Los efectos colaterales de la crisis económica norteamericana, ya se sienten en muchos países en el mundo, a dar cuenta, los franceses se quejan porque el fortalecimiento del euro atenta contra la industria europea, pues los productos europeos se hacen más caros, de hecho sectores como el aeronáutico y el automotor ya comenzaron a transferir parte de su producción a países de la zona dólar.
Paradójicamente, el debilitamiento del dólar resultará beneficioso a los industriales norteamericanos, porque podrán ver aumentadas sus ventas en los mercados internacionales, en compensación a la inminente recesión interna, debido a que su productos se abaratarán, nada de eso es beneficioso para los industriales de Latinoamérica, puesto que la calidad de los productos norteamericanos, tendrán un nuevo aliado, el precio. Pero esa situación seguirá presionando la inflación en EEUU.
El traslado de capitales especulativos a sectores energéticos y de materia prima, están dando un golpe fuerte a los estómagos de los países pobres en el mundo, los alimentos aumentaron 40% desde 2007, los biocombustibles y el petróleo son los principales responsables y nada indica que se podrá revertir ese efecto. El maíz, trigo y arroz causan alarma en México, Indonesia y Yemen.
Egipto y Pakistán aplican viejos programas de racionamiento, China y Rusia apelan al control de precios de alimentos, mientras en Argentina y Vietnam, aumentan los impuestos de exportación, la gigantesca demanda de una mejor calidad de alimentación en China e India también influyen.
La confianza de los consumidores en EEUU ha disminuido y Bush niega que hay recesión, son pocas las medidas que efectivamente aplican en el norte. La FED debe pronunciarse el próximo 18 de marzo, y los analistas auguran que será para anunciar otro recorte de tasas para que no entre en pleno la recesión y motivar el crecimiento, que sin duda será el combustible para que se desate la inflación en el país del norte, con los últimos seis recortes, lograron que la última medición inflacionaria registrara 1%.
Hay una ola de despidos en los países del norte, en España una aerolínea reportó pérdida de 63 millones de Euros, por el petróleo y la guerra de competencia desatada tras la crisis.
El sur siente efectos positivos, pero los que captan son los grandes de la región, por ejemplo Brasil y México recibirán el traslado de producción de vehículos, de plantas europeas, que buscan mayor competitividad de precios. Se resalta en diversos corros que Irán y Venezuela ya usan monedas alternativas, porque el derrumbe del dólar no le ayudará seguir siendo una moneda referencial.
Un ejemplo es que pese a la subida del precio del oro en los mercados internacionales, en Venezuela el efecto no ha sido el mismo por el hecho de cotizarse en dólares, la onza de oro sube en términos de dólar, pero al hacer el cambio en bolívares el alza no ha sido significativa o no ha producido ninguna ganancia, por el terreno que ha perdido el dólar frente al bolívar, de hecho esta semana en la calle había dólares a Bs. F 3,95. Semanas atrás una onza de oro llegó a casi Bs. F 170, con una onza en $ 890, ahora una onza se cotiza en Bs F. 146, a pesar de que se ubica en $ 950.
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