Caracas pide auxilio

Caracas esta de cumpleaños, son 440 lustros de historia, de lucha política y de ser cuna de la libertad latinoamericana y mundial. Caracas, como unidad político-territorial se ha desarrollado a través de un modelo colonial devenido del imperio romano; el municipio como forma ciudadana de organización sociopolítica ha sido extraordinariamente eficiente para fortalecer un modelo representativo de las relaciones de poder, con una visión absolutamente verticalizada y poco adaptable a la participación directa de los ciudadanos en su cotidianidad y mucho menos en las decisiones trascendentales.

Esta estructura condenada, a través de la representación per se, a dificultar cualquier iniciativa popular y protagónica, ya esta en un proceso de implosión ya que no soporta los cambios que se desarrollan actualmente en nuestra sociedad. La explosión del poder comunal como base para el posicionamiento de la democracia participativa, que invoca a una mayor activación del ser ciudadano en su acontecer cotidiano y trascendente, genera, quiérase o no, un repensar de lo que son actualmente las estructuras de relacionamiento político entre el gobierno local y las formas de organizaciones populares, es allí donde nace La Comuna de Caracas, como propuesta inacabada, que sale a la palestra pública para generar la discusión necesaria sobre la ciudad y las ciudades que queremos, ya no sólo como infraestructuras sino como espacio públicos de encuentro para la vida.

El pensar a una ciudad como algo común, no individualizante sino colectivizada, pensar a una ciudad como un asunto de todos y no sólo de quienes la gobiernan, es la clave de una nueva estructura de relación ciudadana que piense en lo que nos une y busca las maneras de superar lo que nos desune bajo la premisa de la hermandad, la solidaridad, la igualdad de condiciones y ante todo sin egoísmos personales.

Debemos convertirnos en guardianes de la ciudad, y reclamar con el mayor desparpajo posible a quienes vulnerar y atacan nuestra urbanidad, botando basura en sitios inadecuados, rayando las paredes, comiéndose una luz o utilizando los espacios públicos en asuntos privados. Rescatar a Caracas no sólo es un asunto de Alcaldes, es principalmente un asunto de ciudadanos comprometidos con el amor que le debemos a una ciudad que ha sido cuna de la libertad de América.

Es por ello que, tanto la conciencia ciudadana como la conciencia política son imprescindibles para que desde estructuras como los consejos comunales, pero ante todo, desde nosotros como individuos colectivizados, afrontemos con arrojo el ordenamiento de un espacio que es de todos y que es un asunto de salud pública.

Aseguro, con fe de palabra, que si cada uno de nosotros decide mañana respetar a la ciudad (que al final es respetarnos a nosotros mismos) tendremos una ciudad reflejo de la dignidad bolivariana y espejo de América, hasta que esto no pase, Caracas, nuestra Caracas, seguirá siendo la exsucursal del cielo.

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Nicmer N. Evans

Director de Visor 360 Consultores, una piedrita en el zapato, "Guerrero del Teclado", Politólogo, M.Sc. en Psicología Social.

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