Es verdaderamente lamentable como el Colegio de profesores de Venezuela (CPV), otrora institución gremial, cuyo prestigio y respetabilidad fue lograda mediante esfuerzos y sacrificios de insignes educadores venezolanos entre los cuales merecen destacarse a los profesores Enrique Vázquez Fermín, Pedro Felipe Ledesma, Mario Torrealba Lossi, Félix luces, Mercedes Fermín, Celia Jiménez, y otros, y de un movimiento magisterial luchador y aguerrido, que fue capaz de lograr importantes reivindicaciones tanto para el magisterio en general, como para la educación nacional, se encuentre hoy sumergido en el desprestigio y el descrédito, por obra y gracia de una junta directiva, encabezada por el profesor Edgar Bazán Rivero, que lleva enquistada en ese gremio mas de 15 años, dedicada a la politiquería barata, y a lucrarse con el negocio de los “Seguros de hospitalización cirugía y maternidad”, estos directivos actúan ( o son…?) como corredores de seguros.
El último show, promovido por el CPV, en días pasados fue el fallido foro montado en el Instituto Pedagógico de Caracas, donde actuaron el actor de reparto de Globovisión, Yon Goicochea, y el dirigente opositor anti comunista de Pompeyo Márquez, antes marxista leninista, y hoy lacayo de Bush, en dicho show, programaron entre bastidores, una acción violenta, donde pretendieron fungir como victimas los personajes antes mencionados, utilizaron los servicios de un Docente de la UPEL, el cuál solapadamente hizo detonar un niple casero, y cuyo estallido le produjo lesiones de cuidado a una joven periodista de la emisora televisiva VALE T.V.. -- ¡Para lo que quedó el CPV ¡ —, aquella honorable institución gremial que tan útil fue a la educación y al magisterio, y en la cuál con orgullo pertenecimos en pretéritos tiempos, hoy se transformó en una entelequia al servicio de intereses reaccionarios y golpistas, definitivamente sus actuales directivos le han infringido a la ética, y a la combatividad gremial un duro golpe, ojala que no mortal, el oposicionismo a ultranza a un gobierno revolucionario como el nuestro, que ha dignificado la profesión docente y se empeña en la transformación educativa, por supuesto que los directivos actuales del CPV no están en la onda académica, y de autenticas reivindicaciones para el magisterio nacional, ellos como lo demostraron cuando el “carmonazo”, la abominable huelga petrolera y las “guarimbas” siguen empeñados en la otra salida (…), pero no volverán…
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