Mas droga para el pueblo

Alguien dijo: “ las religiones son el opio de los pueblos”. En esta hora, en la cual la emergencia económica de ese aparato adormecedor de conciencias y productor mundial de la droga del espíritu; adoradora de las riquezas materiales, llamada iglesia católica y apostólica Romana. Después de renovar el pacto diabólico con el gobierno mas asesino del planeta, el mayor generador de terrorismo y odio, se propone establecer nuevos instrumentos especulativos a los que profesan su fe ingenuamente. Están desarrollando una campaña de beatificación y santificación de peones útiles a sus necesidades financieras. Este acto demuestra, la necesidad que tiene el clan mafioso anti pueblo de de la iglesia católica, de rebosar sus arcas bancarias, para enfrentar las dificultades que se le viene al mundo encima, por culpa de sus socios capitalistas y con su complicidad. Estoy seguro que a cada estado de Venezuela, y a cada país de América, y África, le meterán el contrabando santificado en forma de santo o de beata. No es que la gente se ha vuelto mas benevolente o es mas proclive a la religión, no, de lo que se trata, es que necesitan los elementos para justificar la explotación de los incautos que siguen creyendo en su mensaje falsario.

El pago de los abusos sexuales, les ha golpeado sus arcas, y como ellos son como los perros cuando se acostumbran a comer manteca, a sabiendas que seguirán metiendo la lengua en la tapara, se cubren las espaldas obteniendo la mayor cantidad de dinero posible, para expiar sus pecados. Es por eso que esta iglesia se opone tanto y combate con tanta rabia la teología de la liberación, por que ésta es su contracara, es por eso que la iglesia que tiene a un papa, que fue servidor y confidente del nazismo alemán. Desprecia y odia al pueblo, a ese pueblo llano, al pueblo que no le pone precio a la solidaridad, al amor y a la paz. ese mismo pueblo que durante siglos fue victima de las componendas de la iglesia anti Cristo, que se alió con todos los poderes habidos y por haber, la misma que nunca dudo en pactar con cualquier centro de poder mundial, a cambio de recibir favores y sobrevivir en el tiempo.

Esa iglesia farisaica, que representan personajes tétricos como: Baltasar Porras, Roberto Lückert, Jorge Sabino Urosa, Luis Ugalde, Ovidio Pérez Morales y un mediano etc. Todos estos señores y lo que representan, destacan en Venezuela como lo mas representativo del desprecio hacia el pueblo y los que rinden mas pleitesía a los lujos y buena vida burguesa. Éllos son dignos seguidores del señor Ratzinger; personaje que se dignó abandonar sus cómodos y lujosos aposentos en su madriguera del vaticano, para ir a celebrar el cumpleaños del mayor genocida que conoce la historia, su adorado, George W Bush. No es de extrañar esa alianza entre personas de esta calaña, pues la historia es harto conocida y la conducta mercantilista del vaticano también. Para nadie es un secreto los pactos aberrantes e inmorales que la mafia eclesiástica ha celebrado a lo largo de la historia, como tampoco es desconocida la razón.

Hoy recurren a las consabidas mañas de renovar su tren de santos y santas, nadie debe dudar de que se trata. Tal como el imperialismo norteamericano, la iglesia católica esta mermando en su influencia, los actos desesperados por tratar de evitar la caída les impulsa a generar nuevos atractivos de fe, los viejos ya pierden poder de convocatoria y credibilidad. El circulo se cierra y pronto no podrán sostener la mascarada hipócrita que por siglos les sirvió para asociarse con los poderosos explotadores de cada época. La capacidad de maniobra ya no cala en el intelecto del pueblo, el discurso que se oponía a los hechos reales ya no tiene aceptación, la población sabe, que éllos son los primeros enemigos del Cristo popular, conoce de sus premeditadas y alevosas maniobras para asesinar diariamente el espíritu del dios de los pobres. Les llega su cuarto de hora, tendrán que adoptar otras estrategias para sobrevivir y seguir chuleando al pueblo. No les quedará mas recurso que presentarse tal cual son: una mafia de truhanes, ladrones, explotadores y manipuladores de la fe de los pueblos creyentes. Ahora tendrán que apoyarse en la fuerza como único recurso para tratar de permanecer , y para ello tienen que hacer pacto publico con los mayores terroristas y asesinos hasta hoy conocidos.

Vendrán mas santos, mas santas y beatas. Pero de nada servirán. La historia los está alcanzando y desnudando. Por ahora les toca pataleo, nada mas.


javiermonagasmaita@yahoo.es


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Javier Monagas Maita


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