El compañero y presidente Chávez en su discurso de anoche en Cumana, afirmó que es revolucionario y chavista quien vote por los candidatos que se eligieron en el proceso interno del PSUV. Le debo decir al compañero Chávez y todos sus militantes que la militancia no se mide por la disciplina o mejor dicho las obediencias a ciega, que de esta manera la praxis revolucionaria se traduce en opresión, enajenación y en una caricatura de militancia que es tratada como borrego.
Este criterio que maneja el compañero Chávez tiene que ver con su concepción del partido: auque en los primeros días no se entendía su discurso, ya hablaba de un partido de masa y mandaba a leer a la compañera y rebelde revolucionaria Rosa Luxemburgo, pero también nos hablaba de un partido de cuadro leninista, disciplinado con mando, capaz de llevar y conducir la política de gobierno. Estas indefiniciones llevó asumir lo que hoy es el PSUV: un partido de cuadros, leninista, llamado a dirigir a las masas (pueblo que no piensa y necesita un grupo de iluminados o cuadros que lo conduzcan por los caminos de la salvación) que tiene como método interno el centralismo democrático, en otras palabras, la militancia discute lo que el politburó, comité central o presidente decide, la ultima palabra la tienen estas instancias… bueno todos discutimos, todos opinamos, pero deciden los o el jefe… vaya democracia, democracia muy parecida a la representativa, hija ésta de la revolución burguesa, en ella se manifiestan las relaciones mas perversas del capital, la separación del que “piensa y decide” con respecto de quien “manda y obedece”(división social del trabajo), la forma en que se decide e impone se manifiesta en el poder de propiedad, están en el partido quienes decida el jefe dueño de este partido, o sea, quien es “dueño” y “quien vende su fuerza de trabajo” o obedezca (relación de propiedad), generando una opresión escondida con mecanismos democráticos, pero además también decide quien es traidor y quien no, vaya…vaya, es decir, el compañero Chávez y la burocracia del partido tienen un revolucionometro, que les permite saber quien es mas obediente, que no piense, que no critique lo establecido, vaya subversión.
En el nombre de la gobernabilidad nos llaman a mantener el orden establecido, convivir con los empresarios, la explotación, la corrupción, siempre aparece la excusa de la invasión gringa, la cual no niego pero no por esta se debe dejar de profundizar el proceso, nos prohíben la tomas de fábricas cerradas, las tomas de tierras, la nacionalización de la banca, el control de las comunidades a la ejecución, planificación de las políticas públicas, en fin en nombre de la gobernabilidad se olvida la revolución.
En el estado Bolívar, tanto los candidatos de la contrarrevolución, como los elegidos por el partido de la revolución, difícilmente puedan pasar la prueba ética y moral de la política, los viejos camaleones de la contra, son delincuentes, traidores, todos los que vivimos en este estado los conocemos. Un gobernador que despreció al pueblo explotado, que a negociado las minas de ORO a su antojo, miembro del grupo guaro y carteles del aluminio, quien gobierna con una cúpula de bandidos, en su mayoría sacados de la CVG y empresas básicas por ser contra, el le dio casa y mando, de que obediencia habla usted compañero presidente.
Un alcalde de Caroní quien fue el primero en salir y hacer vigilia a favor del ex alcalde Antonio Briceño enjuiciado por corrupción, el candidato José Ramón López utilizó los recursos de la alcaldía para interés personal, las bandas armadas para crear miedo en los sectores disidentes.
Votaría usted compañero Chávez a favor de las trasnacionales, a favor de la corrupción, de la represión contra las y los trabajadores, de favorecer la tercerización de la mano de obra, de un gobernador que tiene que andar en HUMMERS, con un frasco de alcohol para no contaminarse con el pueblo explotado, unos candidatos a gobernación y alcaldías que se han enriquecido con el erario publico, en fin votaría usted compañero Chávez por la contrarrevolución.
También compañero Chávez, no es usted quien me dirá si soy o no revolucionario, es la praxis social la que determina al revolucionario, sepa que hay revolucionarios que siempre hemos andado en este proceso, lejos de los cargos de poder; pero cuando por compromiso político hemos tenido responsabilidad burocrática, la hemos subvertido, es por ello que siempre nos sacan, pero siempre nos acompañan y acompañamos las luchas de este pueblo, militamos con un proceso revolucionario que no lo determina la burocracia del partido, el partido puede determinar la política del gobierno (mejor dicho la burocracia del partido), no de la revolución.
Es hora de profundizar el proceso Bolivariano, es hora de la subversión, es necesario construir política orgánica que genere procesos de liberación, por lo tanto empecemos por comenzar a negar el capitalismo, sus relaciones de dominio, su Estado. Nuestra praxis debe y nos obliga a construir nuevos espacios políticos que nieguen el orden establecido, que se niegue a si misma para poder subvertir, es la hora de reconocer que si no transformamos la relaciones de producción que nos impone el capital, no se puede construir una sociedad libre e emancipada.
Solo el pueblo rebelde salva al pueblo..!
Para ser subversivo, tengo que negar lo existente y construir nuevas relaciones de libertad.
Ni obediente, ni sumiso, siempre desobediente, siempre subversivo.
El camino justo es, luchar hasta vencer.