La señora MCM y sus más allegados, según información de última hora, han optado por decidirse por una sustituta. Lo que tiene para ellos y hasta para sus aliados "del más allá", que en este caso "no es el morir", como dijera Jorge Manrique, sino una fuerza descomunal, como lo es EEUU, un gran significado y es también una buena decisión.
La persona escogida, de quien hasta hoy mismo, nada sabía, lo confieso y hasta me siento incomodo por mi ignorancia, al parecer tiene significativos méritos académicos, pese quienes la adversan, por lo que ahora pasa a representar, están exhibiendo de ella unos mensajes, antes puestos en X o lo que antes llamaban twitter, no muy ilustrativos y nada ventajosos. Son de esas cosas que uno suele decir ante la irascibilidad y la frustración sin pensar en el futuro y la historia.
Y es una buena decisión porque pone a la Plataforma Patria de nuevo en la ruta electoral, la que determina la Constitución vigente y la que los venezolanos, desde hace muchos años prefieren y no la violencia, la guerra y las matazones. La guerra de independencia, bastante larga y dura, la Guerra Federal y las posteriores de los tantos caudillos que en Venezuela hubo, nos dejó una experiencia amarga, tanto que creo que hasta está instalada en los genes.
Quizás, por eso mismo, y otras razones ya bien delimitadas y hasta intelectualizadas por mucha gente, la lucha guerrillera en Venezuela resultó un fracaso, como también lo fue la iniciada desde el año dos mil.
No tengo la menor duda que la señora MCM arrastra un importante caudal electoral, no sé cuantificarlo exactamente, pero es muy significativo y entonces, por lo que ahora en julio pudiera suceder es importante no desperdiciarlo, más si se piensa en el futuro.
Pero es imposible desconocer que la oposición es una amplia gama y en consecuencia hay de distintos y variados gustos. Desde los cercanos a la visión de país de la gente de la Plataforma Patria hasta espacios muy alejados de ella. Y diría que hay bastantes, no muy lejanos, con los cuales no parece difícil, si se actúa con sensatez y buen juicio, llegar a un entendimiento.
Por los medios, se ha dicho que la señora Machado hasta se acercó a conversar con Manuel Rosales, lo que revela que se siente la necesidad de hacerlo y la posibilidad de llegar a acuerdos. Pero esos sentimientos tienen que ser muy sensibles al cambio y la necesidad de hacer concesiones a los potenciales aliados, porque poca gente está ganada a rendirse sin motivo y sin recibir nada a cambio.
La decisión entonces que, en un sentido es acertada y hasta plausible, nació con un tiro en el ala. Pareciera que su consulta no pasó más allá de la gente de la Plataforma Patria.
Si partimos, dicho de esta manera sencilla, de los números electorales dados por el frente antes nombrado, donde MCM obtuvo, según informaron quienes esos números manejaron, unos dos millones y medio de votos que, en términos porcentuales dio un 92,5 %, como también dijeron los mismos voceros, concluimos que sus aliados, es decir los otros partidos o frentes, que fueron muchos, apenas obtuvieron un 7.5 %. Lo que nos permite decir que en su conjunto, La Plataforma Patria, no está en capacidad de sumarle la cantidad de votos que la candidata escogida allí necesitaría para ganar las elecciones.
La oposición, esa distinta a los grupos de izquierda distanciados del gobierno, que empieza en la misma Plataforma Patria, en mi opinión, tiene los suficientes votos para ganar las elecciones. Y es más, dependiendo del candidato escogido, pudiera sumar hasta esa izquierda opositora y muchos con tendencia a la abstención.
Pero es obvio que, el proceder de Plataforma Patria, como lo demuestra Delsa Solórzano, en sus recientes declaraciones en las cuales se manifiesta en total acuerdo con lo decidido por MCM, con respecto a la candidatura, no es la mejor opción ni la apropiada para unir a la oposición y ganar las elecciones, más cuando la escogida, pese los méritos académicos que posee, es un personaje, no sólo sin experiencia política, como ya ha escrito mucha gente, sino por demás desconocido. Hay en la oposición unos cuantos precandidatos o posibles candidatos, con mucha experiencia y hasta reconocimiento en el mundo de la política para jugar ese rol.
Con esa decisión que, como ya dije, tiene el valor y reconocimiento de haber puesto de manifiesto un deseo de cambio y un abordar la coyuntura como corresponde, que no es otra manera sino por la vía electoral, carece de pertinencia, por el procedimiento y la persona escogida, para unir a la oposición y, en consecuencia, ganarle las elecciones al gobierno.
No es nada difícil advertir que, en lo inmediato, faltan dos días, pudieran aparecer varias candidaturas opositoras o una sola que unifique a quienes la señora Machado no pudo atraerse.
Para concluir, como dije al principio, no dudo que la señora Machado, más que la Plataforma Patria misma, tenga mayores números que los partidos opositores, considerados ellos en la dispersión existente, pero estos suman bastante, tanto como lo necesario para ganar. No haber tomado en cuenta esta circunstancia parece haber sido un error significativo, un pegarse un tiro en el ala.