La Paridad Cambiaria Fiduciaria no es internacional

El gobierno nacional venezolano decidió convertir bolívares (Bs.) en bolívares fuertes (B.F.). Esta conversión entra en marcha a partir de octubre de este año en materia de precios viejos - p. nuevos, y a partir de 1.1.2008 regirán los nuevos bolívares.

Ciertamente, dentro del área de influencia del dólar de EE UU todas las monedas podrán convertirse en esta divisa por diferentes que sean aquellas entre sí, pero por ser monedas con respaldo meramente fiduciario no necesariamente son convertibles entre sí al margen del dólar, a diferencia de los *euros* de los diferentes países de la Comunidad Europea que sí son intercambiables y convertibles en una relación de 1 a 1 unas en otras.

Esta diferencia entre los euros y nuestras monedas americanas podría ser fuente de perturbaciones cambiarias cuando, por ejemplo, nos toque convertir nuestros B.F. en, digamos, pesos colombianos.

Ahorita la paridad peso/Bs. es 0,5/1.0, o sea, para adquirir un peso colombiano necesitamos entregar dos bolívares actuales (2,0 Bs.), pero a partir del año que viene, si las paridades permanecen iguales para ambos países, tendremos que entregar 2,0 B.F. a cambio de 500,0 pesos.

Este cambio de 0,5/1,0 Bs. a 500/2,0 B.F. no nos luce con expedita convertibilidad. Y lo que decimos para las divisas Colombo venezolanas lo hacemos extensivo a otras divisas americanas diferentes al dólar referencial.

Estas posibles perturbaciones tendrían sus causas en factores extrapsicológicos ya que si bien EE UU conviene en recibir nuestros bolívares a cambio de su moneda, y lo mismo hace y conviene con cualquiera otra divisa de su área de influencia, cada país latinoamericano y caribeño tienen sus propias características económicas, sus propias disponibilidades comerciales, lo que configura cuadros financieros de diferente respaldo económicos para sus respectivas monedas.

Este fenómeno nos viene dado porque ahora no rige el patrón oro, y si bien y convencionalmente todos estos países establecen sus paridades ortodoxamente en función de sus reservas en dólares y otra monedas fuertes, estas últimas también son fiduciarias, y, en paralelo, las necesidades domésticas , apuros y libertadas fiscales de estos países son marcadamente diferentes. Venezuela.

Por ejemplo, durante el últimos trienio Venezuela dispone y exporta sus reservas al arbitrio unilateralmente presidencial, con lo cual, si bien lo hace por solidaridad con los países beneficiarios, con cada dólar que exportamos en préstamos o lo regalemos estamos bajando nuestro respaldo monetario, o sea, estamos devaluando nuestra propia moneda, mientras los otros países la revalúan automáticamente.

Como los demás países no tiene igual administración fiscal, como nuestra monedas tiene un respaldo fiduciario particular, además de la divisa norteamericana y de otras fuertes, como el euro, decimos que la paridad cambiaria del B. F. no necesariamente será internacional.


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Manuel C. Martínez M.


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