El quiasmo río heisenbergiano. O sea y es decir, decir: No todas las proposiciones científicas son verdaderas y no todas las proposiciones científicas son falsas. O sea y es decir, decir que de entre esas afirmativas proposiciones científicas contradictorias caliginosas heisenbergianas, han de haber con certeza como que margulleran en el quiasmo río efesoíta, con la mismísima figura pintoresca dimensional de Heráclito, o sea y a según, un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces, o sea y es decir, que de entre las contradicciones, del descendemos y no descendemos en un mismo río, ha de estar, la tensa armonía simultanea contradictoria del somos y no somos del filósofo de Éfeso. Y, mas y a más, que las proposiciones científicas de Heisenberg, han de ser contenidos que contiene el continente quiasmo río heraclitoiano. A mas y a más, que las proposiciones científicas de Heisenberg, han de ser aun y aún, contenidos del lienzo pictórico blanquinegro del yin y yang de Laozi y Walt Whitman. Y, que en la gris sombría penumbra whitmaniana, de entre el yin y el yang, ha de estar el contenido de las proposiciones científicas de Heisenberg. O sea, que decir la gris sombría penumbra whitmaniana, es decir las sombrías proposiciones científicas grises indeterminadas inciertas borrosas heisenbergianas. Y, en la difuminación continua espectral del yin y el yang, cuando el yin se hace igual al yang, todas las dimensiones coloridas figuradas han de tener la misma medida, contra el principio de incertidumbre de Werner Heisenberg, a según, si mides alguna cosa de manera precisa exacta rigurosa, no puedes hacer lo mismo con otras. Y, asina han de desaparecer otras expresiones físicas conceptuales que no aguantaran lo nuevo de Heisenberg. O sea y es decir, decir la posición ha de ser igual a la velocidad y viceversa, la misma cantidad de movimiento, ha de haber un mismo impulso. Ahí, en donde el yin se hace igual al yang, todas las medidas de la física clásica y todas las medidas de la física cuántica, han de ser del mismo tenor y aparato de medidas. Decir la misma posición es tanto como decir la misma velocidad, ha de haber la aceleración y no ha de haber la aceleración. Cuando el yin se hace igual al yang, ha de haber un equilibrio dinámico dialéctico difuso. Ahí, ha de estar la optimalidad ortogonal pitagórica de entre el teorema directo y el teorema indirecto del Teorema de Pitágoras del tercer año de bachillerato y de Los Hooligan. Cuando el yin se hace igual al yang, ha de estar la síntesis hegeliana marxista de entre la tesis y la antítesis de Hegel y Marx. El mismo plausible prudente tercio medio un medio incluso aristotélico absurdo medular estable profundo de entre el exceso y el defecto de La Moral de Aristóteles. La misma resolutiva optimalidad pretendida maleoiana de entre el consciente y el inconsciente de Cirigliano y Villaverde. El mismo aparato de medidas. La misma posición, la misma velocidad, la misma aceleración, cuando el yin se hace igual al yang. Cuando el yin se hace igual al yang, ha de haber un equilibrio dinámico dialéctico difuso, en que la tendencia ha de traer el impulso, ahí, al plausible prudente tercio medio un medio inclusivo aristotélico, de entre el yin y el yang, para la trascendencia para el golpe feroz cesarvallejoiano de César Vallejo, en donde se sustituyen los entes definidos por sus definiciones, en el convite cuartel cívico mílite del concepto definitivo trascendente, de entre el yin y el yang, hacia niveles superiores en y de espiralinas cíclicas circulares sinusoidales eclesiásticas solomónicas laberínticas estoicas de la historia eterna noria notoria. Si y solo si, el yin se hace igual al yang. En que desaparece el principio de incertidumbre de Heisenberg. Heisenberg, derrumba su propio principio cuando dijo que no todas las proposiciones científicas son verdaderas y no todas las proposiciones científicas son falsas. Cuando dijo, Heisenberg, que de entre esas afirmativas proposiciones científicas contradictorias caliginosas, han de haber con certeza, sombrías proposiciones científicas grises indeterminadas inciertas borrosas bañadas de penumbra como que margulleran en el quiasmo río efesoíta, con la mismísima figura pintoresca dimensional de Heráclito, o sea y a según, un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces, o sea y es decir, decir la tensa armonía simultanea contradictoria del somos y no somos del filósofo de Éfeso., en que margullera Heisenberg con su quiasmo río heisenbergiano.
Con divagancia y sin divagancia, el quiasmo río heisenbergiano. Agora ahora hogaño, decir en lo adelante, las sombrías proposiciones científicas grises indeterminadas inciertas borrosas bañadas de penumbra, de entre las proposiciones científicas verdaderas y las proposiciones científicas falsas de Heisenberg. Es decir, con Heisenberg, las sombrías proposiciones científicas grises indeterminadas inciertas borrosas bañadas de penumbra, como el estar apuntando a la teoría del campo unificado de Albert Einstein de entre el universo expansivo einsteiniano de Albert Einstein 1919 de la luz del Sol curvada a 300 mil kilómetros por segundo por el campo gravitomagnético de la Tierra de Isaac Newton propincuo a la vida como en la Tierra y el universo contractivo maleoiano de Maleo 2001 de luz tragada en línea recta euclidiana a mas y más de 300 mil kilómetros por segundo de entre la materia oscura y la energía pura no propincuo a la vida como en la Tierra. Agora ahora hogaño, decir sombrías proposiciones científicas grises indeterminadas inciertas borrosas bañadas de penumbra, de entre las proposiciones científicas verdaderas y las proposiciones científicas falsas de Heisenberg, es el estar apuntando al paradójico contradictorio caliginoso big bang lematreiano absurdo medular estable profundo de Georges Lemaitre de entre el universo expansivo einsteiniano de Albert Einstein 1919 y el universo contractivo maleoiano de Maleo 2001. O sea y es decir, que Werner Heisenberg, estaba diciendo a James Webb, que de Georges Lemaitre, han de existir solo y solo dos universos en equilibrio dinámico dialéctico difuso en la perogrullada primera vez de Perogrullo. Y, esa perogrullada primera vez de Perogrullo existe y está en las sombrías proposiciones científicas grises indeterminadas inciertas borrosas bañadas de penumbra de Werner Heisenberg. Y, esa perogrullada primera vez de Perogrullo existe y está en las sombrías proposiciones científicas grises indeterminadas inciertas borrosas bañadas de penumbra de Werner Heisenberg existe tanto como en el paradójico equilibrio ecológico ambiental bolivariano absurdo medular estable profundo de entre el díptico natura y persona del Libertador Simón Bolívar. Paradójico equilibrio ecológico ambiental bolivariano, que el capitalismo histórico histérico rapaz, tiende a destruir por completo. Y, a decir verdad, cada vez es mayor el calentamiento global y más intenso el cambio climático, mas y más, pero y empero, son los estragos cada año que provoca El Niño y La Niña. Y, las nalgas de Don Francisco a la espera en las mesas misas musas para la resolutiva optimalidad pretendida maleoiana de Maleo 2001. Y, esta resolutiva optimalidad pretendida maleoiana ha de venir, no de la ONU, este órgano está devaluado. La resolutiva optimalidad pretendida maleoiana ha de venir de un órgano prestigioso con capacidad firme solutiva, que se plante en la slash diagonal hipotenusa pitagórica, en la optimalidad ortogonal pitagórica de entre las nalgas de Don Francisco. En el paradójico radiante ojo avizor culantro quevedoiano, y, le diga al capitalismo histórico histérico rapaz, desde el esquema cuadrángulo rectángulo retroalimentario cibernético de insumos y resultados de Fernando Arias Galicia en las mesas misas musas de entre las nalgas de Don Francisco, de entre las proposiciones científicas de Heisenberg, de entre las proposiciones científicas verdaderas y las proposiciones científicas falsas, ¡Que hasta aquí, te trajo el río! ¡No el quiasmo río efesoíta! ¡Capitalismo histórico histérico rapaz! ¡Sino que hasta aquí te trajo la vela! ¡Capitalismo histórico histérico rapaz! La única vela que arde en extinción como la especie humana del comandante Fidel. Y, como tiénese dicho y como deténtase mentado, la suerte de Chacumbele presente, el trapecista cubano, el primero en realizar un salto triple sin red. La suerte de Chacumbele, en Werner Heisenberg, él mismito se suicidó, él mismito se mató, él mismito se ahogó no en el charco río circense chacumbeleiano, sino en el quiasmo río heisenbergiano.
Con digresión y sin digresión, el quiasmo río heisenbergiano. Decir el quiasmo río heisenbergiano, es decir las proposiciones científicas verdaderas y las proposiciones científicas falsas, es decir de entre ellas, las paradójicas proposiciones científicas indeterminadas inciertas grises borrosas caliginosas. Es tanto como decir el paradójico contradictorio caliginoso big bang lematreiano absurdo medular estable profundo de Georges Lemaitre de entre el universo expansivo einsteiniano de Albert Einstein 1919 y el universo contractivo maleoiano de Maleo 2001. Decir el quiasmo río heisenbergiano, es decir las proposiciones científicas verdaderas y las proposiciones científicas falsas, es decir de entre ellas, las paradójicas proposiciones científicas indeterminadas inciertas grises borrosas caliginosas heisenbergianas. Asina ansí así, es tanto como decir la paradójica contradictoria caliginosa grisura sombría penumbra whitmaniana en el lienzo pictórico blanquinegro de entre el yin y el yang de Laozi y Walt Whitman. Las paradójicas proposiciones científicas indeterminadas inciertas grises borrosas caliginosas heisenbergianas, es tanto como decir la teoría del campo unificado de entre el campo electromagnético de la luz del Sol de Albert Einstein y el campo gravitomagnético de la Tierra de Isaac Newton. Las paradójicas proposiciones científicas indeterminadas inciertas grises borrosas caliginosas heisenbergianas, es tanto como decir la teoría del campo unificado de entre la teoría especial de la relatividad einsteiniana de Albert Einstein y la teoría general de la relatividad einsteiniana de Albert Einstein. Lo de Werner Heisenberg, es tanto como decir el principio de la complementariedad de entre la materia y la radiación, la materia y la energía, la onda y la partícula, lo visible y lo invisible de Niels Bohr. Lo de Werner Heisenberg, es tanto como decir el contradictorio centro universal unificado reflexivo de unicidad instantánea simultánea concomitante teilhardiano absurdo medular estable profundo de entre la materia y la energía de Teilhard de Chardin. Lo de Werner Heisenberg, es tanto como decir la paradójica fe hebrea sanpabloiana absurda medular estable profunda de entre la certidumbre y la incertidumbre, la esperanza y la desesperanza, la convicción y la duda, lo visible y lo invisible del apóstol San Pablo. Lo de Werner Heisenberg, es tanto como decir la paradójica ironía quijotesca cervantina absurda medular estable profunda de entre la cordura y la locura, de entre la razón y la sinrazón, de ente la guerra y la paz, de entre el amor y el odio, de entre la rabia y la ternura de Don Quijote. Lo de Werner Heisenberg, es tanto como decir el paradójico radiante ojo avizor culantro quevedoiano absurdo medular estable profundo de entre nalgas, de entre las gracias y las desgracias de Don Francisco. Lo de Werner Heisenberg, es tanto como decir el plausible prudente tercio medio un medio aristotélico absurdo medular estable profundo de entre el exceso y el defecto de La Moral de Aristóteles. Lo de Werner Heisenberg, es tanto como decir y nombrar a la síntesis hegeliana marxista absurda medular estable profunda de entre la tesis y la antítesis de Hegel y Marx. Lo de Werner Heisenberg, es tanto como decir y nombrar al paradójico impulso irresistible inspirativo instantáneo simultáneo concomitante del Libertador Simón Bolívar absurdo medular estable profundo de entre el díptico natura y persona del Libertador. Lo de Werner Heisenberg, es tanto como decir y nombrar a la paradójica conjunción copulativa inclusiva "Y" luisalbertomachadoiana absurda medular estable profunda de entre el ser y no ser de Luis Alberto Machado con que el filósofo caraqueño de Caracas, mandara al carajo a la duda hamletiana de William Shakespeare. Con que mandara al coño al Principio del Tercio Excluso de La Lógica de Aristóteles, de la que se ha nutrido el capitalismo histórico histérico rapaz de George W Bush, del ¡O estás conmigo o estás con mi enemigo! Lo de Werner Heisenberg, es tanto como decir la perogrullada primera vez de Perogrullo de todos los casos correlativos complementarios concomitantes límite límbico grembo fronterizo contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético de la tesis teórica inédita innovadora novedosa avanzada cascaramarga cojedeña de Cojedes de Maleo 2001 y de la Filosofía de las 4E del entendimiento y la estética ética espiritual de Maleo 2001. Y, como tiénese dicho y como deténtase mentado, la suerte de Chacumbele presente, el trapecista cubano, el primero en realizar un salto triple sin red, en que Heisenberg, él mismito se suicidó, él mismito se mató, él mismito se ahogó no en el charco río circense chacumbeleiano, sino en el quiasmo río heisenbergiano.
Con franqueza y sin franqueza, con digresión y sin digresión, el quiasmo río heisenbergiano. Decir el quiasmo río heisenbergiano, es decir las proposiciones científicas verdaderas y las proposiciones científicas falsas, es decir de entre ellas, las paradójicas proposiciones científicas indeterminadas inciertas grises borrosas caliginosas heisenbergianas, han de tener su grafía grata gata graciosa gratificante, a mas y a más, pero y empero del odiado cartón cuadrángulo rectángulo pitagórico que guindara del techo del botiquín de Miguelito de San Carlos de Cojedes, que derrumbara el principio de incertidumbre de Heisenberg, en donde por una de las caras se leía la proposición de la otra cara es verdadera y por la otra cara, simultáneamente, la proposición de la otra cara es falsa. Las proposiciones científicas verdaderas y las proposiciones científicas falsas, es decir de entre ellas, las paradójicas proposiciones científicas indeterminadas inciertas grises borrosas caliginosas heisenbergianas, han de tener su grafía grata gata graciosa gratificante, a las paradójicas pareadas pirámides kelsenianas de Hans Kelsen, del Derecho Usual Ordinario Romano y del Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano. Las proposiciones científicas verdaderas y las proposiciones científicas falsas, es decir de entre ellas, las paradójicas proposiciones científicas indeterminadas inciertas grises borrosas caliginosas heisenbergianas, han de tener a la odiada bacinilla de Rosa María de la Calle Alegría de San Calos de Cojedes, la mitad llena de miao y la mitad vacía. Lo Werner Heisenberg, ha de tener al seis y el nueve del odiado cóncavo convexo contradictorio caliginoso congruo concupiscente 69 cojedeño de Cojedes. Lo Werner Heisenberg, ha de tener al yin y el yang de Laozi y de Walt Whitman. Lo Werner Heisenberg, ha de tener a la pictórica estética cúbica composición con hoja de Fernand Léger. Lo Werner Heisenberg, ha de tener a la similaricadencia repetitiva tautológica paradigmática platónica de Platón del todo en la parte y la parte en el todo. Lo Werner Heisenberg, ha de seguirse en el cartón cuadrángulo rectángulo pitagórico que guindara del techo del botiquín de Miguelito, la existencia de paradójicas pareadas pirámides kelsenianas de Hans Kelsen, del Derecho Usual Ordinario Romano y del Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano. Y, de entre estos Derechos, la optimalidad ortogonal pitagórica del cartón de Miguelito como la paradójica resolutiva optimalidad pretendida perceptiva maleoiana absurda medular estable profunda de Maleo 2001 de entre lo consciente y lo inconsciente de Cirigliano y Villaverde. Y, en de por medio como por la calle de en medio, del Derecho Usual Ordinario Romano y del Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano, el plausible prudencial tercio incluso un medio aristotélico del exceso y el defecto de la Moral de Aristóteles. Asina asín ansí así, de lo aristotélico, las proposiciones científicas verdaderas y las proposiciones científicas falsas, es decir de entre ellas, han de estar las paradójicas proposiciones científicas indeterminadas inciertas grises borrosas caliginosas heisenbergianas, es decir que de entre esas afirmativas proposiciones científicas contradictorias caliginosas heisenbergianas de Heisenberg, ha de estar y ha de ser el quiasmo río heisenbergiano.
Si el quiasmo río heisenbergiano, es tanto como el quiasmo río heraclitoiano a según, un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces. Entonces sea dicho que el quiasmo río heisenbergiano a según, no todas las proposiciones científicas son verdaderas y no todas las proposiciones científicas son falsas. Ergo vergo sea dicho que de entre esas proposiciones científicas heisenbergianas de Heisenberg, han de estar las proposiciones científicas indeterminadas inciertas grises caliginosas borrosas sombrías heisenbergianas, proposiciones científicas bañadas de penumbra. Que decir proposiciones científicas indeterminadas inciertas grises caliginosas borrosas sombrías heisenbergianas, proposiciones científicas bañadas de penumbra, es decir y nombrar la gris sombría penumbra whitmaniana, en el lienzo pictórico blanquinegro, de entre el yin y el yang de Laozi y de Walt Whitman. Que de entre el sí y el no, de jueces y abogados, han de estar las proposiciones científicas indeterminadas inciertas grises caliginosas borrosas sombrías heisenbergianas, proposiciones científicas bañadas de penumbra. Que las proposiciones científicas indeterminadas inciertas grises caliginosas borrosas sombrías heisenbergianas, proposiciones científicas bañadas de penumbra, han de estar de entre el Derecho Usual Ordinario Romano y el Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano. Que en el cartón cuadrángulo rectángulo pitagórico que guindara del techo del botiquín de Miguelito de San Carlos de Cojedes, derrumbara el principio de incertidumbre de Heisenberg, en donde por una de las caras se leía la proposición de la otra cara es verdadera y por la otra cara, simultáneamente, la proposición de la otra cara es falsa. Que el continente de la slash diagonal hipotenusa de entre las opositivas frases afirmativas ciertas del cartón cuadrángulo rectángulo pitagórico del botiquín de Miguelito de San Carlos de Cojedes, es continente que contiene los contenidos de las proposiciones científicas indeterminadas inciertas grises caliginosas borrosas sombrías, proposiciones científicas bañadas de penumbra heisenbergianas. Que de entre esas afirmativas proposiciones científicas contradictorias caliginosas, ha de estar el quiasmo río heisenbergiano.
Otrosí: Es de hacer notar que ni Albert Einstein, ni Niels Bohr, ni Werner Heisenberg, dieron con la teoría del campo unificado einsteiniano. Teoría del campo unificado einsteiniano, que ha de estar en la perogrullada primera vez de Perogrullo, antes que Don Quijote, antes de 1605. Una de las catacumbas de la modernidad ilustrada originaria en que no margulleran ni Albert Einstein, ni Niels Bohr, ni Werner Heisenberg. Perogrullo, salvando al mundo de la física clásica y de la física cuántica.
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