumplir, brillan por ausencia. Lo más grave es que desde que se les quitó su uniforme distintivo, no se sabe cuáles son los funcionarios que se encargan de tránsito en cualquier ciudad de Venezuela, si es que existen.

Por esa razón vemos con frecuencia por ejemplo, que en una moto van a veces hasta cuatro personas, sin cascos de protección y los niños y hasta bebes, encaramados en los asientos como haciendo de sándwiches, pasan frente a los escasos funcionarios policiales que hay por la ciudad y estos, se hacen los locos, prefieren no interferir, quizás porque los envalentonados motorizados, le faltaran igualmente, el respeto independientemente de su autoridad.

Ahora por los menos en Caracas, se ha puesto de modo, cuando llueve, trancar sin ninguna consideración autopistas vitales para la ciudad como por ejemplo la Francisco Fajardo y los alrededores de Plaza Venezuela, produciendo con esta conducta un caos insoportable y no hay autoridad alguna que se presente para poner orden frente a esta violaciones al libre tránsito que por cierto es materia constitucional.

Otro tema relacionado con la reflexión que hacemos son los llamados moto taxistas, que en cualquier lugar de la ciudad, sin control de las autoridades estacionan sus motos y a veces ninguna precaución trasladas pasajeros de un lado para otra sin las debidas medidas de seguridad. He visto ya, varios pasajeros victimas de lesiones graves porque ellos, en su afán de llegar lo más rápido que pueden al lugar de destino, pasan por aceras, pasan a los vehículos haciendo maniobras que ponen en peligro las piernas y las rodillas de sus clientes, los cuales una vez, lesionados, quedan en el sitio, a la buena de Dios.

Este es el delicado panorama que uno observa con el tema de los motorizados, tanto en Caracas, como en diferentes sitios de Venezuela. Reclamos los hay, tanto de los transeúntes, los conductores y de la ciudadanía en general, pero la toma de medidas para que este caos continúe no se toman y la situación se tornará más grave, porque la proliferación de venta y la conducción de motos, por parte incluso de menores de edad está en aumento, sin ningún tipo de control.

Nos preguntamos, para finalizar con esta reflexión, esperando que no sean voces contra la pared y que algún ente público haga eco de esta denuncia para ponerlo coto a tanto atropello a los millones de personas que utilizan la red vial, y las aceras públicas, de cualquier ciudad de Venezuela.

¿Existe algún Reglamento que trate de orienta el tráfico de motorizados? Si la respuesta es sí, nos preguntamos, entonces porque no se aplica. ¿Existen funcionarios encargados de dirigir el tráfico en Venezuela?, entonces, porque no se les identifica y se les instruye para aplicarlo y evitar el caos al que hacemos referencia y que ya constituye un dolor de cabeza para la ciudadanía.

Si no existe una reglamentación específica, entonces hay que crearla, adaptar la que existe a nuevas realidades y enfrentar de una manera decidida un problema que vemos agravar sin que ninguna autoridad opine o de instrucciones para controlarlo y evitarlo.

Y las medidas hay que tomarlas porque se trata no sólo de preservar la vida de los que usamos la Red Vial o las aceras públicas a veces con gran ingenuidad, sino, por la vida de los propios motorizados. Es escandaloso e impresionante, asistir y ver a cualquier sitio médico de traumas, tanto privados como públicos y ver la cantidad de personas muchos de ellos jóvenes, que han fallecido por estas imprudencia o que han quedado lesionaos o lisiados de por vida.

"El respeto a la vida es fundamento de cualquier otro derecho, incluidos los de la libertad." Juan Pablo II (1920-2005), Papa de la iglesia católica.





 



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Jesús Sotillo Bolívar

Docente en la UCV

 jesussotillo45@gmail.com

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