Entendámoslo de una vez, no hay revolución pacífica. La derecha jamás la consentirá. Le importa un carajo que esa revolución tenga apoyo electoral masivo. Chávez ganó las elecciones con la promesa de convocar a una constituyente. La derecha lanzó un golpe de estado, después un paro petrolero. Siempre totalitaria y absurda, se colgó de esa constitución buscando revocar a Chávez. También perdió y gritaron fraude. Cuando Chávez convocó a un referendo para darle valor constitucional a su propuesta de poder comunal, fue el Partido el que lo derrotó (1).
La derrota de la reforma de Chávez, dejó a la revolución con el dique de la democracia representativa. Una construcción burguesa para contener el enorme caudal de aspiraciones que tienen los pueblos. Aun cuando el gobierno revolucionario luchó y, en muchos casos, logró eliminar la exclusión; no pudo evitar que, de las profundidades del Estado, el tutelaje patriarcal continuará su saga milenaria. Forma parte de la ideología que convirtiendo la democracia en "eso es lo que tenemos", logra que la adhesión, la lealtad y la disciplina no pase de ser obediencia, resignación y complicidad. Sus aupadores, de izquierda o derecha, hacen mofa de la democracia directa.
No importa que en el Preámbulo de la Constitución se hable de refundar una nueva República para establecer una sociedad participativa y protagónica... Ni que el artículo constitucional 62 encomiende al Estado y a la sociedad facilitar esto. En los artículos claves, los medios de "participación y protagonismo" sólo pudieran ser útiles para apoyar o reprobar la gestión de los que gobiernan. Al morir Chávez la derecha arrecia sus agresiones, obligando al pueblo pobre a tomar las calles para defender la revolución, una y otra vez. Pero, el paradigma comunal -va más allá de las comunas existentes- quedó olvidado y el Partido se hizo Estado.
Así pasó con la revolución bolchevique luego de la muerte de Lenin. El Partido se subsume en el Estado. La terrible guerra desatada por los nazis en Europa, y el heroico avance del ejército rojo sobre Alemania facilitó que ese, para nada socialista, modelo soviético se instalará en el este de Europa y luego en otros continentes. En nombre del socialismo la democracia directa quedó postergada. En China luego de Mao el modelo ha sido un tanto diferente: el Centralismo Democrático se emparejó con el libre Mercado. Ellos usan el eufemismo "Socialismo con características chinas". Más allá de esas dos potencias, sus vástagos, a falta de raíces profundas, han nacido con un inevitable tumbaito. Hago énfasis en esto porque el ejercicio del tutelaje en socialismo hizo de la revolución un fraude. Generó una burguesía de nuevo tipo, la del partido, que aplica la fuerza para defender sus privilegios. En tales escenarios la democracia profunda termina siendo como el cielo para los creyentes, no el horizonte de los marinos, donde viven las esperanzas.
(1) Chávez que, un año antes, había sido reelegido con cerca de 7 millones de electores, perdió este referendo ante una oposición que no sacó un voto más de los 4 millones obtenidos el año anterior. Tres millones de chavistas no fueron a votar. No sólo fue desacuerdo o incomprensión, el Partido no hizo su trabajo. Chávez fue derrotado por 118 mil votos.
