MCM no va acudir a la instancia correspondiente a solicitar se le inhabilite, pues ella se asigna una valoración según los 2 millones de votos que sacó en las primarias y el apoyo que se le da en EEUU, tanto en el senado como de parte del presidente Biden, suficientes evadir esa formalidad. De hecho, manifiesta que su pertinencia como candidata no está determinada en las leyes del país, sino afuera y en "las del más fuerte".

Sustentarse en sus dos millones de votos además, sugiere una disposición a volver a viejas andanzas que no creo nisiquiera Estados Unidos están interesados en eso, dado los viejos resultados. Salvo se juega bajo la desacertada idea que el gobierno, en relación con Guyana, opte por también olvidar el Acuerdo de Ginebra y asuma otra actitud.

He leído, algunas opiniones, de gente que se auto mal definen defensores del gobierno, que privilegian la acción armada contra Guyana, ignorando que eso no tendría respaldo en la comunidad internacional y hasta le daría a Estados Unidos fundamento para lo que han deseado, intervenirnos militarmente. Quizás MCM escucha opiniones de dementes de su mundo que en nada difieren de los que creen estar con el gobierno. Es como elemental pensar que esa circunstancia no debe darse y no se va a dar, dado que difiere absolutamente del Acuerdo de Ginebra y los factores políticos. Pero en veces los deseos impiden ver la realidad, pese sepamos que "deseos no preñan".

Pero ya sabemos en demasía de la existencia de una casta política que atiende más a sus deseos que a la realidad. Pues los locos se dan en todos lados.

Es insostenible, más como han venido funcionando las cosas, donde hasta Fedecámaras, se ha acercado bastante al gobierno, hasta más allá de lo imaginable, en lo relativo al manejo de la economía y la búsqueda de acuerdos con Estados Unidos, pensar que volvamos a los tiempos pasados. Más si la mayoría determinante de la oposición rompió con aquellas ideas y proyectos comprobadamente fracasados.

Pero los locos forman parte de la realidad, por eso mismo existen profesionales y medios para ese mal.

Ella, MCM y los suyos, a esas declaraciones o posiciones procedentes de EEUU, que no tienen ningún efecto legal o "vinculante", para decirlo con una palabra puesta de moda en Venezuela, y que podrían ser meras formalidades, le dan valor más allá de lo que indica el panorama y la realidad de lo que en nuestro corralón acontece.

Piensa que esos 2 millones de votos que sacó en las primarias, la convierten en una fortaleza y un ser privilegiado que no está obligado a reconocer sus errores y hasta malos procederes. Pues ella sabe, dado que es un hecho por demás público, que está inhabilitada y, en Barbados, se acordó que quienes estén en ese estado o situación, deben pedir la revisión de su caso, pues eso implica acogerse a las reglas del juego. Y eso se acordó casi exclusivamente por su situación, por algo forma parte de la Plataforma Patria.

Ese acuerdo tomado entre la Plataforma Patria y el gobierno, en base a lo de Barbados, en cuya reunión estuvo Gerardo Blyde, no fue tomado para amparar sólo a quienes no forman parte de la primera, sino casi específicamente por ella. Pues abrirle la posibilidad a nuevas candidaturas opositoras, entre quienes están inhabilitados, si a alguien afecta, es justamente a MCM. Pues sectores opositores deseosos de votar que es una parte tan grande como los abstencionistas duros y que con ella no congenian, tendrían la forma de expresarse contra el gobierno.

Recordemos que fue absolutamente incierto, falso de toda falsedad, como gusta a mucha gente gusta decirlo, que en Barbados se acordó habilitar para presentar sus candidaturas a todos aquellos sujetos a esa sanción. Solo se acordó definir un método para llegar a eso. Y el método acordado en Caracas, entre la Plataforma Patria y el gobierno, fue que los habilitados la solicitasen a la instancia correspondiente comprometiéndose a condiciones allí determinadas y dentro de la legalidad.

No obstante, tiene fundamento la idea que la posición de la señora Machado, obedece a una lectura acertada de la realidad, que tal como están las cosas y dada su condición política, no está destinada, por lo menos "por ahora", como dijo Chávez a ser presidenta de la república. Y como eso sabe, prefiere mantenerse al margen, hacer el rol de "mártir" y hasta despojada, a espera de lo Dios disponga.

Aceptando como verdad que obtuvo 2 millones de votos en las primarias, eso no le da para ganar las elecciones, pese el descontento que justificadamente existe frente al gobierno. Es más, desde el momento mismo de esas elecciones primarias el distanciamiento entre ellos aumentó y luego a raíz del debate desatado en torno al tema Esequibo, durante el cual MCM asumió un rol confuso y contradictorio, en el cual terminó al lado de Guyana, pese los remiendos que ha hecho con posterioridad, quedó en peor posición. Hasta aliados cercanos suyos llamaron a votar en el referendo.

Y eso que ella con alegría celebra, hasta con un video, que el Senado de EEUU la declara candidata electoral de su preferencia, la ha hundido mucho más.

Ya hasta el gato sabe que, en Barbados no se acordó habilitar a nadie, sino que las partes buscarán un método para manejar el asunto y proceder a hacerlo siempre que los solicitantes se acogiesen a determinadas circunstancias, nada ajenas a la legalidad ni la moral.

Por eso, aquí en Caracas, el gobierno y la Plataforma Patria, que representa a la oposición de MCM, acordaron el proceder para habilitar a quienes lo soliciten.

MCM solo tiene en apoyo de un pequeño universo opositor entre los venezolanos, eso sí muy activos y hasta competentes para dejarse oír como si fuesen más de los que son. Pero la mayoría del inmenso universo opositor, demasiado dispersó, dividido e inconforme, tanto con el gobierno como la oposición extremista en sus métodos de participación y visión de país que aquella encarna, jamás votaría por ella. Espera por otras opciones a ampliar el duro y persistente bando abstencionista.

Ella sabe bien que no ganará las elecciones, por eso no está dispuesta a cumplir con la formalidad acordada entre el gobierno y los suyos de la Plataforma Patria. Si ve ganadora y pide la habilitación, en caso que el Estado no se la conceda, le daría más fuerza y poder como para determinar que un representante suyo gane las elecciones, quedando como la gran electora y lideresa. Pero ella no se come ese cuento y prefiere jugar el rol de víctima y propicia para ser la lideresa de nuevas estrategias, dada las incertidumbres a nivel mundial y particularmente un asunto tenso y dificultoso como el de Guyana.

Es verdad que el gobierno de EEUU sabe bien estas cosas, como que ella no luce ganadora, por su incapacidad para unir más allá del universo extremista que la sigue, dificultad que aumentó con los Acuerdos de Barbados y el debate sobre el Esequibo, donde como dijimos jugó un rol pésimo, pero no puede abandonarla por ser una aliada, con una nada despreciable fuerza y más por la confusión existente.

Pero también es cierto que EEUU ha estado encontrando otros aliados y mecanismos para llegar a acuerdos con el gobierno de Maduro. Ya hablamos, como la posición de Fedecámaras, garantiza que el presidente y sus más cercanos, están ansiosos también en eso. Y es más, ambos se necesitan, como que muchas refinerías estadounidenses están diseñadas sólo para procesar petróleo venezolano y en Venezuela, refinerías y procesos de extracción también dependen de tecnología estadounidense. Sin olvidar que para reactivar muchos de nuestros pozos, reactivar la producción, pese se levanten sanciones, se abran y reabran mercados, necesitamos inversionistas.

Esto se confabula más contra la "importancia" de la candidatura de MCM. Por eso, como una manera de ayudar que las relaciones entre EEUU y Venezuela mejoren y se reaviva la producción petrolera, el gobierno debería, hasta por su propia iniciativa, habilitar esa candidatura, en el momento propicio. Por supuesto el gobierno debe aprovechar indagar antes, cuánto estaría el gobierno de Estados Unidos dar a cambio y hasta hacer público su valor, para que sirva de referencia competitiva.

De esa manera desmitificaría al personaje que, al ser derrotado, terminará en el fondo del baúl de los recuerdos y sería peor para ella, si como muchachita malcriada, la rechaza.

Lo que el gobierno debe cuidar y poner empeño supremo, si quiere lograr ese objetivo con toda certeza, es revisar el asunto de los salarios y los servicios, pues el descontento, en mayor medida, se deriva de esos asuntos.