Cáscara Amarga 1022

De entre el resbalar y el caer, ha de estar el equilibrio

De entre el resbalar y el caer, ha de estar el equilibrio. Se leía en el espacio de los jabones de la pulpería de Don Tiburcio de la calle Alegría de San Carlos. El resbalar y el caer, es tanto asina como cuando uno está aprendiendo a andar en bicicleta. En que tú eres el equilibrio. Don Tiburcio era un equilibrista en su espacio en que nunca llegó a resfalar, como decía el diputado Pineda, Premio Noble de Literatura campestre cojedeña de Cojedes. Asina ansí así, un volantinero, ha de estar de entre el resbalar y el caer. O sea y es decir, decir han de estar involucrados, en el hecho en entera ejecución, al menos con seguridad dos aspectos, dos casos, dos cosas, dos condiciones, dos circunstancias, dos términos, dos tercios, asina la cuerda y usted, asina el piso y el jabón como en de por medio el equilibrio en la persona. Y, como decía, Aquiles Nazoa, a según: Hay que recurrir a las cosas más sencillas, para sacar alguna teoría. Asina como decía, Albert Einstein, a según: Hay que ir a las catacumbas de la modernidad ilustrada originaria, y, desde ahí, extraer los nuevos conceptos, las nuevas definiciones, las nuevas proposiciones, los nuevos proverbios, los nuevos refranes, las nuevas frases, las nuevas oraciones, las nuevas parábolas, las nuevas paradojas. Asina ansí asín así: En casa del jabonero Don Tiburcio, el que no tenga equilibrio ha de caer. La caridad bien ordenada, entra por uno mismo. Entra por el pulpero Don Tiburcio que vendiera el jabón. A mas y a más, del techo de la pulpería de Don Tiburcio, guindaban cintas espiralinas de papel con miel para la caza de moscas, a lo que Don Tiburcio, expresaba, que más moscas se cazan con miel que con vinagre de la diabética diplomacia moderna avanzada del paradójico radiante ojo avizor culantro quevedoiano absurdo medular estable profundo de entre las nalgas Don Francisco en las mesas misas musas. Y, esta expresión más moscas se cazan con miel que con vinagre, de Don Tiburcio, es parte de la tesis de los casos correlativos límite límbico grembo fronterizo contradictorios caliginosos concomitantes de equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético de la tesis innovadora novedosa avanzada cascaramarga cojedeña de Cojedes TINACO de Maleo 2001. Agora ahora hogaño, si a ver vamos, el mundo se ha edificado sobre refranes, dichos y jodederas. De las ruinas de las Torres Gemelas Neoyorquinas 2001, surgiera la sentencia de George W Bush, a según: ¡O estás conmigo o estás con mi enemigo! Y, del derrumbe intencional pensado, hubo de surgir la sentencia, en que a Venezuela, en el gobierno del comandante Chávez, le dieran el golpe de Estado de 2002. Que, ¡O estás conmigo o estás con mi enemigo!, sus efectos y consecuencias, no han desaparecido, pues cada presidente de EEUU, le agrega algo nuevo al, ¡O estás conmigo o estás con mi enemigo! Y, si seguimos en la curiosidad, de entre la claridad y la oscuridad de Heráclito, la conjunción exclusiva "O" de Bush, ha de tener a su opuesta, la conjunción inclusiva "Y" de Luis Alberto Machado. Conjunción inclusiva "Y" a la que ha de estar imbuido todo progresista revolucionario avanzado cascaramarga. De lo cual, se ha de expresar que vivimos en un mundo preñado de conjunciones "O" como de conjunciones "Y". O sea y es decir, decir con Buda a favor, a según: Vivimos en un mundo plagado de contradicciones caliginosas borrosas de la forma colorida extensiva del ser y no ser. Asina asín así con Heráclito: Vivimos en un mundo plagado de articulaciones armónicas tensivas simultáneas contradictorias caliginosas borrosas del somos y no somos en el quiasmo río heraclitoiano, en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces. Los padres abanderados de las contradicciones caliginosas borrosas, el oriental Buda y el occidental Heráclito. Y, toda la filosofía, que es decir condición filosófica contradictoria caliginosa borrosa es de Buda y de Heráclito. Un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces, o sea y es decir, decir el quiasmo río del filósofo de Éfeso y la simultaneidad de los contrarios. El quiasmo río efesoita de la Ley de las contradicciones caliginosas difusas borrosas y de la unidad de los contrarios. Agora ahora hogaño, Don Quijote, margullera en el quiasmo río efesoíta, y, dijera que, en El Ingenioso Hidalgo, las cosas no siempre son lo que parece, las cosas no siempre son lo que son. O sea y es decir, decir que Don Quijote estaba nombrando y mentando a la Primera Ley de la Dialéctica, o sea y es decir, decir Ley del Cambio. El proceso. Y, en concomitancia, el encadenamiento de procesos. La unidad de contrarios. El progreso continuo sin saltos de talanquera ni vuelos de gallera. Y, como se dice en el Derecho Usual Ordinario Romano: Primero en el tiempo, primero en el derecho. Y, no fuera Hegel ni Marx, los padres abanderados de las Leyes de la Dialéctica, fueran Buda, Heráclito y Don Quijote. Y, a buen seguro que el Libertador Simón Bolívar, margullera en Heráclito, Buda y Don Quijote. El Libertador, no hubiera reducido el hexámetro de Quintiliano a díptico, natura y persona en 1828, a según, y cuando le dijo al Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre: Tome usted como base de sus operaciones, la naturaleza de las cosas y el interés instantáneo, sean el ingenio de sus inspiraciones, deje obrar, pues, las circunstancias. Como, se deje usted impulsar por ellas como de un impulso irresistible instintivo inspirativo instantáneo. Que sea el impulso irresistible instantáneo concomitante, lo resolutivo. Ahí, en esa sentencia del Libertador al Mariscal, aparece, sola y sóla, la conjunción inclusiva "Y", luisalbertomachadoiana con que el Libertador mandara al carajo con el díptico, natura y persona, al hexámetro calahorraiano de Quintiliano, al filósofo de Calahorra, el del tiempo y persona, hecho y lugar, medios y maneramotivos. A mas y a más, el Libertador estaba hablando del equilibrio de entre natura y persona, el Libertador, estaba hablando del paradójico equilibrio ecológico ambiental, tanto como si fuera, el equilibrio del curioso detallista pulpero jabonero Don Tiburcio, del hoy no fío y mañana sí, el paradójico equilibrio ecológico ambiental de entre el resbalar y el caer.

Con digresión y sin digresión, el resbalar y el caer. Agora ahora hogaño, de entre el resbalar y el caer, ha de estar el equilibrio. Y, sin querer como queriendo, lo ha planteado el curioso detallista pulpero jabonero Don Tiburcio. Y, se debate el mundo, frente al calentamiento global y el cambio climático. Y, el mundo busaca el equilibrio de entre natura y persona del Libertador Simón Bolívar. El calentamiento global y el cambio climático, han provocado el desequilibrio ambiental ecológico. El calentamiento global y el cambio climático han provocado el desajuste en el Artículo 127 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, a según: Se establece el derecho a tener un ambiente sano, seguro y ecológicamente equilibrado. Se establece que cada generación tiene el deber de proteger y mantener el ambiente. Se establece que el Estado debe proteger el ambiente, los recursos genéticos, la diversidad biológica, los procesos ecológicos, los monumentos naturales y parques nacionales. A mas y a más, pero y empero, el calentamiento global y el cambio climático han provocado el desajuste en el Artículo 305 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, a según: Se establece que el Estado promoverá la agricultura sustentable, la preservación y conservación de los recursos naturales y el medio ambiente, asegurando que no se comprometa su disponibilidad para futuras generaciones, como base estratégica del desarrollo rural integral y, en consecuencia, garantiza la seguridad alimentaria de la población. Agora ahora hogaño, ambos artículos tiene la carga de ser imperativos categóricos como imperativos hipotéticos de Immanuel Kant, o sea y es decir, decir este último imperativo no categórico. Y, de entre ambos imperativos, ha de estar el equilibrio. Y, el equilibrio lo establece el paradójico imperativo borroso maleoiano de Maleo 2001. Paradójico imperativo borroso, que no ha de permitir un referendo para modificar el Artículo 127 como el Artículo 305. Y, a consulta iría la incorporación del paradójico imperativo borroso para la protección, como para todos los tiempos, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Y, como tiénese dicho y deténtase mentado, del equilibrio del curioso detallista pulpero jabonero Don Tiburcio, del hoy no fío y mañana sí, el paradójico equilibrio ecológico ambiental de entre el resbalar y el caer.

Con divagancia y sin divagancia, el resbalar y el caer. El resbalar y el caer, han de tener su grafía gráfica gata graciosa gratificante, en el lienzo pictórico blanquinegro del yin y yang de Laozi y de Walt Whitman, han de tener de entre la medular venación peciolar gris sombría penumbra a las láminas en el lienzo pictórico blanquinegro de la cúbica composición con hoja de Fernand Léger. Han de tener de Rosa María de la calle Alegría de San Carlos de Cojedes, a la bacinilla, a la mitad llena de miao y la mitad vacía. Han de tener al cóncavo convexo contradictorio caliginoso concomitante concupiscente 69 cojedeño de Cojedes. Han de tener al gigantesco cartón cuadrángulo rectángulo pitagórico que guindara del techo del botiquín de Miguelito de San Carlos de Cojedes, a las caras del cartón, en donde por una de las cara se leía, la frase de la otra cara es falsa y en concomitancia por la otra cara, la frase de la otra cara es verdadera. Han de tener a la línea curva lemniscata de Bernoulli. Han de tener a la línea curva parabólica cúbica de Picasso. Han de tener al todo en la parte y la parte en el todo de Platón. Han de ser contenidos que contienen el continente de la tesis de los casos correlativos límite límbico grembo fronterizo contradictorios caliginosos concomitantes de equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético de la tesis innovadora novedosa avanzada cascaramarga cojedeña de Cojedes TINACO de Maleo 2001. Y, como tiénese dicho y deténtase mentado del equilibrio del curioso detallista pulpero jabonero Don Tiburcio, del hoy no fío y mañana sí, el paradójico equilibrio ecológico ambiental de entre el resbalar y el caer.

Si el resbalar y el caer, han de ser contenidos que contienen el continente de la tesis de los casos correlativos límite límbico grembo fronterizo contradictorios caliginosos concomitantes de equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético de la tesis innovadora novedosa avanzada cascaramarga cojedeña de Cojedes TINACO de Maleo 2001. Entonces sea dicho que el resbalar y el caer, fuera sacado de las catacumbas de la pulpería de Don Tiburcio de la calle Alegría de San Carlos, en que se leía en el espacio de los jabones de la pulpería de entre el resbalar y el caer, ha de estar el equilibrio. Ergo vergo sea dicho que Don Tiburcio era un equilibrista en su espacio en que nunca llegó a resfalar, como decía el diputado Pineda, Premio Noble de Literatura campestre cojedeña de Cojedes. Que han de estar involucrado siempre, en el hecho en entera ejecución, al menos con singular seguridad dos aspectos, dos casos, dos cosas, dos condiciones, dos circunstancias, dos términos, dos tercios. Que han de ser la cuerda y el volantinero. Que han de ser el piso y el jabón. Que como decía Aquiles Nazoa, que hay que recurrir a las cosas más sencillas, para sacar alguna Ley. Que las Leyes de la Dialéctica, fueran Buda, Heráclito y Don Quijote en el quiasmo río efesoíta. Que las Leyes de la Dialéctica, no fueran prístinas de Hegel y Marx. Que el Libertador Simón Bolívar, margullera en Heráclito, Buda y Don Quijote. Que el Libertador, hubo de reducir el hexámetro de Quintiliano a díptico, natura y persona en 1828. Que el calentamiento global y el cambio climático ha provocado el desajuste en el Artículo 127 y en el Artículo 305 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Que a consulta ha de ir la incorporación del paradójico imperativo borroso en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Que el paradójico imperativo borroso ha de ser para la protección para todos los tiempos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Que como tiénese dicho y como deténtase mentado del equilibrio del curioso detallista pulpero jabonero Don Tiburcio, ha de ser el paradójico equilibrio ecológico ambiental de entre natura y persona del Libertador Simón Bolívar. Que como tiénese dicho y deténtase mentado del equilibrio del curioso detallista pulpero jabonero Don Tiburcio, ha de estar el paradójico equilibrio ecológico ambiental de entre el resbalar y el caer.



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Miguel Homero Balza Lima


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