Cualquier Proyecto Ideológico-Político que intente materializarse en el mundo real, necesariamente debe hacerlo desde una Estructura de Poder, a la cual puedan acceder y adherirse las mayorías de los pobladores de una Nación. Antes de la Modernidad, bastaba que un ejército de hombres armados, venciera en una batalla a otro ejército, para que El Vencedor impusiera al Vencido su Proyecto Político, que iba acompañado de una Visión del Mundo y de una Estructura de Poder.
En la actualidad y derivado de los avances científicos tecnológicos de las comunicaciones, los grupos hegemónicos deberán actuar en escenarios virtuales, donde el condicionamiento mental de las masas, sean las armas que les permitan acceder al Poder Político y así lograr Materializar sus Proyectos Ideológicos –Políticos. El grupo que conocemos como Chavismo, no escapa a esta realidad y sus actuaciones deberán hacerse en esos escenarios y para ello necesitan una Base Material, en la cual se concentre el control del Estado, mediante el ejercicio de Gobierno. Sin el ejercicio del Poder Político, Económico, Cultural y Social de Venezuela, el Chavismo será un Aborto histórico. Así pasó con El Bolivarianismo (resucitado por Chávez y el cual sería otro Nonato, con el aborto del Chavismo).
El único Proyecto Ideológico Político de los últimos dos siglos, que se podría afirmar ha tenido éxito y se sostiene en el mundo, es El Liberalismo, el cual se impuso con el triunfo de la Revolución Francesa frente al Feudalismo europeo; para ello creó una BASE MATERIAL LLAMADA CAPITALISMO, sobre la cual se sustenta la actual Economía Mundial. Si desaparece esa base material, al Proyecto Ideológico Político Liberal, se lo traga la historia. Algo parecido pasará con EL CHAVISMO, si antes del 2030, su BASE MATERIAL, asentada actualmente en Miraflores, llegara a desaparecer, pues su tiempo de Gestación no debe ser menor de 30 años para que pueda haber un Parto Histórico Glorioso.
Sirvan los tres párrafos anteriores como introducción, para tratar de explicar mi actual posición, frente a los dos grupos hegemónicos que están enfrentados por control del Estado venezolano. Uno, Los Chavistas, que tienen 20 años tratando de estabilizar el Control del Estado y el Otro grupo conformado por Los Opositores Pro imperialistas que intentan recuperar los espacios de Poder que han ejercido durante los últimos 200 años, después de haber obtenido la independencia como nación. Si hacemos un símil, podríamos decir que estamos divididos nuevamente en PATRIOTAS y REALISTAS.
Entre LOS PATRIOTAS CHAVISTAS y gracias al buen trabajo mediático de los REALISTAS IMPERIALISTAS, han logrado introducir una farsa ideológica que han denominado MADURISMO, con la cual han logrado nuclear una oposición dentro del Chavismo, creando descontentos, por la gestión realizada durante el Gobierno del Obrero Sindicalista Nicolas Maduro Moros. Su principal estrategia ha sido la de desconocer su legitimidad haciéndole una bestial oposición. No se conoce en la historia, de Venezuela al menos, a un Presidente electo, al cual se le hayan hecho tantos intentos por sacarlo del Poder y haya podido mantenerse en él. Si el lector sabe de lo que le estoy hablando y me presenta un solo caso, sabré agradecérselo para aumentar mi cultura como politólogo. Yo pienso que un hombre tan perseguido, asediado y odiado; electo para que ejerza el gobierno y cuya primera misión es mantenerse vivo, para poder ejercerlo, no puede estar empleando su escaso tiempo y menguados recursos, para dedicarlos a recuperar un territorio que ya tiene su cédula de reconocimiento (Laudo de Paris 1966) Nadie a quien le tengan, un cuchillo en la garganta, se le puede estar puede estar exigiendo que piense sí dejó la cocina prendida o el teléfono descolgado. Por la cabeza de Maduro, el Imperio está pagando $10 millones de dólares.
En la historia Patria, solamente han habido cinco (5) hombres que han ocupado la Presidencia de la República, sin buscar o proponérselo como razón de vida, ellos son: José María Vargas, Gil Fortoul, Edgar Sanabria, Ramón Velázquez y Nicolas Maduro. Los presidentes antes nombrados han sido utilizados por el grupo hegemónico dominante para momentos de crisis; cada uno de ellos ha ocupado ése puesto para cumplir una misión específica y a Nicolas Maduro, le corresponde la tarea de conservar el Poder Político asentado en Miraflores, para cubrir la falta derivada por la ausencia física del Comandante Eterno y hasta tanto no estén dadas las condiciones de ser relevado por otro Chavista, que será en el 2030, tendremos a Nicolas y el que se sienta dolido por eso, que se vaya a llorar a El Valle.
