1 En Aló Presidente de 23 de septiembre de 2007, Hugo Chávez Frías anuncia que se filma una película sobre Ezequiel Zamora, con guión de Luis Britto García. En la sección "Más Chévere" de Últimas Noticias del 2 de septiembre de 2007, Sergio Moreno González recoge declaraciones de un libretista de Rctv que afirma, textualmente: "La Villa del Cine me propone escribir esta versión sobre Zamora. Estuve en un período de cuatro meses para elaborar el guión, dos de investigación y dos de escritura." ¿Quién dirá la verdad?
2 El Presidente sabe que trabajo en un guión sobre Ezequiel Zamora desde 2004, cuando lo mencioné durante reunión que sostuvo con los cineastas Pino Solanas y Román Chalbaud. En conversación tras el Aló Presidente en Carora en 2005 le informé sobre los avances del trabajo. En julio de 2006 celebré con La Villa del Cine un "contrato de escritura de guión", en el cual se me identifica como "el guionista" y me comprometo a escribir "cuatro (4) guiones para televisión" y "una versión para un largometraje", en "los cuáles, se destaque el reconocimiento de la vida, obra y pensamiento de Ezequiel Zamora, el general del Pueblo Soberano". Entregué los guiones en el plazo fijado, sin que la Villa del Cine formulara observaciones, reparos, objeciones, ni solicitudes de modificación o adaptación.
3 Tanto el contrato como la entrega de las obras son previos a la supuesta factura de un guión sobre Zamora por un libretista de Rctv que pretende haberlo redactado en dos meses. Correspondencia de la propia Villa del Cine desmiente esta última versión. En correo electrónico de 5 de agosto de 2007, Román Chalbaud me comunica estar "orgulloso de que la Villa del Cine me haya llamado para dirigir tu prodigioso guión sobre Zamora, lleno de magia, poesía y verdad". El 22 de junio de 2007, Manuel Pérez, asistente de Dirección del Proyecto, me dirige carta sobre el film Zamora "del cual escribió usted el guión", afirma que "esperamos llevarlo a la pantalla lo más fielmente posible" y solicita "que nos proporcione usted una sinopsis del mismo, lo cual simplificaría nuestra labor". Vale decir, hasta el 22 de junio el libretista de Rctv, si operaba dentro de la Villa del Cine, no tenía ni la menor idea de cómo redactar un resumen de cuatro páginas de la obra que dos meses después vindica públicamente como suya.
4 Más amoral que la tentativa de presentarse como autor de un guión ajeno es la intención de desfigurar al personaje histórico. Según confiesa textualmente para Últimas Noticias el libretista de Rctv: "Eludí contar la biografía por razones de tiempo", y elige como punto de vista narrar la batalla de Santa Inés "contada por el enemigo". Pero el guión sobre Zamora debe transmitir, según el contrato citado, justamente su "vida, obra y pensamiento", y quien se considere incapaz de narrarla en cien minutos de cine o cinco horas de televisión, no debe atreverse a tocar un trabajo ajeno que sí lo hace. Una obra fílmica sobre el general del Pueblo Soberano debe adoptar el punto de vista revolucionario, y por ninguna circunstancia ni razón puede ser "contada por el enemigo", vale decir, por la oligarquía de entonces y de ahora o sus libretistas.
5 Durante un mes me abstuve de comentar en la prensa esta flagrante tentativa de apropiación de una obra mía y de ultraje a un prócer de nuestra historia. Pero durante tal lapso se afirmó en los medios, no sólo que no merece reparos que alguien se atribuya públicamente el trabajo de otro, sino que se reconocerá de manera "ética y legal" el desmantelamiento, destrucción y tergiversación de la obra de un creador en contra de su voluntad y en detrimento de la verdad histórica.
Tales opiniones, y sus autores, están fuera de la Ley. Pauta el artículo 5° de la Ley de Derecho de Autor que "los derechos de orden moral son inalienables, inembargables, irrenunciables e imprescriptibles"; vale decir, ni el propio creador puede renunciar al derecho a que su autoría sea reconocida, ni al de impedir la falsificación de su obra. El artículo 20° añade que: "El autor tiene, incluso frente al adquirente del objeto material de la obra, el derecho de prohibir toda modificación de la misma que pueda poner en peligro su decoro o reputación". Y el artículo 21° concluye: "El autor tiene el derecho exclusivo de hacer o autorizar las traducciones, así como las adaptaciones, arreglos y otras transformaciones de su obra". Contra la ley no vale la excusa de la colaboración. Colaboración no es atribuirse la obra terminada e inobjetable de otro y cobrar por ello. Eso tiene otro nombre, y una sanción inapelable. Todavía aflige el descrédito al director de teatro que firmó una burda adaptación del libro de Rose Lee Goldberg, Perfor mance Art from Futurism to the present (Thames & Hudson, Londres, 1988). En este caso hay alguien dentro de la ley, y varios fuera de la ley.
6 Realizaré gratuitamente todo ajuste que sugiera el director, pero no autorizo la destrucción de mi obra porque carece de credenciales estéticas, académicas, dramatúrgicas ni éticas para alterar un guión que Román Chalbaud califica de "prodigioso" y "lleno de magia, poesía y verdad" un libretista de Rctv que pretende destruirlo a espaldas del verdadero autor; se atribuye su autoría ante la prensa; no rectifica la superchería, miente haberlo escrito tras investigación de "dos meses" basada en un solo libro; elude contar la biografía del prócer "por razones de tiempo", y narra su hazaña "contada por el enemigo". Esto es precisamente lo que la historia oficial oligarca y la historiografía de la Cuarta República ha hecho hasta el presente para infamar y destruir la memoria del general del Pueblo Soberano, y perpetúa la falsificación de nuestro pasado perpetrada en los nauseabundos audiovisuales de un canal de televisión cuya concesión caducó, pero cuyos procedimientos perduran. Ni Zamora ni los creadores venezolanos nos merecemos esto.