¿Y tú piensas dirigir a los hombres, sin saber interpretar las señales del cielo?

Rezar por Venezuela

Me enviaron un correo electrónico, el cual transcribo, más o menos:

“Se trata de hacer un esfuerzo cuántico para salvar al país del momento trágico que estamos viviendo. Esto no tiene que ver con religión sino con física cuántica.

Esta demostrado por científicos de varias nacionalidades y países que ‘tanto todo lo bueno como lo malo que existe en el mundo es producto de nuestra mente’. Es decir, cada vez que manifestamos algo con nuestro pensamiento y/o con nuestras palabras estamos dándole poder –para bien ó para mal a ese movimiento o persona–. Mientras más nos enfrasquemos en pensar acerca del innombrable, más poder le damos a él, a ellos y a su movimiento. Espera, no se trata de ignorarlos, ni de aislarte de la realidad. Se trata de mantener tu mente y tus deseos diciendo: ¡Quiero la paz y la tranquilidad en mi país!

“Solamente eso. No despotriques contra ellos, ni te la pases envenenándote con las noticias, solo di:"Quiero la paz y la tranquilidad en mi país". Todo el tiempo que utilizas en pensar y criticar a los otros, ahora utilízalo a tu favor: ¡Piensa en la paz! Si, ya se; dirás: ¡Pero si ellos hacen lo mismo el tipo se quedará para siempre! No, eso no sucederá porque nada puede más que el poder de la luz; la oscuridad está fracasada ante el poder de la luz.

“Te invito a hacer una pequeña prueba: Todos los días antes de acostarte, cualquiera que sea la hora, imagina en tu pensamiento que te estás felicitando a ti mismo(a), a tus amigos y familiares porque por fin Venezuela ha vuelto a ser libre. Solo mírate por dos minutos, ó más, “súper alegre” porque todo terminó. No digas que fue porque el tipo se fue, se murió, lo agarró la CIA, ó lo tumbaron los otros. Nada, no digas nada; no digas la forma en que sucedió.... ¡déjale eso al Universo! El todo lo arregla... si tú se lo permites. Solo imagínate a ti mismo(a) pensando que todo salió perfectamente bien. Que estas lleno(a) de alegría porque todo volvió a la normalidad, a la paz. El poder de nuestro pensamiento unido es mas fuerte que ningún pensamiento oscuro.”

Respondí con algo similar a esto:

“Para ti, que rezas mecánicamente el Padre Nuestro, y no profundizas en el significado de "...haz Tu voluntad, así en la tierra, como en el cielo... "; tampoco aplicas lo que Le pides: "... perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden... ". ¿Qué te hace pensar que porque un gobernante no sea de tu agrado, no sea la voluntad de Dios para lograr la paz? Cuando un paciente es sometido a un proceso quirúrgico, pasa por momentos difíciles, para luego disfrutar de la salud. ¿Cómo saber si Chávez es el médico de este país? ¿No ha demostrado que los antídotos suministrados por otros gobernantes sólo fueron veneno para nuestra nación? ¿No es traumática la expulsión de veneno de cualquier cuerpo enfermo? ¿Acaso los síntomas le preocupan al médico tratante, cuando éste considera que le aplica el tratamiento adecuado? Recuerda que no es dado al hombre conocer explícitamente la voluntad de Dios; pide paz para ti, y la tendrás para el mundo”.

Complemento con lo siguiente:

Una de las causas mundanas por la cual “la oposición no ha podido salir de Chávez”, es la prepotencia: ¡Lo consideran bruto, y entupidos a sus seguidores! Pretendiendo ignorar sus triunfos políticos, o atribuyéndoselos a “la suerte”, de la cual olvidan su carácter providencial; pero, el colmo es que algunos lleguen a considerarse “portadores de la luz” en lucha frontal contra “el innombrable y el manto de sombras que ha tendido sobre el país”.

En este caso particular; primero, se esgrime la física cuántica como ciencia certificadora de la verdad de lo dicho; en otras palabras, “el poder del conocimiento que poseen los antichavistas”, contra “la debilidad propia de la ignorancia de los chavistas”. Luego –por si lo primero falla– se recurre a Dios, como único Salvador –se reconoce que cualquier lucha terrenal ha de fracasar, contra “el innombrable”–; pero, se establece de antemano que la condición de “antichavista” está avalada por Él. ¿No han pensado en las miles de personas que rezan por la protección de Chávez, en agradecimiento por la justicia social que aquellos le negaron y éste les reconoció? ¿Creen que Dios oirá sólo las oraciones de un grupo y desechará las del otro?

Analicemos la situación desde el punto de vista cuántico –es decir, de las fuerzas que surgen por acción de la mente sobre la más elemental de las partículas materiales: Si dos grupos de personas piensan en que cada una logrará un objetivo específico que resultará en contra de los otros, ¿ganará el de mayor poder de pensamiento? ¿Serán los intelectuales por poseer “mayor poder mental”, o aquellos de mente sencilla que ven con más claridad –y sin odio– la imagen de su logro?

No puede ser casualidad que el correo recibido circule simultáneamente con el pronunciamiento de la Conferencia Episcopal en contra de este proceso político; al tiempo que uno de sus representantes acude a Roma, a solicitar la ayuda del Papa para combatir “el innombrable”, al cual “el mensajero” no le quedará más remedio que repetir su nombre tantas veces como considere necesario.

Se da la coincidencia que la Jerarquía Eclesiástica Venezolana busca ayuda política –y no religiosa– ante quien posee un pasado político cuestionable, al punto que muchos medios de comunicación lo continúan llamando por su apellido; más que por su condición de máximo jerarca de la Iglesia Católica, como un indicativo de que hay pasados que no pueden olvidarse; ni allá, ni acá. Tampoco puede olvidarse la destacada actividad política nacional de quien fue seleccionado como mensajero ¿Casualidad? ¡No la hay, ni en el cielo, ni en la tierra! Habrá que preguntarse si es más conveniente rezar para pedir perdón por los pecados cometidos por otra persona; o limitarnos a rezar por nosotros mismos.

En algo si estoy de acuerdo con el correo recibido: ¡Es necesario rezar por Venezuela! Mejor aún, por el mundo; vamos a pedirle a Dios que:

Nos libre de gobernantes que amenazan con desatar una guerra mundial si no se satisfacen sus caprichos ególatras; pues pretenden que si el mundo no es para ellos, no será para nadie, porque entonces ¿de que servirá que “Dios nos libre de Chávez”, si con el procedimiento empleado también “se libra de nosotros”?

Ilumine a los representantes de las diferentes iglesias, de manera tal que difundan un mensaje de paz y reconciliación acorde con el evangelio; especialmente con el pasaje de “no enfrentes mal con mal”; porque, si Chávez es “el diablo” –como dicen algunos– con sólo el poder de su oración bastaría, y no surgiría la confusión sobre qué pertenece “al Cesar”, y qué a Dios.

Por último – ¿o tal vez lo primero?– cada noche, antes de acostarse, en vez de ver esos noticieros que exacerban el odio y siembran el temor sobre el futuro del país (¡Es curioso que ese temor no se despierte por la terrible realidad cotidiana que viven los países invadidos, pues pudiera ocurrirle al nuestro!) siéntese cómodamente y relájese; rece la oración de su preferencia.

Imagínese una luz en su corazón; luego, haga que esa luz crezca hasta envolverlo completamente; sienta la paz que esto le brinda. Continué expandiendo la luz, para envuelva su casa, su ciudad; hasta que cubra a Venezuela; vea a toda su gente feliz: Ahora envuelva al mundo en la luz, y déjese llevar por la sensación de la paz mundial. Ejecute todos estos pasos sin pensar en lo que usted desea para los demás; deje que se cumpla la Voluntad de Dios, porque Ella llevará Su Luz hacia donde realmente exista “la oscuridad”, y no donde nosotros creemos que está.



luiserangel@hotmail.com


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Luis E. Rangel M.


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