Camaradas: ¿Quién se recuerda de Francisco Caraballo?

Existen personajes meritorios en la vida pero, lamentablemente, pareciera que casi nadie se recuerde de ellos. Aun cuando juegan un destacado rol en el protagonismo político revolucionario, suelen pasar casi desapercibidos. Tal vez, los años –en el caso que vamos a tratar- en el ostracismo del cautiverio haga posible el olvido de la gente hacia una persona de tanta valía como lo es el caso del camarada y comandante guerrillero: Francisco Caraballo.

Francisco Caraballo toda su vida ha sido militante comunista, de esos que tienen por creencia todo lo que legó Marx y legó Lenin, es decir, lo que llaman el marxismo-leninismo. Fue militante y dirigente del Partido Comunista Colombiano; luego en una escisión conformó lo que se denominó Partido Comunista Marxista-Leninista y cuyo brazo armado se conoce como el Ejército Popular de Liberación (EPL), casi extinguido en la actualidad por muchas razones que no vienen al caso desmenuzar. Lo cierto es que nunca el camarada y comandante insurgente Francisco Caraballo ha dejado de pensar como comunista y jamás ha dejado de luchar de acuerdo a su creencia ideológica y política.

Francisco Caraballo está preso desde 1992. Lo capturaron muy poco tiempo después de haber caído en prisión el camarada y comandante guerrillero del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Francisco Galán, uno de los principales voceros de la mencionada organización guerrillera en diálogos de paz con el gobierno colombiano. Desde entonces Francisco Caraballo se encuentra en una cárcel de máxima seguridad –creo- en Itagüi. No recuerdo o no estoy seguro si allí tuvieron preso a Pablo Escobar Gaviria. Junto a Francisco Caraballo estuvieron los comandantes Felipe Torres y Francisco Galán. Ambos ya en libertad.

Son diez y seis años continuos de cautiverio; de aislamiento del camarada y comandante Francisco Caraballo, sin que haya dejado un segundo de su vida de luchar por su sueño, que es el sueño de todo colombiano y de toda colombiana que ame la justicia, la libertad, la solidaridad y la paz verdadera. Francisco Caraballo fue miembro activo de la máxima comandancia de la Coordinadora General Simón Bolívar en tiempo del comandante y vocero político de las FARC, Jacobo Arenas, y del comandante y vocero político del ELN, Manuel Pérez Martínez, de los camaradas del M-19 donde destacaba ese extraordinario comandante guerrillero Jaime Bateman Cañón (muerto misteriosamente en un accidente aéreo cuando viajaba en funciones de diálogo de paz),  y del  Frente Guerrillero Quintín Lame. Francisco Caraballo fue un comandante que siempre invocó la unidad de todo el movimiento guerrillero colombiano. Lamentablemente, por razones que no vamos a describir acá, nunca se ha podido cristalizar para que la lucha revolucionaria por el poder sea más fácil y menos costosa en esfuerzos y sacrificios.

Tuve oportunidad de conocer y de compartir breves momentos con camaradas del EPL, pero nunca pude lograr tener algún trato directo o indirecto –vía radioteléfono- con el camarada comandante Francisco Caraballo. Recuerdo a Campo Giles donde se concentró un grupo del EPL que concertó un acuerdo de paz con el gobierno, entregaron las armas y se desmovilizaron. La tendencia del camarada comandante Francisco Caraballo no estuvo de acuerdo con esa acción y permaneció fiel a la lucha armada...

Francisco Caraballo –por desgracia y no por las virtudes que posee- está casi completamente olvidado de la opinión política colombiana y del mundo. No se escucha una voz de la boca ni se lee un documento escrito de la mano de los partidos comunistas –fundamentalmente latinoamericanos-, de los movimientos revolucionarios, y hasta de personas sobre la vida y obra del camarada comandante Francisco Caraballo. Nadie solicita su libertad. No existe ninguna campaña por recuperarlo de las mazmorras en que suelen mantener a los principales mandos de la insurgencia que caen en las garras del Estado colombiano. Quiera Dios, la Virgen María y el Espíritu Santo; quiera el comandante Manuel Marulanda y el Secretariado de las FARC, lo tengan en la lista de presos políticos para el canje por los rehenes que están en poder de la mayor y más combativa organización guerrillera que existe en la América del Sur. En verdad, el camarada y comandante Francisco Caraballo, merece no una sino varias campañas de carácter internacional por su libertad; merece -me disculpan las FARC esta intromisión en sus asuntos internos- que lo tenga en su lista de los revolucionarios canjeables.

Vivimos un tiempo, algo paradójico, en que la agudización de las contradicciones entre las naciones subdesarrolladas y el imperialismo, suelen hacer olvidar que en muchas cárceles los presos políticos revolucionarios son víctimas de métodos de salvajismo, de antihumanismo, y de silencio. Los presos políticos de Perú continúan estando enterrados en tumbas para seres vivos. Alán García, que diariamente habla de democracia y de respeto a los derechos humanos, no ha dicho ni pío sobre la denigrante situación en que ahora su gobierno mantiene a los camaradas presos políticos de Sendero Luminoso y de los Tupamuru. Esos presos también merecen una campaña internacional para que, por lo menos, sean sacados de las tumbas para seres vivos y puedan ser conducidos a centros de reclusión donde les respeten los elementales derechos humanos.

Hoy cuando los ojos y los oídos del mundo están puestos en atención a lo que le suceda a la señora Ingrid Betancourt y que ojalá recupere lo más pronto posible su libertad, es necesario también levantar una voz de condena contra los métodos salvajes e inhumanos en que se encuentran los presos políticos del Perú y de otras regiones de, esencialmente, Latinoamérica; e igualmente, hacerse eco de la solicitud de libertad para todos los presos que, por lo menos, ya lleven más de una década en las prisiones burguesas de este universo.

Cuánto desearía que el Presidente Hugo Chávez Frías le echara un ojo a este artículo de opinión y asumiera, por lo humano que ello significa y por lo presto que él está siempre en esos casos, la posibilidad de una conversa con el Presidente Uribe y le solicitara la libertad del camarada y comandante Francisco Caraballo, ofreciéndole el territorio venezolano para recibirlo, darle cobijo hasta que el mismo camarada y comandante Francisco Caraballo determine el siguiente paso de su destino. Son diez y seis (16) años que lleva el camarada comandante Francisco Caraballo en cautiverio. ¿Hasta cuándo piensa el Estado colombiano cobrar su venganza contra el camarada y comandante Francisco Caraballo? ¿Hasta cuándo negarle sol, negarle luna, negarle lluvia, negarle el aire de los bosques, negarle que dicte conferencias legando conocimientos a los jóvenes de hoy, negarle que sus hijos o nietos duerman algunas horas entre sus brazos largos de combatiente por la redención de pueblos, en fin: negarle libertad?

¡Libertad inmediata para el camarada y comandante Francisco Caraballo!



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Freddy Yépez


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