Los efectos de las políticas tributarias que viene aplicando el Presidente, en lo referente a la disminución del monto a pagar por el impuesto, es digna de una profunda investigación, ya que no se refleja en los precios de los artículos, inexplicablemente los productos mantienen el mismo valor y en algunos casos, han aumentado significativamente. El gobierno nacional decide sacrificar el ingreso fiscal, según lo han planteado algunos personeros del gobierno, incluido el Presidente; en la búsqueda de favorecer a los más pobres y disminuir la presión inflacionaria, pero pareciera que la medida no generó el impacto esperado, da la impresión que el efecto, como que fue contrario. Al menos, eso es lo que parece, cuando se examina y se busca encontrar alguna variación en los precios de los bienes, en los sitios que a diario recorremos. Lo cual no quiere decir; que dicho comportamiento haya sido copiado por todos los empresarios de este país. Pero si se hace un estudio simple, nos daríamos cuenta que el ciclo no continuó.
Este gobierno humanista, consciente de la presión que genera el IVA en los bolsillos de los ciudadanos, entiende que la mayoría de nuestra gente destina todos sus ingresos al consumo, por esa razón, desde hace algunos años, viene disminuyendo este impuesto. Lo llevó de 16% al 15%, posteriormente al 14%. El primero de marzo de este año (2007) bajó 3 puntos, ubicándose en 11% y se espera que para el primero de julio, disminuya dos puntos más, para que a partir de esa fecha se ubique en un 9%, convirtiéndose en el más bajo de Latinoamérica. Siendo esto una orientación que busca desaparecerlo definitivamente, en algún momento. Además de estas disminuciones, también se van a agregar nuevas excenciones. Estas políticas, dan continuidad a las acciones del gobierno, orientadas a afectar a los que más tienen y revertir lo que viene sucediendo hasta ahora. Por ello se estudia la aplicación de nuevos impuestos, en áreas que no sean tan generales.
Ocurre que el decreto con rango, valor y fuerza de ley de reforma parcial del decreto 5.189, que establece el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que ordena la medida, no ha motivado a los agentes de retención, éstos en vez de disminuir los precios de los productos, en la proporción que disminuye la alícuota del IVA, lo que han hecho es disminuir lo que deben entregar al fisco nacional y acrecentar a costa del sacrificio continuado del pueblo, sus arcas. Según el ex ministro Tobías Nóbrega, el fisco nacional, debido a las disminuciones en el IVA de este año, se va a ver afectado por el monto de 12,8 billones de bolívares. Esta cantidad exorbitante, dejará de ingresar a las arcas de la nación, porque el gobierno nacional consideró que fortalecía el poder adquisitivo de las personas y generaba efectos positivos en nuestros índices macroeconómicos. Pero lamentablemente, la sola norma no va a generar los efectos deseados, deben los entes correspondientes, hacer que esta se cumpla. Porque de lo contrario el sacrificio que hace el fisco nacional se estaría haciendo en vano. Los recursos que dejaría de percibir la nación, que pudieran ser usados en inversión social, simplemente se estarían quedando en los bolsillos de los que venden los productos.
Se esperaba que todos los productos experimentaran una disminución en sus precios, pero aparentemente nada ocurrió. Debido a la vigencia de este impuesto en nuestro país. A todos los productos se les agrega al precio, una cantidad expresada porcentualmente por la alícuota del IVA, que surge de relacionarla con el valor del producto. Nuestros camaradas comerciantes, en muchos casos, lo que hicieron fue aumentar sus niveles de ganancias, en la proporción que disminuía el IVA y todo quedo como que no hubiese pasado nada.
Con la disminución del impuesto al valor agregado, un juego de comedor (6 sillas) que para el mes de febrero con el IVA al 14% estaba valorado en 5.837.760,00 bolívares, en el mes de marzo con el IVA a 11%, paso a costar 5.662.627,00 bolívares y para el mes de julio debe costar 5.545.872,00 bolívares. Lo mismo que una motocicleta de 150cc en febrero estaba valorada en 5.372.000,00 bolívares, en marzo en 5.210.840,00 bolívares y en julio debería costar 5.103.400,00 bolívares. Para un jugo de naranja 90cc que costaba en febrero 2.650,00 bolívares, su variación para marzo fue a bolívares 2.570,00 y para julio debería estar costando 2.517,00 bolívares.
Lo que viene ocurriendo demuestra, que hay mucha gente que no entiende lo que ocurre en nuestro país, persisten con la mente especulativa y usurera. No pierden tiempo en su búsqueda por hacerse millonario de la noche a la mañana, así eso implique desangrar al pueblo. Aquí se expresan las dos concepciones que hoy se disputan el poder político en nuestro país. Se hace urgente y necesario mayor control en nuestra economía. Si en algún momento vamos a dar el salto a la economía socialista, debemos desde ya ir orientando a nuestros agentes económicos a la nueva realidad. Ya que hasta ahora siguen reproduciendo y con mucha fuerza, las practicas mezquinas y miserables que estimula el capitalismo y su mano invisible del mercado.
(*)Lcdo.
PEDRO.G.FIGUEROA@GMAIL.COM