Creando país: Establecer la Fundación de Ingeniería Agrícola y Agroindustrial de Venezuela

El gobierno nacional y antes de él otros gobiernos reaccionarios, ha decretado la importancia de la producción agrícola para el desarrollo del país, ya que ella no solo satisface la demanda nutricional de la población sino que como actividad económica es altamente generadora de empleo y por lo tanto revitalizadora de las regiones donde se practique.

Se ha dado importancia y consideración por ello a los lineamientos de políticas y el mantenimiento de programas que impulsen la actividad agrícola. Sin embargo no hemos tenido mucha suerte, porque aun en cultivos propios de los trópicos tenemos déficits de producción y limitaciones en su desarrollo. ¿Por qué?

Él porque es la pregunta que no vemos que se haga y por tanto no podemos encontrar las soluciones.

Para que la producción agrícola tenga el desarrollo de su potencial, necesita ser aplicada en todas sus dimensiones siendo una de ellas, primordial, contar con centros de investigación propios, activos, valorados, que sumen sus conocimientos para impulsar sino garantizar una buena producción y productividad que satisfaga las expectativas que la agricultura y sus productos genera.

Sin Investigación Científica y Tecnológica no hay futuro independiente en nada.

Para mi Argentina es un buen ejemplo de la importancia de contar con la investigación científica y tecnológica necesaria en el campo. Claro Argentina cuenta hasta ahora con muchos agricultores innovadores, sin los cuales no se va a ninguna parte. La investigación científica ha resuelto muchos de los problemas que los continuos cambios de todo tipo en el entorno, afectan la producción agrícola en ese país. A pesar, como lo sabemos que es un sector ultra reaccionario políticamente hablando.

Y la agricultura actual tiene otras dimensiones y otras manifestaciones que no habíamos pensado distintas a la del pequeño productor agrícola de conuco y con limitaciones en su esfuerzo productivo el cual tiende a desaparecer. Por ejemplo cosechar hortalizas en el décimo del edificio del supermercado, tal como ocurre en Japón.

Se necesitan por lo tanto centros de investigación agrícola y agropecuaria que tengan la capacidad de solucionar problemas presentes en el hoy de la actividad del campo venezolano y con la visión para adaptar y copiar según nuestras condiciones ambientales y culturales las soluciones que se están aplicando en otras partes y poder visualizar como el cada vez más intenso cambio técnico fundamentado en las ciencias informáticas y comunicacionales, apoyándose en la Inteligencia Artificial, generará cambios tectónicos en la producción agrícola y agroindustrial.

Considero por ello que así como se cuenta con la Fundación Instituto de Ingeniería, para las investigaciones generales en el área de Ingeniería, podríamos crear una Fundación más especializada en el área ingenieril de la producción agrícola y agroindustrial, con objetivos claros y factibles de impulsar la sostenibilidad de su producción a largo plazo e incorporar todas las innovaciones posibles, bien sea por copia o creación propia, para permitir un incremento sostenido de la producción.

Un centro de este tipo permite el desarrollo de tecnologías y prácticas adaptadas a las condiciones específicas del país, incidiendo en la mejora de la productividad y sostenibilidad de la agricultura, contribuyendo a reducir la dependencia de las importaciones. Estudiaría también el rescate de tradiciones y productos agrícolas venezolanos hoy olvidados, como el añil, de gran repercusión anteriormente en nuestra economía.

Puede además contribuir con la formación de profesionales y técnicos en el área, con buen nivel de conocimientos y filosofía nacionalista para crear verdaderas redes de profesionales en el área.

Un centro de investigación agrícola y agroindustrial puede convertirse además en una referencia para facilitar la colaboración entre el sector público, privado, académico, asociaciones de productores, comunas, comunidades rurales, promoviendo un enfoque integral para el desarrollo del sector agroalimentario.

A fin de minimizar los dolores del parto de creación de una nueva institución, creo que podrá considerarse por una Comisión Promotora, que esta nazca en un centro ya creado como la propia Fundación de Ingeniería o el IVIC, con el mandato expreso de instalarlo posteriormente en una región agrícola del país. Se crearía así, con menos dificultad, impulsado por la Comisión Promotora, Centro Matriz (FII, IVIC), Gobernación interesada, Jefe del proyecto y el Ministerio de Ciencia y Tecnología, los cuales funcionarían como la instancia responsable e impulsora, presentando mensualmente al organismo de adscripción informes de avance.

Creo que es indudable que invertir esfuerzos y recursos en un centro de investigación es una inversión en el futuro de Venezuela y en el futuro agrícola del país que puede traer y traería beneficios económicos, sociales y tecnológicos a la producción agrícola y agroindustrial y a la sociedad venezolana.



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Oscar Rodríguez E


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