No habrá,
no debe haber lugar para los que indisciplinadamente demuestren un carácter
evasivo de la responsabilidad revolucionaria que exige este momento
histórico no sólo a nivel nacional sino internacionalmente. Vivimos
momentos cruciales que marcarán la historia local y continental. De
ahí que la muestra de avance es la demostración de unidad con un criterio
socialista bolivariano leal y sin hipocresía. Unidad no para “mantener”
aún un poco más el poder que ciertos funcionarios gubernamentales
pretenden; sino definitivamente unidad doctrinaria.
Hablamos de
unidad doctrinaria cuando tenemos clara una unidad de concepción y
de aquí pasamos a una unidad de acción. Nuestra doctrina socialista
bolivariana exige de nosotros una unidad de concepción tal que podamos
ver como un solo cuerpo a la nación, al partido y al poder popular,
lo que yo llamo las 4 p: patria, partido y poder popular. La patria
es Chávez porque Venezuela fue secuestrada por el imperialismo, aquellos
que fueron instrumento de la desaparición forzada de la patria gritan
hoy contra Chávez y el dinero lo pone el imperio asesino de niños.
¿Cuál es
la unidad de concepción socialista bolivariana que nos hará orientarnos
hacia la unidad de acción socialista bolivariana? La que está plasmada
con nitidez en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación
2007-2013 y sus siete líneas estratégicas, todo lo que conforma el
Plan Simón Bolívar para la Nación. Es de esta fuente desde donde
habremos de alimentar nuestro espíritu revolucionario tanto en el gobierno
central como en los regionales y municipales respectivamente, y así
y sólo así, irradiar la luz libertadora que iluminó al Gran Mariscal
de Ayacucho el más grande estratega que ha dado el mundo, a las demás
cimas de naciones suramericanas hasta alcanzar la unidad soñada sólo
por Bolívar, la unidad continental, la que impidió conciliar el sueño
a Miranda (Columbeia), unidad que vino con el grito girondino de los
revolucionarios de Abril de 1810. Iluminación que ordenó al mundo
bajo la mirada insigne del ojo dentro del compás y sobre la escuadra
recordando al gran arquitecto del universo. Unidad de concepción que
nos dará una unidad de acción indispensable para la conducción revolucionaria
socialista y bolivariana.
Así también
tenemos la unidad que va desde Simón Rodríguez a Bolívar y de este
a Zamora. Unidad doctrinaria que esconde la conducción de un espíritu
revolucionario destinado a liberar un vasto territorio. Le tocó a Nuestra
América levantar la antorcha libertaria. Hoy dividida por el coloso
del norte avasallando a multitudes (un niño muerto cada cuatro segundos)
y el coloso del sur (más de trece naciones nacidas para ser libres)
cuya doctrina ha materializado una revolución socialista bolivariana
destinada a entregarle al poder popular la suprema felicidad.
Ahora vamos
con todo porque en noviembre se decide el futuro de la patria, del partido
y del poder popular más allá de los personalismos egocéntricos y
del beneficio individual. El proceso revolucionario socialista bolivariano
ha brindado al mundo un concepto colectivo de participación y protagonismo
revolucionario en donde no caben las posturas individualistas propias
del impulso capitalista. Estamos simultáneamente luchando contra los
valores de la oligarquía comprometida con el gran capital y contra
lo que hemos incorporado de estos en nuestra propia vida. De nada nos
servirá gritar a favor de la revolución o de Chávez sino hemos previamente
unificado nuestro criterio ético, político, ideológico fundamental,
es decir nuestro apoyo incondicional al PSUV dentro de lo que conocemos
como batalla electoral de noviembre cuya dimensión aún no ha sido
bien digerida por muchos. Especialmente por aquellos que persisten en
fomentar la división en “corrientes” chavistas dentro del
PSUV. No vamos a permitir la fragmentación política del partido, vamos
a superarlo porque esto sólo beneficia al imperio, y por ende, a la
oposición que gana cuando nosotros nos dividimos por la razón que
sea.
Ya tenemos
nuestros candidatos, tenemos nuestra bandera, vamos con todo a sabiendas
que el imperio no dará tregua, que sus operadores políticos (Oposición
e infiltrados) no descansarán a la hora de interferir, obstaculizar
y neutralizar negativamente nuestra lucha y movilización. Por todos
los medios informativos y de comunicación intentarán dividirnos. Pero
nosotros les daremos una lección más demostrando que en Venezuela
hay más gente que piensa colectivamente que de forma individualista.
¡Patria Socialismo o Muerte!
¡Venceremos!