Últimamente la oposición habla y habla de reconciliación, pero ¿que significa para ella este sentimiento?, para ella la reconciliación se supedita en la salida violenta de Chávez del gobierno, y si eso ocurriera, seguro enfilarían sus deseos en acabar con su gente; la que apoyó a Chávez. La oposición política pide reconciliación, sin embargo, cuando Chávez lanza una ley de amnistía lo que se le ocurre decir a sus voceros es que tiene miedo porque la posición se está recuperando y que el inicio de ello se produce el 2 de Diciembre pasado cuando el no ganó el referéndum sobre la reforma Constitucional; la oposición no tiene alcance para reconocer que Chávez es un Presidente de alma noble y que su mayor preocupación es obtener dicha y prosperidad para todo el pueblo venezolano.
Es falsa la proposición esgrimida por la oposición con eso de que quiere una reconciliación con Chávez y su gente, realmente lo que quiere es deponer a Chávez por la fuerza, porque sus dirigentes saben que por la vía electoral tendrán que esperar algunas décadas para llegar a tomar el poder y ésto los desespera en demasía; además, con la gente que está con Chávez lo que quieren es la paz pero la que se encuentra en los sepulcros. En consecuencia, que no comience las personas poseedoras de sentimientos generosos dentro del chavismo, la inmensa mayoría de ellas, a realizar alguna gestión a favor de la reconciliación; pues ésta es algo muy profundo y que solo se suscribe con la gente de bien.
Revisemos el parecer que Simón Bolívar mantuvo cuando sus enemigos buscaron por todos lados una supuesta reconciliación. Analicemos algunos fragmentos de la declaración que emite Bolívar desde el palacio de gobierno, en Angostura, el 20 de noviembre de 1.818.
“Considerando que cuando el gobierno español solicita la mediación de las altas potencias para restablecer su autoridad, a título de reconciliación, sobre los pueblos libres e independientes de América, conviene declarar a la faz del mundo los sentimientos y decisión de Venezuela: Que aunque estos sentimientos y esta decisión se han manifestado en la República desde el 5 de Julio de 1.811, y más particularmente desde los primeros anuncios de la solicitud del gabinete de Madrid, es deber del gobierno en quien reside la representación nacional reiterarlos y declararlos legal y solemnemente:
1º.- Que la idea de una reconciliación cordial, jamás ha entrado en las miras del gobierno español.
3º.- Que al mismo tiempo que se trataba de reconciliación, ella bloqueaba nuestros puertos, mandaba ejércitos contra nosotros y tramaba conspiraciones para destruirnos.
4º.- Que habiéndose sometido Venezuela bajo una capitulación solemne, apenas ésta depuso sus armas cuando ella la violó en todas sus partes, sacrificando millares de ciudadanos cuyos derechos había jurado respetar.
7º.- Que toda la América, y muy particularmente Venezuela, está íntimamente convencida de la imposibilidad absoluta en que se halla la España de restablecer de ningún modo su autoridad en este continente.
8º.- Que toda la América ya está satisfecha de sus fuerzas y de sus recursos: conoce sus ventajas naturales y medios de defensa, y está segura de que no hay sobre la tierra poder bastante para ligarla otra vez a la España.
9º.-Que cuando lo hubiese, está resuelta a perecer primero que someterse de nuevo a un gobierno de sangre, de fuego y de exterminio.
10.- Que hallándonos en posesión de la libertad e independencia que la naturaleza nos había concedido, y que las leyes mismas de España y los ejemplos de su historia nos autorizaban a recobrar por las armas, como efectivamente lo hemos ejecutado, sería un acto de demencia y de estolidez someternos bajo cualesquiera condiciones que sean al gobierno español”
El lector debe examinar cómo el Libertador tomó la solicitud de reconciliación, y después decidir si partes de aquellos argumentos pueden aplicarse a lo que hoy sucede.
Próximamente la parte final de esta declaración suscrita por nuestro gran Simón Bolívar.