Horrendas consecuencias por el asesinato de un líder político



HORRENDAS CONSECUENCIAS POR EL ASESINATO DE UN LÍDER POLÍTICO

Hasta la una de la tarde esperó el abogado para tener una entrevista con un joven cubano que había llegado a la ciudad con motivo de celebrarse un congreso de la juventud, en el cual participarían estudiantes universitarios de varios países latinoamericanos, este congreso fue organizado aprovechando que en esa misma ciudad se llevaría a cabo la IX conferencia de la Organización de los Estados Americanos, O.E.A., fijada para que comenzara el día siguiente; 10 de abril de 1.948. En vista que el visitante, Fidel Castro, no se presenta a tiempo, el jurista baja de su oficina acompañado de varios amigos para almorzar, una vez en la calle y avanzar por la acera unos cuantos metros se oyen tres disparos y el hombre cae; Juan Roa Sierra había atentado contra la vida de Jorge Eliécer Gaitán.

Quien dispara corre y se refugia en una farmacia situada al lado, la cual a los pocos minutos cierra la puerta y baja la santamaría mientras en la calle se oyen gritos: Han matado a Gaitán. Han matado a Gaitán. En adelante Bogotá se convierte en un verdadero caos y entonces una muchedumbre se llega hasta la farmacia, derriba la santamaría, destruye todo lo que encuentran por delante, saca de allí al asesino y éste es golpeado hasta que muere; después atan su cadáver y lo arrastran por el medio de la calle hasta llegar al Palacio de Nariño, sede de la Presidencia de la República de Colombia.

La poblada toma las comisarías de la policía y asalta las ferreterías buscando armas de fuego, machetes, pedazos de tubos o cualquier elemento metálico que pudiera servir para atacar, en esos momentos comienza a llover y ello no apacigua el ánimo de la multitud, su furia la deshoga acometiendo contra los edificios públicos a los que saquean e incendian, eso sucede con la Nunciatura Apostólica, el Palacio Episcopal, la Cancillería, el Ministerio de Gobierno, el Palacio de Justicia, el Ministerio de Educación, la Procuraduría General de la Nación y hasta con el Palacio de San Carlos; edificación de donde el 25 de Septiembre de 1.828, por intervención de Manuelita Sáenz, Bolívar sale por una ventana para salvar su vida del intento planeado por la oligarquía colombiana para asesinarlo.

Los militares logran restaurar el orden después de haber disparado a mansalva contra la población manifestante causando varios centenares de muertos. Los cadáveres son apilados en las mismas calles dejándolos a la vista de quien pase por allí, es una escena espeluznante. Al llegar la calma a la ciudad, el 14 de abril de nuevo miles de bogotanos salen a la calle, esta vez para dirigirse al domicilio de Gaitán a donde su cuerpo había sido llevado inmediatamente después de sufrir el atentado, el pueblo no quiso entregarlo a las autoridades, y ese día, a la misma hora de su muerte, es enterrado en el patio de su propia casa; el Presidente de Colombia, Mariano Ospina Pérez, declara enseguida la vivienda como Monumento Nacional, con el propósito de evitar hubieran más disturbios en la ciudad..

Pocos tiempo después los líderes políticos de los partidos mayoritarios, Conservador y Liberal, hacen un pacto institucional para repartirse el gobierno, entonces es cuando comienza la persecución en el país para someter a toda persona que no esté de acuerdo con esta alianza y es así como se cometen abusos por parte de las Fuerzas Armadas Colombianas, muchas familias son masacradas tal como pasa con la familia de un joven campesino, quien en un descuido de aquellos verdugos consigue huir a la montaña; y allí, lleno de coraje e impotencia, se da a la tarea de formar un grupo de rebeldes. Al pasar algún tiempo el muchacho campesino de nombre Marulanda Vélez, se hace llamar “TIRO FIJO”, y comienza a combatir al gobierno por la zona de Marquetalia; y con su gente ya organizada nace la Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia conocida en el mundo entero como la FARC.

Hoy, como resultado del asesinato de aquel hombre, Colombia continúa inmersa en una guerra interna; de eso ya han transcurrido 59 años y su final se vislumbra muy lejano. De manera que la eliminación física de un adversario político inmensamente querido por su pueblo, fue la peor solución que a alguien se le pudo ocurrir; pidamos a Dios para que libre a cualquier otra patria de algo parecido.

joseameliach@hotmail.com




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José M. Ameliach N.


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