Resulta un contrasentido y hasta cierto punto una aberración que al dirigente sindical de la empresa trasnacional MASISA ubicada en la Zona Industrial Macapaima del municipio Independencia del estado Anzoategui; por ejercer con dignidad la defensa de sus trabajadores; además su lucha sindical no está impulsada por actos de violencia, ni ningún discurso matizado de expresiones ofensivas. Al contrario goza del aprecio y la consideración de todos los trabajadores. Es un conciliador en todo el sentido de la palabra que acompaña su accionar con un lenguaje de altura. Ahora la empresa pretende incriminar su conducta valiéndose de banales acusaciones; pretendiendo meter la Ley de Incitación al Odio para sugerir que su conducta está reñida con esta ley; mayor sarcasmo y socarronería En este caso MASISA aprovecha la fragilidad del estado de derecho; producto de las sanciones criminales para pagar irrisorios salarios; violando flagrantemente la Ley del Trabajo; el derecho a la sindicalización y lo más cuestionable que utiliza a la Ley Contra el Odio para criminalizar una trayectoria sindical transparente como la de Jean Mendoza; pisoteando derechos laborales, libertades sindicales y convenciones colectivas.
Tenemos que agregar, que esta empresa por tratarse de una trasnacional, atenta contra la soberanía y vulnera nuestro estado de derecho, arremetiendo con su proceder contra nuestros trabajadores al mejor estilo de las dictaduras militares que han gobernado el cono sur; en contra de nuestra Ley del Trabajo, repito y de nuestra Constitución Nacional. Lo más grave es que estas violaciones tienen eco en las estructuras jurídicas y policiales del país. Ahora resulta y recordando aquella tira cómica de "aunque usted no lo crea" de Ripley. Protestar por un salario justo, beneficios contractuales, elecciones libres, imponer el proselitismo sindical; sea criminalizado como lo pretenden hacer con Jean Mendoza. Esta ley Contra el Odio está muy bien tasada en el sentido que se deben cumplir una serie de supuestos en concreto para llevar a cabo la acusación y no en esta forma risible como la quieren aplicar con Jean Mendoza. Por cierto, en todo este parapeto armado sin pies ni cabeza contra Mendoza, tiene una citación ante el Tribunal Primero en funciones de juicio, el 11 de noviembre en Puerto Ordaz. De donde saldrá bien librado.
Absolución y libertad plena para Jean Mendoza.
Hay que romper la complacencia policial – jurídica con la trasnacional
Luis Roa