El proceso revolucionario venezolano está, como todo proceso de este tipo, lleno de contradicciones. Una de estas surgió recientemente, después de la derrota del SI en el Referéndum Constitucional, y tiene que ver con ser o no ser radical. Veamos de que trata el asunto. Hace ya varios años el Presidente Chávez había dicho que era un hombre radical.
En setiembre de 2006, en el marco de la XIV Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) realizada en La Habana, el Comandante Chávez afirmó que: "Nos satanizan, nos llaman radicales. Sí soy radical, pero no por loco. Lo de radical viene de las raíces. Hay que ir a las raíces. Vayamos a la raíces” (Fuente: http://www.bohemia.cubaweb.cu/2006/09/15/internacionales/noal-cuba-y-venezuela-claman-por-fortalecimiento-del-g-15.html). Para mi quedó muy claro que el Presidente Chávez era radical, en otras palabras, se enmarcaba en una tendencia radical. Tal vez esté forzando la barra. Veamos que opina el Comandante casi dos años después.
En enero de 2008, a un mes de la derrota en el Referéndum Constitucional, el Comandante Chávez afirma su deseo de: “seguir fortaleciendo la solidez de las bases populares y buscar alianzas con sectores de toda la sociedad, sin dejarse arrastrar por las corrientes radicales” (Fuente: http://www.gara.net/paperezkoa/20080105/56226/es/Chavez-reforma-Gobierno-para-impulsar-proceso-bolivariano-Venezuela/). Y agrega que: "Hay que incrementar la estrategia de las alianzas nuestras. No podemos dejarnos arrastrar por las corrientes extremistas. Nosotros no somos extremistas ni podemos serlo. ¡No! Tenemos que buscar alianzas con las clases medias, incluso con la burguesía nacional” (Fuente: http://www.aporrea.org/ideologia/n107017.html).
Ahora resulta que nuestro Comandante abandonó su posición radical defendida con pasión ante los asistentes a la XIV Cumbre del MNOAL realizada en La Habana. Y alerta sobre el peligro de ser radical. ¿Por qué ese cambio? ¿Por qué nuestro Comandante ahora no quiere ser radical y nos pide que abandonemos las corrientes radicales? Una respuesta está en la elección de la vía democrática para construir el socialismo. Pongámoslos de otra forma, es una estrategia de mercadeo. En su intervención telefónica en el programa Dando y Dando, que se transmite por VTV, Chávez resaltó que: "Hace apenas un año ganamos unas elecciones con 63 por ciento de los votos, 7 millones y tanto de votantes. Allí hay una base muy sólida" (Fuente: http://www.aporrea.org/ideologia/n107017.html). Esos votos los obtuvo Chávez como candidato sin enarbolar la bandera del socialismo y sin mostrar un programa que a la luz del pensamiento burgués pareciera conducir a una economía socialista. Sólo un pequeño grupo de la oposición se aventuraba a llamar al proyecto chavista con el moquete de “Castro-comunismo”. Esto cambio un poco con la propuesta de reforma constitucional. En esta reforma se introdujo el socialismo como bandera y se propusieron asuntos que parecían radicales. La estrategia de la oposición fue aprovechar esa insistencia del Presidente Chávez en el socialismo para revivir viejos temores y reafirmar el pensamiento conservador predominante en amplios sectores de la población, en especial la clase media. De esta manera Chávez le puso el referéndum en bandeja de plata a los estrategas publicistas de la oposición. Una propuesta que poco tenía de socialista fue atacada por pretender instaurar un socialismo.
Ahora lo importante es rescatar los 7 millones de votos del 2006 a como de lugar. Si para ello tenemos que dejar de ser radicales así lo haremos. Si para aumentar esos votos tenemos que renegar del radicalismo y denunciar a las corrientes radicales vayamos a por ellos. Reitero, ese es el problema de querer llegar al socialismo por la vía del marketing.
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