El pensamiento político antipatriótico de la ultraderecha y su enfermizo odio antichavista es tan brutalmente irracional, que en estos momentos andan demasiados felices y contentos, con dos noticias "muy buenas" para el extremismo opositor "supuestamente venezolano" decretaron fiesta en todas las casas partidistas de "Rovoluntad Impopular", "Ven te odio Venezuela" y "Segundo Injusticia"…
Cuando se sienten muy orgullosos de que el dólar paralelo haya pasado ésta semana de la barrera de los 100 bolívares y supere en más de 40% al llamado dólar BCV y el remate de la máxima felicidad es la amenaza Marco Rubio de usar la armada estadounidense en contra de Venezuela, si se llega a meter con Guyana y La ExxonMobil.
Demasiados felices andan los radicales opositores, cuando aseguran que la última semana del mes de marzo se convierte en "sueños hechos realidad", ya que los precios de los productos y de los servicios, comenzaron a moverse hacia arriba, y los comerciantes argumentando que todo se lo venden a ellos a lo que marque el dólar paralelo, desatándose una ola especulativa y en un aumento de la inflación inducida.
Sin embargo, el éxtasis mayor de la ultraderecha nacional, encabezada por la llamada "sayona pro imperialista" es la foto que se tomó Marco Rubio, Secretario de Estado de Estados Unidos y el presidente de Guyana, Irfaan Ali, con la nada elegante amenaza militar, asegurando de que La Armada estadounidense, puede llegar a cualquier lugar del mundo, porque considera que tienen el ejército más poderoso del planeta tierra.
Con ese macabro dólar paralelo y asesino de la economía nacional, la irracional oposición se frota las manos por el tremendo daño que les causa a la calidad de vida de las y los venezolanos, cuando aspiran que el dólar BCV tiene que comenzar a subir su cotización para reducir la diferencia que ya pasa de 30 bolívares que mantiene con el dólar insurreccional.
Ya es demasiado descarado el apoyo de estos subsectores radicalmente opositor, cuando ya dieron la orden de colocar en las sedes políticas de la ultraderecha, un par de afiches a cuerpo entero de Donald Trump y Marco Rubio, superando en idolatría, la admiración que sentían por el dueto Uribe – Duque.