En un artículo reciente que apareció en Aporrea señalé mis sospechas de que Heinz Dieterich estaba detrás de la movida de Baduel. Pues mi sospecha quedó confirmada por el propio Dieterich en un artículo que apareció en Rebelión el pasado 8 de noviembre.
En ese artículo, titulado “La ruptura Chávez-Baduel: impedir el colapso del proyecto popular”, Dieterich expone su particular punto de vista sobre las actuaciones recientes del General retirado Raúl I. Baduel. Este no escribe como analista político sino como quien conoce las razones del General y como su asesor personal. No sólo describe lo que pasó y emite juicios a favor de Baduel sino que se atreve a predecir el futuro, tal como ha hecho sobre el la situación post-Fidel en Cuba. A continuación expongo el plan Baduel-Dieterich tal como lo develó el propio Dieterich.
Sostiene Dieterich que Baduel no abandonó al Gobierno, que no traicionó a nadie, sino que él fue excluido del Gobierno. Fue Chávez quien obligó a Baduel a pronunciarse. Relata Dieterich que Baduel anunció, una vez que abandonó el Ministerio del Poder Popular para la Defensa, que se retiraría a su finca a reflexionar sobre su futuro político. En esos días dedicados a la reflexión y a largas conversaciones con Dieterich trazaron juntos el plan político a seguir.
Primero, se Baduel trataría de desconcertar a Chávez y sus seguidores manifestando públicamente su apoyo a la reforma, tal como apareció en un video mostrado por Mario Silva en La Hojilla. No se trata de una inconcistencia, sino de algo premeditado. Pocos días después de esas manifestaciones a favor de la reforma, Baduel sorprendería con una rueda de prensa en un hotel caraqueño donde anunciaría su rechazo a la reforma y catalogaría a la propuesta presidencial de golpista. Estrategia propuesta por Dieterich quien conoce bien el Tao y su recomendación del ataque sorpresa.
Segundo, una vez que Baduel se manifestara públicamente, Dieterich defendería la tesis de la reconciliación entre Chávez y Baduel como único mecanismo para salvar la revolución bolivariana y la integración latinoamericana. Supone Dieterich, erróneamente, que Baduel es un actor político de mucho peso y que su acción pone en peligro la revolución. Como dicen los maracuchos, Dieterich “bajále un cerito”. En su ecuación Dieterich no incluye al pueblo, el verdadero héroe de aquellos días de abril. Él prefiere el camino burocrático al socialismo liderado por un militar burócrata como Baduel, en vez de un socialismo construido desde abajo por la vía democrática con la participación del pueblo.
Dieterich anda en búsqueda del líder militar que lleve adelante por medios no democráticos su propuesta de Socialismo del Siglo XXI. El cual se basa en una fe ciega en la ciencia y un desprecio, con los ojos bien abiertos, por el pueblo.
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