Luego de la secuela que ha traído los resultados de las elecciones del 02D y el ridículo remate de fin de año con el fiasco de los rehenes colombianos y la aberrante FARC, existe en Venezuela una nueva realidad política, tanto en forma consciente o inconsciente, que va mas allá del control de todos los poderes por parte del gobierno, que ha querido sacudirse la racha de desacierto con su nuevo lema de Revisión, Rectificación y Reimpulso, como si fueran las palabras de un hechizo mágico al estilo Harry Potter para eliminar su crisis existencial.
Cuando se analiza el por qué y la calidad de las tomas de decisiones de este gobierno, se deben manejan tres tipos de legitimidad; Una sociológica, que se basa en la idea y la imagen que tiene el pueblo acerca de lo que es legítimo en materia de derecho y política, pero con los valores aceptados por nuestra sociedad.
Otra legalizada, que es la que se plasma formal y que puede concordar o no con la sociológica.
Y existe además una legitimidad filosófica, un análisis crítico, que trata de describir desde el campo de la axiología o filosofía de los valores, la racionalidad de los otros dos niveles de legitimidad.
Desde diversos puntos de vista se ha venido cuestionando la forma de las tomas de decisiones del gobierno, que no es otra, que la forma con que el presidente Chávez visualiza y ejerce el poder con un único modelo mando-obediencia.
Es esta la clave para entender el por qué cada crisis en el chavismo termina o comienza con un nuevo lema como este de Revisión, Rectificación y Reimpulso, cuyo impacto no será distintos a los otros eslogan que han quedado en el mundo de lo anecdótico y abstracto.
Ya que de existir un Revisionismo se debe de estar conciente de los errores y, el nuevo gabinete ministerial desdice, de entrada, que se tenga conciencia de esos errores, no puede haber Rectificación de las políticas si la principal herramienta política como es el PSUV es exclúyete, inoperante e inorgánica.
No puede haber Reimpulso cuando sencillamente se tiene sometido a la gente productiva y conciente a una sola forma de actuar y pensar, de lo contrario, serán expuestos como agente del imperio o apátridas.
Lo intangible de las 3R es que el gobierno no se ha dado cuenta de sus propios males y que el verdadero enemigo del proceso es la forma tan impune como se atenta a este… desde adentro.