Los cambios revolucionarios que se producen en Venezuela abren una etapa de actividad desbordante de clases sociales y fuerzas políticas en presencia. Venezuela debe realizar una transformación, por medio de una Reforma Constitucional o a través de una nueva Constituyente, como lo plantea nuestro Presidente para ponerse al ritmo de la sociedad moderna, para echar por la borda el lastre de tantos años de un sistema ruinoso y mal concebido. Sin embargo por causas que deberemos analizar y corregir, las estructuras arcaicas permanecen en pie tras nueve años de choques y conmociones. Desde ese momento, la burguesía y las clases tradicionales, oponen a la Revolución todos los obstáculos y se niegan aceptar a las mayorías del país. Contra lo que algunos comentaristas ligeros hayan podido afirmar, la Venezuela de estos años Revolucionarios no conoció ningún colapso económico, con excepción del generado por golpe de estado del 11 de abril 2002 y el sabotaje petrolero de ese mismo año. El desarrollo de las fuerzas de producción siguió su proceso desigual, pero ininterrumpido, que ya hemos examinado en etapas anteriores. La producción petrolera cobró de nuevo su estabilización que estaba destinada fundamentalmente a la exportación y al consumo interno.
La balanza comercial va disminuyendo progresivamente su déficit busca cambiar su signo negativo por el positivo. El volumen total del comercio exterior también aumentó, salvo un “bache” experimentado en el 2002 al primer trimestre del 2003. El Gobierno, ahora SÍ-SÍ, nacionalizó la Industria Petrolera, recuperó la Petroquímica, la Minería y la Industria del Aluminio y del Hierro. Al tiempo se están recuperando las tierras en poder de los latifundistas que las tienen improductivas. La industria de bienes consumo sufrió una demanda considerable de sus productos generada por la bonanza económica del consumidor, lo cual llega a todas las clases sociales, los ciudadanos hoy tenemos acceso a la alimentación que ayer nos fue negada. Las antiguas inversiones que repatriaban sus beneficios a los países de origen, con el control de la emisión de Divisas fueron neutralizadas, así como el control de la Deuda exterior. Que hicieron que la Balanza de Pagos fuese favorable a Venezuela. Y también se crearon las Misiones Sociales, para sacar al pueblo de la exclusión y la miseria. Tenemos que recuperar el parque industrial no productivo, por medio de empresas mixtas de producción social, y producir los insumos necesarios que el pueblo necesita.
Los sucesivos gobiernos de la IV creían cerrar las brechas abiertas con el remedio momentáneo de los capitales golondrina y crédito exterior, medidas que, a la larga, no hacían sino Gravar más y más la Economía y la Hacienda venezolana. Obvio es decir que los fenómenos de desarrollo arriba indicados en modo alguno cambiaron las bases de nuestra economía. Por ello no es extraño oír que estos años fueron “malos para los negocios”. Se entiende por “negocios” la especulación y el movimiento en Bolsa de títulos de la Deuda, las transacciones de bienes inmuebles, etc. En efecto, las clases del antiguo régimen detentadoras de riqueza se mostraron reacias a toda actividad económica, afluyeron a cambiar la moneda nacional en Dólares, fenómeno éste, por razones políticas –hostilidad contra el Régimen-, retiraron su confianza a los títulos del Estado y la caída vertical de la Deuda consolidada. Durante esos años, el nivel de vida de la población trabajadora, tanto del campo como de la ciudad, soportaba las consecuencias de un liberalismo a ultranza que dejaba las manos libres a la oligarquía y la capacidad para adquirir bienes se hacía cada vez más difícil, lo que llevó a un 80% de marginalidad a las familias venezolanas.
Esa Venezuela con sus castas latifundistas fuertes, su burguesía industrial incipiente y ansiosa de ganancia, la clase obrera y los trabajadores del campo sumamente explotados y gran pervivencia de profesiones artesanas y de pequeño comercio, entraba en un período de crisis revolucionaria, que explotó con el Caracazo del 27 de febrero de 1989 y la insurrección militar del 4 de febrero de 1992. Ninguna de esas clases sociales podía obtener el Poder, momentáneamente, contra las otras, para generar el cambio necesario que el país requería con urgencia. Con las elecciones de 1998 y la llegada de Chávez al poder y la convocatoria a una Asamblea Constituyente, se logra la manera de reformar la Nación. “Venezuela es un país muy atrasado industrialmente y, por lo tanto, no puede hablarse aún de una emancipación inmediata y completa de los venezolanos. Antes de esto, Venezuela tiene que pasar por varias etapas previas de desarrollo y quitar de en medio toda una serie de obstáculos. La Revolución brinda la ocasión para acortar en lo posible estas etapas y barrer rápidamente estos inconvenientes. Pero esta ocasión sólo puede aprovecharse mediante la intervención política activa del pueblo”.
Por tal motivo es obligatorio proponer de nuevo y urgentemente, el proyecto de Reforma Constitucional o la convocatoria a una nueva Asamblea Constituyente, es la única salida que tenemos para salvaguardar el futuro de la Patria y el de nuestros hijos y nietos. No podemos hacerles el juego a la Oligarquía y al Imperialismo, que quieren someternos a sus intereses y apoderarse de las riquezas del país. Sí el Punto Fijismo toma de nuevo el poder en Venezuela, caeremos otra vez en el oscurantismo más cruel, seremos defenestrados y esclavizados por las castas oligarcas. No hay Chavismo sin Chávez, sí el se va, las divisiones nos agobiaran y la formación de grupúsculos políticos y dirigentes traidorzuelos de muchas tendencias, como sucedió en la IV, va a ser nuestro fin. No hay a la vista un líder que pueda suplantar a Chávez, que nos mantenga unidos y pueda ocupar su lugar, la desbandada será generalizada, lo que aprovecharán los enemigos de la Patria y el Imperialismo. Tenemos que dejarnos de memeces o somos socialistas o el imperio y la oligarquía nos atraparán. El socialismo, nos dará mucho y no nos quitará nada, dejen el miedo a un lado del camino. ¿Por qué fallo el SÍ? ¿Qué pasó PSUV? ¿Somos socialistas o no somos socialistas? ¿No será que lo que somos es oportunistas y trepadores de oficio? Por qué no renuncian al PSUV y le dicen a Chávez en la cara que ustedes no son socialistas que no quieren nada con ese partido ni la Revolución, sean sinceros, ustedes lo que son es, unos oportunistas, no se justifiquen, no sean simplistas, no sean hipócritas, no vengan con cuentos de cocineras, que si esto o lo otro, guárdese sus opiniones rastreras y servilistas, no favorezcan al imperialismo ni tampoco a la oligarquía. El Revolucionario obedece a su Líder, salga sapo, o salga rana, lo que diga el Líder no se reposta. Vamos por la organización de la prestación de la Salud. (Médicos y Medicamentos Gratis) Vamos por la eliminación de los HCM, es un Sistema Inmoral, queremos Igualdad para Todos. Chávez, como ayer el Libertador, también tiene sus Páez y sus Santander. Vamos a preocuparnos por los pobres de nuestra Patria. Proporcionémosles Salud, Educación, Alimentación y Vivienda.
Cita del Libertador: ¿Qué importa tener o no tener cosas superfluas?
Camaradas. Con Chávez todo, sin Chávez nada. Hasta la Victoria Siempre.
Patria, Socialismo o Muerte. Venceremos.