Ese cuento del día de la Resistencia Indígena, es intragable. Primero porque los habitantes de estos lares no hicieron ninguna resistencia cuando vieron llegar a la tripulación blanca en esas naves, los cuales andaban más perdidos que Adán en el Día de la Madres. Sucios, hediondos, hambrientos y sedientos estaban esos seres que durante tres meses navegaron buscando llegar a la India y se encontraron con este Paraíso. Fue esa Raza Blanca quien convirtió ese encuentro en un Infierno, por lo tanto, le corresponde a ellos celebrar su Día de Suerte. Los indígenas no querrán celebrar ese nefasto día.
Los Negros no tenemos nada que celebrar, pues fue esa Raza, la que nos convirtió en mercancía y nos compraban en África y como esclavos nos trataron y si pudieran lo seguirían haciendo. Así que tampoco es nuestro día y tampoco tenemos nada que celebrar, por lo tanto, los de la Raza Blanca que celebren su día.
Ese cuento de que no existen las razas, sino sólo la raza humana, tampoco no los vamos a tragar, los que durante 500 años hemos sido tratados peores que los animales y como razas inferiores, por no tener la pigmentación de la piel del color de los que han dominado y decidido los destinos de todos los que hemos habitado este continente, llamado por ellos América y que los originarios llamaban Aby Ayala.
Hagan lo que hagan, digan lo que digan los representantes de la Raza Blanca actual, tratando de lavarse las manos, ante el genocidio realizado durante 500 años contra los pueblos originarios y los Negros Africanos; no existen formas de borrar las huellas que a través de la historia ha impreso la barbarie y rapiña de la Raza Blanca Europea, destruyendo pueblos y culturas con el fin de apoderarse de lo que no les pertenece. Así que este día 12 de octubre es suyo por completo.
Aprovechando que hoy es el día de la Raza Blanca, solicito ser reconocido como Negro que soy e incluido como tal, en todo el entramado legal existente en el país, para así poder tener el Derecho de reclamar que se me haga justicia, cuando sea discriminado por el color de mi piel y el fenotipo racial que me identifica. No me sirve decir solamente que soy VENEZOLANO. Debe quedar bien claro que soy NEGRO VENEZOLANO. En la sociedad Racista y Discriminadora en la cual he convivido durante los 83 años de edad que tengo, el color de mi piel y el fenotipo racial que la gente percibe, ha determinado mi Calidad de Vida.
Inaceptable el argumento de que estoy promoviendo el odio racial con las afirmaciones anteriores; si no hablamos claro, nunca podremos sentarnos en la misma mesa a dialogar para enderezar entuertos. El cuento del mestizaje y la nacionalidad, tampoco nos sirve. Debemos partir del reconocimiento de nuestra existencia como grupo humano diferente, para poder hablar de igualdad. La igualdad de oportunidad, solamente es posible, cuando hay igualdad de condiciones.
Yo sé que este escrito va a encontrar muchos detractores en la gente Negra, que ha aceptado ser distinguidos fenotípicamente como AFROS. Posiblemente será allí donde encontraré más resistencia a mi solicitud. Corro ese riesgo y asumo la responsabilidad de mis actos, pues bastante mayorcito soy. Mi sueño es ser recordado como EL NEGRO JUAN VEROES.
Hoy como está decretado, día de Asueto Nacional para la Gente de Color Blanco, los Negros que siempre hemos estado a su servicio, no vamos a dejar de estarlo; así que celebren, que de todos modos nosotros no estamos invitados, porque como dijo el poeta Andrés Eloy Blanco: "Cuando un Negro y un Blanco, comen juntos en compañía, o el Blanco le debe al Negro o es del Negro la comida".
