Irán sin sorpresas

El difuso camino de un carguero petrolero recorre espacios incómodos, infinitos para Washington. Su producción frente al mundo representa un 5.1%. Esto se traduce en casi cuatro millones de barriles diarios. Construyen hasta un 70% de su aparato industrial el cual incluye refinerías, equipos de perforación, petroleros, plataformas más instrumentos de perforación.

La incomodidad de occidente centra su atención velozmente en lo que han denominado la Bolsa de Petróleos de Irán. La Iranian Oil Bourse —IOB—proyecto que llevará a los persas a establecer su propio mercado de valores para transacciones de petróleo, gas, petroquímica y otros productos refinados.

La República Islámica de Irán representa el puesto décimo séptimo en superficie a nivel global, 1.648.195 km. Con una población que alcanza los noventa millones. Sus fronteras sobrepasan los 5.894 km y sus líneas de costas constituyen 2.440 km. Todo acompañado por un alto Índice de Desarrollo Humano.

Según el PIB nominal Irán está en la lista The World Factbook. Esté es un órgano de la CIA, señalándole de ocupar un decoroso puesto veinte y siete a nivel global. Esto representa la suma de todos sus bienes y servicios finales producidos por el país en un año. En términos nominales corresponde al PIB del país convertido en su misma moneda o dólares estadounidenses.

Irán está en la Organización de Países Exportadores de Petróleo como segundo productor y cuarto a nivel mundial. Aparte de liderar claros objetivos en cuanto a la creación de un nuevo marcador petrolero fuera del Brent y WTI. También impulsa una Organización de Países Exportadores de — Gas —. Todo, incomoda al poder de occidente.

Pudiera afirmarse que, tras la entrega del mandato de Barak Obama a Donald Trump —enero —2017, éste le pidió al nuevo mandatario cuidar y no deshacer los acuerdos alcanzados tras el Plan de Acción Conjunto conocido como el Acuerdo Nuclear con Irán, firmado en julio del 2015 entre EE.UU., Rusia, China, Francia, Reino Unido, Alemania más la Unión Europea.

Pero en el año 2018 la ilusión acabó. Un levantamiento recíproco de sanciones quedaba vuelto añicos cuando sus propiciadores (EE.UU.) se retiraron unilateralmente, hasta ahora las conversaciones más cercanas se recuerdan en 2021 en Viena, pero sin resultados previos.

A esta hora de la historia global Irán no será la misma tras recibir cientos de amenazas. El Estrecho de Ormuz ha sorprendido con sus nuevas inversiones acercando sus poliductos a India, China y Asia, allí, donde hay más de cuatro millardos de habitantes. Pero las sorpresas no pasarán desapercibidas para Washington, considera que han traspasado lo que hasta hace poco era impensable. La sorpresa vino en enero del 2023 cuando se restablecieron lo que hasta ese momento habían sido unas deshilachadas relaciones con Arabia Saudita. Una andanada de acuerdos y una nueva amistad se firmó.

Por vez primera dos grandes centros espirituales; chiitas y sunitas se dan la mano y se unen. Esto causó estupor entre los demócratas en Norteamérica más no con los republicanos, quienes saben que la negativa de Irán ha ocasionado un trauma en la gestión de Joe Biden. Una gran molestia para todos los planes en el Medio Oriente. Esto se resquebraja han dicho desde el congreso norteamericano tras los últimos pasos de la distante región representada por los persas.

La incomodidad de occidente marca el apoyo persa hacia Palestina por eso han pasado a hacer una alianza indestructible hacia los Hutíes en Yemen, dueños junto a Somalia del Cuerno de África y la entrada al Mar Rojo, Canal de Suez y Mediterráneo, todo saturado en los dos sentidos.

Irán ha sido muy clara a favor de Saná. La estrategia al financiar todos los grupos contrarios a la Casa Blanca construye un nuevo mapa de contrapeso que apacigüe el hervidero de conflictos iniciados en toda está región.

Desde la línea o curva de la crisis, creación de Israel, todo apunta contra Teherán. Las tres últimas décadas desde que finalizó la guerra Irán—Irak la cual dejó un millón de muertos y que para Norteamérica, la OTAN y la Unión Europea, Irán sigue siendo el objetivo a destruir, pues abrirse hacia nuevos mercados como China, constituye un desequilibrio en buena medida al abastecimiento confiable y seguro de hidrocarburos tras el control definitivo del Estrecho De Ormuz al cual nadie se atreve a darle pelea, todo se traduce en desesperaciones para Estados Unidos y sus fuertes aliados.

Pero la alianza, ayuda, cooperación, convenios y solidaridad desde Irán con la República Bolivariana de Venezuela también incomoda aún más al Norte. Este pequeño país sudamericano es la bisagra para que Irán penetre aún más en el territorio de 38 países e islas las cuales hasta hace muy poco se mantenían prohibidas geopolíticamente. La visión en América Latina y el Caribe ha cambiado.

Norteamérica pone en riesgo su liderazgo y la inseguridad de sentirse nutridos en su propia Costa Este, pero los males para Washington se extiende por cinco regiones más: Golfo de México, Pasaje de la Mona, Isla de Barlovento, Pasaje de Yucatán y el Canal de Panamá. Esto desborda a EE.UU. ahora han caído en una diplomacia aún más torpe la cual sepulta su mega corporativismo.

Pero como si fuese poco ahora Irán se ha unido formalmente a los BRICS. Conjuntamente con el denominado bloque de países emergentes, ha comenzado a sentirse todo un éxito estratégico para su política interna y externa. Es parte de su respuesta política ante el asesinato del General Qasem Soleimani el tres de enero del 2020. Porque la respuesta militar ha caído en varias oportunidades sobre el lomo norteamericano desde donde nadie se ha atrevido a responder. A todas luces Soleimani era el sustituto para Saad Abad, palacio presidencial iraní y los gringos lo han asesinado.

Por eso desde el Norte algunos consideran que la diplomacia militar de los Guardianes de la Revolución es la piedra a superar y su organización traspasa fronteras como las de Beirut donde toda la organización de Hamas, Yihad Islámica, Hezbollah libanés es liderada por el comandante de las brigadas iraníes Al—Quds, Ismail Qaani, todo un acontecimiento que marcaría el rumbo y la respuesta militar a los abusos de occidente. Líbano, Irak, Siria es su área y tienen derecho a defenderla.

El principal de estos encuentros se hizo público en mayo del año 2023 cuando participaron con el alto mando militar de toda esta resistencia en contra de Israel. Advirtieron directamente a Tel—Aviv que Hassan Nasrallah, Secretario General de Hezbollah; Saleh al—Aruri, el número dos del Hamas; Ziad al—Nakala, comandante de la yihad Islámica, estaban listos para combatir.

Sin perder tiempo y con una agenda preparada para nuevos niveles de guerras, procedieron al nuevo intercambio de experiencias practicadas contra el suelo israelí. Fue allí donde los militantes palestinos se modificaron hacia una moderna concepción de la guerra.

Aun cuando es improbable que el imán Khomeini y Hassan al—Banna hayan establecido un estado mayor militar común, estos sí desarrollaron una amplia ideología la cual basada en religión destaca una estrategia política para ir en contra de su enemigo común; Israel junto a Estados Unidos y los 31 países de la OTAN.

Parecieran ser muchos los enemigos, pero los mandos Chiitas y sunitas se mueven en normal alianza la cual es aceptada por el Guía iraní, Ayatola Alí Khamenei. Las diferencias cuando Hezbollah hizo la guerra en contra de Hamas en Siria y este reconoció su error participando en Damasco con una delegación con la cual pidió disculpas a este último gobierno, han entendido que en este momento lo mejor es superar las relaciones que siguen resquebrajándose.

Hamas y el Hezbollah libanés se plantean como objetivo la liberación de Palestina, pero hay una diferencia ética y es que ambos bandos jamás se han unido y luchan por separado, tienen diferencias muy marcadas, pero el objetivo es Tel—Aviv y los desencuentros se modificarán luego de varios avances militares.

Si Israel logra madurar su estrategia contrainsurgente en contra de todos los grupos que considere como sus enemigos genéticos, entonces Hamas y Hezbollah se unirían y muchos grupos harían lo mismo como gesto de sacrificio que desde finales del 2023 e inicios del 2024 han asumido los Hutíes de Yemen a todas luces financiados, entrenados y con una amplia logística militar proveniente de Irán.

Pero a pesar del remezón, no todos participarán, pues, aunque parte de las Petromonarquías del Golfo Pérsico; Qatar, Kuwait, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, parecieran estar en guerra por sus posiciones tan claras en contra de occidente, recayendo directamente contra Estados Unidos, pero aún la sangre no llegará al río.

La manera tan brutal como Israel interviene incomoda a Irán. De desatarse una peor situación no menos de 60 países intervendrán en un conflicto de marca mayor donde hasta el ofrecimiento de lanzar armas atómicas es a diario. De esto irse de las manos se estaría adelantando un nuevo territorio al conflicto. Todo el problema iría hacia un nuevo reacomodo.

En esté reacomodo, occidente en conjunto a los 31 países que estructuran la OTAN aspiraría controlar directamente los palacios presidenciales de las monarquías del Golfo, pero antes que esto suceda, primero se desmoronaron los dominios occidentales sobre todo por la intervención de Riad en contra de Joe Biden a quien los demás principados respetan, aunque no deben comulgar del todo.

Con cada paso Irán sorprende al más grande de sus enemigos; EE.UU. Han anunciado planes para declarar una buena parte de la Antártida como de su propiedad y allí poder construir una gigantesca base militar. Sin dudas es un nuevo desafío y en grande el cual va en contra de muchos acuerdos globales.

Mientras, para muchos la mirada que poseen sobre Irán, hace creer a los planes de occidente llamándolos inútiles. Resultan ser los mismos fuera de sus focos, todo por las ambiciones de destruir a los persas sin presenciar la sorpresa que dará la vía hacia un Estado con tendencias comunes en toda la región. De nuevo, muchos sin remedio están en el tic tac de equivocarse al no considerar los recursos y orden que poseen tras su potencial y estratégico recurso; petróleo y gas. De nuevo Norteamérica errará en su afán.

Hasta más pronto…



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Miguel Jaimes Niño

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

 venezuela01@gmail.com      @migueljaimes2

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