Hace poco oía decir a nuestro Canciller algo que a simple vista
lo hace sospechoso de inmadurez. Siempre es más fácil criticar, pero que difícil
es defender... Lo indefendible. Decía... Inmadurez política, claro. Cuando
Nicolás nos trae el aguinaldo de que detrás de la jugada de Exxon esta la mano
de Washington, nos esta diciendo que aun no se entera como se bate el cobre. Una
cosa que estoy dispuesto a perdonar porque el que tiene que saber como se bate
el cobre es el canciller de Chile.
Todos sabemos que es a la vizconversa.
Detrás de cada jugada de Washington esta la mano de Das Kapital. Y en estos
últimos años, desde Rockefeller I para acá, Das Kapital se dice "Big Oil" en esa
cosa que parece inglés que hablan los invasores tejanos. Quizás fue una
inmadurez de Nicolás a la que con Cilia no deberíamos responder con Flores.
Disciplina y claridad.
Y es mejor que sepan -ellos y nosotros- como es el
asunto porque los social-demócratas tienden a dejarse llevar por las emociones,
aun cuando el análisis y la historia -dislexias militaristas aparte- demuestre
que están mas pelaos que rodillas de recién casados.
Recomiendo estudiar bien la política y
la forma de hacer política del enemigo. Del exógeno y del endógeno. La política
exterior de los EEUU no va a cambiar porque el asalariado de la Casa Blanca cambie. No
hay antagonismo importante, ni contradicción importante entre quienes se
disputan el puesto de Maestro de Ceremonia que ofrecen las transnacionales que
izan el "stars and stripes".
La próxima obra teatral -ellos la llaman
elecciones- esta auspiciada por una cadena de venta de grasa y calorías -ellos
las llaman hamburguers- y de allí que hasta jueguen comercialmente con los
nombres de los actores -ellos los llaman candidatos-. Todavía no sabemos a quien
el tocara ser MacAbel en ese libreto que nos retrotrae a uno de los primeros
pasajes del Génesis. Lo que ya todos sabemos es que este MacCain es tan burro
pero tan burro que seguramente intentara asesinar -nada en serio todo en broma-
a MacAbel con su propia quijada.
Genesis 4:8, que algo
queda...