¿Por qué un estado social de derecho y de justicia?

En el artículo 2 de nuestra ley madre republicana, "la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela," el pacto social diría Jean-Jacques Rousseau, el poder constituyente emanado del soberano originario establecido;

Artículo 2. Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.

En el artículo 5 de nuestra ley madre en comento refiere la voluntad del mandante, es decir del pueblo venezolano;

Artículo 5. La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público.

Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos.

No debe el gobierno, el estado, ni la sociedad adolecer de las características, valores y principios que deben regir el comportamiento social, político y jurídico, con especial énfasis en el comportamiento del estado, consecuentemente de los actores del gobierno que lo dirigen y en general de los sectores políticos que parecen generar una conchupancia direccionada a la corruptela, al mercantilismo y al materialismo más inhumano conocido es así como vemos un estado que parece y se percibe en decadencia, vista la ausencia casi total del estado de derecho, del Estado social de derecho y de justicia que fue ordenado por el constituyente de 1999.

Vemos con sustantiva preocupación lo que hemos reiterado como una distorsión constitucional sustantiva, que el 98% de los jueces del país sean provisorios y buena parte también de los representantes del ministerio público, los primeros producen consecuentemente que el comportamiento de la administración de justicia esté sometida a la voluntad de personas y no a la voluntad de la ley, lo cual constituye a nuestro entender una afrenta directa a la tutela judicial efectiva establecida en el artículo 26 de la enunciada y maltratada Constitución patria, hemos propuesto la necesidad de restaurar el estado de derecho, en ese y otros muchos sentidos.

Por otra parte vemos con preocupación lo que se percibe como la mercantilización de la criminalización de la población venezolana, fundamentalmente los jóvenes y pobres, visto que el ministerio público se maneja por estadísticas e incentivos económicos a estas estadísticas, es decir ganar casos que es homólogo de condenar personas y familias con una aparente insania e insensibilidad, pero además prelan la provisionalidad funcionarial y los contratados, en donde no es la voluntad de la ley, ni el criterio jurídico el que establece el actuar del garantista, sino una entidad que todos en la provincia llaman caracas, constituyéndose en excusa para toda violación de la ley alegan los funcionarios es una orden de caracas, ¿nos preguntamos quien cajo es caracas, para irrespetar la ley y los derechos ciudadanos? Porque el estado ha degenerado tan vilmente sus instituciones fundamentales de tutela y garantías?

Cuestión esta que apunta directamente a una degeneración en la estructura de comportamiento pensamiento y socialización, consecuentemente un caos de criminalidad, violencia y antivalores, no puede regirse el comportamiento fiscal en función de cumplir estadísticas e inflar egos titánicos mientras se destruye a la familia venezolana con recurrente privativas de libertad inconstitucionales ilegales y distanciadas del deber ser.

Artículo 7. La Constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución.

Artículo 25. Todo acto dictado en ejercicio del Poder Público que viole o menoscabe los derechos garantizados por esta Constitución y la ley es nulo, y los funcionarios públicos y funcionarias públicas que lo ordenen o ejecuten incurren en responsabilidad penal, civil y administrativa, según los casos, sin que les sirvan de excusa órdenes superiores.

Artículo 141. La Administración Pública está al servicio de los ciudadanos y ciudadanas y se fundamenta en los principios de honestidad, participación, celeridad, eficacia, eficiencia, transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la función pública, con sometimiento pleno a la ley y al derecho

Artículo 333. Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella.

En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia

Invocamos los artículos 7-25-141 y 333 constitucionales e invitamos al pueblo venezolano y a los actores políticos y sociales a despertar la conciencia juridica y el amor patrio

Es un hecho conocido público notorio y comunicacional, que las cárceles están llenas de pobres en su mayoría y esto aunado a la perversión y contaminación psicológica que producen los medios de comunicación y redes sociales en las frágiles mentes de esta generación de cristal, y peor aún ha incidido en generaciones más longevas.

Consideramos oportuno e insistimos en la necesidad de una democracia genuinamente participativa y protagónica en tal sentido la totalidad de los poderes del Estado debe ser elegidos desde las bases sociales, en elecciones libres, directas y secretas los magistrados del tribunal supremo de justicia, el poder moral en todo su contexto, el poder electoral, fundamentalmente este último sustantivamente desprestigiado a partir de comportamientos que se perciben como distanciados del deber ser.

consideramos para la pacificación del país es urgente el establecer un gran debate nacional, mesas de diálogos con las universidades, los colegios de profesionales, los movimientos sociales, los sindicatos, los movimientos empresariales y de comerciantes, los intelectuales, las organizaciones defensoras de derechos Humanos, de la ecología, de la mujer, de los niños, de la familia, distanciados claro está de criterios impuestos por organismos multinacionales, que se pretenden la panacea en materia de derechos humanos y que manejan ingentes recursos económicos, pero que en la praxis son otro instrumento de manipulación política que solo atienden los pedidos de medidas cautelares y protecciones a los activistas de la derecha y la ultraderecha, que le son afines a los verdaderos conductores de estos organismos, que no son otros que los titiriteros del planeta y las pretensiones imperiales, genocidas y esclavizadoras de las mentes y cuerpos de la humanidad.

Siendo así se hace urgente el despertar de la conciencia social, jurídica, política y humana para así reconducirnos a endogenizar nuestra visión de país, de humanidad y a materializarla con el pensamiento crítico, la propuesta coherente, la solidaridad pensante y el trabajo constante.

Venezuela se encuentra en ruina moral, más que en ruina económica y es lo primero lo que conduce a la solidez de los segundos, es decir la moralidad del Estado, la honestidad en el ejercicio de la función pública, la eficiencia y la eficacia, conducen siempre a una sociedad próspera desde todo punto de vista y a un ambiente sano de convivencia armónica, distanciados de los antivalores a lo que nos tienen acostumbrados los politiqueros, que desconocen en sus haberes cognitivos lo que es la real política con p mayúscula.

Consideramos es oportuno hacer un llamado a la reflexión a todos los actores políticos y sociales e impulsar un diálogo genuino, con pueblo, con gremios, con intelectuales, indistintamente de su preferencias políticas, priorizando por sobre cualquier dogma, la venezolanidad la empatía, la filantropía y el amor patrio. Es hora de que los venezolanos y las venezolanas, despertemos conciencia y dejemos a un lado la manipulación y la debilidad mental, que nos ha llevado a elegir seudo líderes, que en nada tributan al mayor grado de felicidad posible visión y misión fundamental del estado, con respecto de sus ciudadanos tal cual les es ordenado en la constitución del Estado venezolano.

Vamos pues a construir un gran debate nacional en función de los problemas que realmente aquejan a los ciudadanos venezolanos, el tema de la salud, el tema de la economía, el tema de los salarios, el tema de los adultos mayores, el tema de los derechos humanos de los venezolanos en el exterior, son algunas de las propuestas a las que invitamos a todos los venezolanos de bien, a establecer un pensamiento crítico y con su estructura pensante aportar las posibles soluciones que nos lleven a salir de esta terrible crisis moral económica política y social que solo produce muerte migración masiva, miseria, fuga de talentos y tristeza en la sociedad venezolana.



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Henry Roberts

Presidente de la ONG Conciencia y Dignidad. Asesor de asuntos penitenciarios.

 concienciaydignidad@gmail.com      @conydignidad

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