Los obispos a Roma van a comer plátano con arroz

El obispo Baltazar Porras, quien como venezolano cualquiera, asume sus derechos políticos y manifiesta abiertamente sus preferencias por los partidos, viejos y nuevos, que se oponen al gobierno, ha informado que aprovecharán la reunión del Consejo Episcopal Latinoamericano, que no se reunirá en este continente sino en Roma, para plantear al Papa que el presidente Chávez, ataca a la iglesia venezolana.

En principio esto parece un chiste y me recuerda una anécdota que pese que fue un asunto que a mi, mis hermanos y algunos primos tanto nos jodiò, no deja de ser jocosa. Un primo era el carajito más chismoso y molestoso que habido siempre. Era pues, ni más ni menos, una ladilla. Vivía jodiendo a medio mundo y, cuando a él alguien le rozaba, salía en volandillas con el chisme a su madre, quien siendo tìa mayor nuestra, era ademàs como la jefa del clan familiar. Incluso, cuando en presencia nuestra cometìa una rubiera, como gustaban decir en mi pueblo, al acudir la tìa a ventilar el asunto, el primito ladilla, ante ella acusaba al primero que se le ocurriese y no había defensa, prevalecía como un estado de excepción adeco; garantías totalmente suspendidas. Lo que decía aquella alma de Dios o del diablo, vaya uno a saber, era para los oídos de la tìa santa palabra.

El señor Rosales, aquel que ejerce como la ley manda alguna que otra vez, la gobernación del Zulia, fue a Estados Unidos a entrevistarse con Bush, más no pudo, eso no es fácil; le rebotaron con sus enanos hacia los predios del señor Shanon, jefe del la diplomacia gringa para América Latina. Este, quien de paso no les recibió en su oficina sino en un hotel, no les dio el total respaldo que pedían; no actuó como mi tìa que sólo pesaba lo que dijese el mocoso de mi primo. Vuelvan de nuevo a Caracas, pudo haberle dicho el funcionario americano, a ver que creativo, original y respaldable inventan para deshacernos de Chávez. Pues no son nuestros los asuntos de la reforma constitucional y el referéndum, sólo a los venezolanos conciernen. Y eso todo el mundo lo sabe y, nosotros que de verdad somos metiches de frente, esta vez debemos andarnos con cautela. Traigan otra historia, plan macabro hasta decir basta, que eso sí, nosotros le apoyamos.

Quizás, mirándose en el espejo de Rosales y corte de enanos, quienes casi con las narices chatas regresaron esta vez, Baltazar Porras, Urosa Sabino, ambos con su noche acuestas, no hablarán al Papa de reforma constitucional ni de referéndum, de la legalidad o no de esos asuntos, no vaya a ser que Benedicto XVI, por diplomacia y prudencia, les responda en Alemán, latín o sánscrito, pero con firmeza regañona, como el gringo a Rosales y su fila de enanos.

Por eso, los obispos se meterán por otro lado o atacarán un flanco diferente. Su divinìsima excelencia, diràn con acentuada adulancia, Chàvez está atacando a la iglesia.

Esto si es asunto del Papa y lo que es del Papa al Vaticano va. Los obispos diràn de todo hasta que vinimos a comer plátano con arroz, porque estos productos Chàvez les tiene acaparados. Pero nunca que jamás gobierno alguno ha sido más generoso con la iglesia y sus instituciones, tanto que, solamente a la educación religiosa, ha asignado dinero en cifras que hablan de más de 460 mil millones de bolívares. Tampoco que el asunto nada tiene que ver con la iglesia y sus valores, ni que el gobierno venezolano no reparte la renta petrolera como antes se hacia, que de lo que los gringos dejaban, un poco para el gobierno, una migaja para el pueblo y lo grueso para la gente con quienes los obispos suelen llevarse bien. Ocultarán que Chàvez dedica el grueso del ingreso nacional para combatir el hambre, insalubridad, desempleo y abrir oportunidades de estudios y servicios de salud para todos .

Porras, sagaz por demás, al referirse a los sacerdotes venezolanos que critican la conducta de la alta jerarquía eclesiástica venezolana, porque entre otras cosas a nadie consulta, como dijese el padre Vidal Atencio, dijo que eso es “una copia al carbón de los años del sandinismo en Nicaragua con el Centro Valdivieso”. E inspirados en el choque entre este conglomerado católico sandinista y la Conferencia Episcopal Nicaragüense, sobre la colocación de María por encima de Cristo, que nada tiene que ver ni se parece con lo que aquí sucede, tratarán de confundir al Papa, para pedir sanciones.

Este discurso de Porras. anuncia como en Nicaragua, posiciones de repudio contra quienes osen discrepar de la alta jerarquía. El Centro Valdivieso, cuyo fundador el padre Uriel Molina, ahora gravemente enfermo, sin que eso importe a Porras, como Ernesto Cardenal, estuvo entre los defensores de la revolución sandinista, fue severamente enfrentado y sancionado por la Conferencia Episcopal Nicaragüense.

Pero a este proceso de cambio no se le puede señalar con pruebas que estè enfrentado a la iglesia; el padre Vidal Atencio y los sacerdotes que como él respaldan al gobierno venezolano, no han incurrido en hechos, que puedan calificarse violatorios de los principios de la iglesia, como pudo haber sucedido con el Centro Valdivieso; los partidarios del gobierno en su mayoría son católicos y el 95 por ciento cristianos. Muchos sacerdotes respaldan con entusiasmo la acción gubernamental. La alta jerarquía con toda su majestad no es la totalidad del mundo católico, el pueblo venezolano tiene una alta conciencia de lo que pasa y no va a permitir represiones de ninguna naturaleza. Y estas cosas bien las sabe el Papa, a quien no creemos proceda como mi tìa ante los chismes de mi primo.


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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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