Nació para nacer

-Hemos Jurado ser libres y vamos a la lucha. La paz llena de hambre y miseria no es digna de ningún pueblo.

Bolívar está en la sala donde se reúne la Junta Patriótica, se mantiene firme, atento y seguro con su grupo. Allí se discute la actuación de dos congresos que entorpecen la idea general de liberarse, Bolívar, se dirige a Francisco Espejo, en voz baja y le dice:

-No nos queda nada, quieren lavar todo este tiempo de crímenes y yo no quiere verle mas la dentadura a la muerte, mientras nos amarran a la oscuridad de la esclavitud que nos impone la monarquía española.

Levantándose de su asiento pide la palabra y se dirige a todos los presentes.

-Unirnos para reposar y para dormir en los brazos de la apatía, ayer fue una mengua, hoy es una traición. No es que existan dos congresos. Se discute en el Congreso Nacional lo que debería estar decidido, ¿y que dicen? Que debemos comenzar por una confederación, como si todos estuviéramos confederados contra la tiranía extranjera. Que debemos atender los resultados de la política de España. ¿Qué nos importa que España venda a Bonaparte sus esclavos o que los conserve, si estamos resueltos a ser libres? Esas dudas son efecto de las antiguas cadenas. ¡Que los grandes proyectos deben prepararse en calma! ¿Trescientos años de calma, ¿No bastan? La Junta Patriótica respeta como debe, al Congreso de la Nación, pero el Congreso debe oír a la Junta Patriótica, centro de todos los intereses revolucionarios. ¡Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad sudamericana, vacilar es perdernos!

Se iniciaba en esta forma el destino nuevo de una nación. Al día siguiente 5 de Julio de 1811 el Congreso aprobaba firmando el acta de la independencia de la patria. Nacía para nacer también el genio de los grandes constructores políticos de todos los tiempos, el cual se basaba en el proceso emancipador del hombre y para ello sus basamentos los dirige dentro de la ciencia filosófica, científica y social de la libertad única capaz de demostrar con capacidad cómo debe el hombre recuperarse de lo que le ha sido sustraído, de su propia condición como tal, su condición humana.

Bolívar habla de combate, pero para ello tiene programas, proyectos, conducción de principios nacionalistas basados en una regla la cual relacionó con el fenómeno social que vivía el pueblo. La subyugación, la esclavitud y la independencia, provocó su verdadera desfiguración, enseñando claramente que realizó una ciencia de las realidades, que no se quedó en aquello de simplificar más que con análisis ideológico. Se enfrenta con total franqueza al coloniaje, al absolutismo y a la opresión, señala en su búsqueda un cambio radical hacia la independencia, la democracia, la soberanía, la libertad, valores socio políticos positivos para comprender la construcción de un nuevo continente.

Bolívar toma decisiones concretas en los momentos difíciles de su carrera como revolucionario, no solo se enfrenta a una lucha contra el imperio, sino que se prepara para triunfar en una guerra civil entre Americanos, su visión sensata, objetiva y global de los problemas lo clasifica como el dirigente más destacado por su lucha contra la incapacidad, la ignorancia, frustrando los propósitos de sus adversarios. Es un revolucionario que perfiló sus movimientos en lo teórico y lo practico buscando la transformación de la sociedad y enterrando para siempre la prehistoria de la conquista y la colonia. Forjó un movimiento social político dentro de nuestros pueblos uniéndolos y mientras permanecieron unidos hicieron historia que nunca antes se había conocido.

Es así como Venezuela abre nuevos caminos libertarios, que luego todos seguirán para sacudirse de esa España altanera, que buscaba hacer del mar caribe un simple lago español, que se apoyaba en aquel celebre texto jurídico inatacable “La bula de Alejandro VI” el cual legalizaba la conquista española, a condición de instruir en la fe cristiana a los pueblos conquistados, es decir a su pretensión eterna de poder sobre todas estas tierras. Por eso nació Bolívar para nacer eternamente, y por eso todos los días, de todos los meses, de todos los años, tendremos un 5 de Julio inmortal.


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Víctor J. Rodríguez Calderón


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